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Perdonar no es liberar a las personas, es permitir actuar a la justicia: Aguirre Franco

*Se niega el arzobispo a opinar del caso Acosta Chaparro, “pues nuestra santidad pastoral no me hace ver más allá de lo que los jueces determinan”

Magdalena Cisneros

El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, indicó que perdonar no significa dejar libres a las personas, sino que es “hasta declarar cadena perpetua”, es permitir que la justicia aplique las sanciones necesarias y aquí en la tierra.

Esto en referencia al caso que se sigue contra el ex general Mario Arturo Acosta Chaparro, por la desaparición de personas en la llamada guerra sucia.

Consultado después de la misa dominical en la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, sobre el fallo de la justicia militar que exonera a Acosta Chaparro, Aguirre Franco se negó a profundizar en el tema porque “nuestra santidad pastoral no me hace ver más allá de lo que los jueces determinan, ya sea absolver o castigar a las personas, no puedo ser juez de mis hermanos, yo me debo aplicar al Evangelio, yo digo que la justicia de la tierra se aplique a sabiendas de que pueda equivocarse”.

Sobre el llamado que hicieron para que la justicia civil actúe contra Acosta Chaparro, dijo que incluso en el perdón cristiano debe saberse “quién es culpable y a quién perdonamos, pero no podemos ser nosotros los jueces de la tierra para culpar los crímenes que se cometen aquí en la tierra”.

De los comentarios de que la absolución se da después de que el secretario de Sedena, Ricardo Clemente García, dijo que era necesario perdonar, Aguirre Franco precisó que “el perdón no es estar de acuerdo con el crimen en el mundo, el perdón es permitir que la justicia aplique las acciones necesarias y aquí en la tierra”.

Declinó a opinar si debe salir Rafael Macedo de la Concha de la Procuraduría General de la República, y si se debe perdonar a los que participaron en la llamada guerra sucia, afirmó que perdonar no significa dejar libres a las personas, sino que es “hasta declarar cadena perpetua, con tal de que no se haga con venganza sino por rehabilitación de la persona. Eso no quiere decir que perdonar es absolver alguna culpa, y decir que no hubo nada que castigar, pedir que Dios se apiade de estas personas y se apliquen las leyes de la tierra”.

El prelado católico dijo estar de acuerdo con el artículo que escribió el sacerdote Jesús Mendoza Perdón, sí; castigo, también, donde afirma que el perdón incluye la necesidad de castigo, comprendido como reivindicación, además expresó su deseo de que las personas que se involucraron en las desapariciones forzadas de la década de los 70 “se arrepientan de sus vidas, crímenes”.

Consideró que si las personas sufren algún delito deben presentar una denuncia, y que las cárceles y castigos para infractores deben tener una base de rehabilitación porque si no “será inútil”.

Consideró que los Ceresos están en una etapa de superación para ser “verdaderamente lugares dignos”.

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