Tienden a “criminalizar la pobreza” las reformas contra la inseguridad, alerta

 Se pretende aplicar la ley a grupos vulnerables sólo por sospechas de que son “potencialmente delincuentes”, afirma el investigador Isidro Cisneros

Zacarías Cervantes Chilpancingo

El investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en su sede en México, Isidro Cisneros afirmó que algunas de las reformas que se llevan a cabo en el país para combatir la criminalidad y el delito, llevan la tendencia de “criminalizar la pobreza”.

El también doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Florencia, Italia, fue ponente en la conferencia magistral Derechos Humanos, Tolerancia y Democracia, organizada por la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum), así como por la Asociación de Egresados de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), en el marco del Día del Abogado.

Isidro Cisneros opinó de paso que se espera que las reformas anunciadas en Guerrero (por el Gobernador Rene Juárez el martes pasado) para combatir la delincuencia, se sometan a una amplia discusión en los próximos días.

En este sentido, indicó que la Coddehum debe servir de brújula en esta discusión y evitar que se vulneren los derechos de los ciudadanos o que vayan en contra de sus intereses.

Durante su intervención ante un auditorio lleno de abogados, empleados de la Coddehum y de estudiantes de la Escuela de Derecho de la UAG, Isidro Cisneros también opinó a favor de que en Guerrero se busque cómo resolver “las cuentas con el pasado”, en referencia a la Guerra Sucia, porque señaló que se debe saber que ocurrió y en dónde se encuentran las personas desaparecidas durante la década de los sesenta y setenta.

Opinó que algunas reformas promovidas para combatir la inseguridad pública en México, llevan la tendencia de “criminalizar la creciente pobreza”, debido a que en lugares como en el Distrito Federal se pretende aplicar la ley a grupos vulnerables sólo por sospechas de que son “potencialmente delincuentes”, hecho que más adelante calificó como nuevas formas de intolerancia en la actualidad.

Sin embargo, señaló que no se toman en cuenta situaciones como que el sistema penitenciario se encuentra en crisis; las constantes violaciones a los derechos humanos y el hecho de que la tortura como método de investigación del delito no se encuentre en los códigos penales, “y a lo más que se puede llegar es que se castigue a algún procurador por abuso de autoridad”.

También criticó como una deficiencia en el sistema de justicia la marginación en que se mantienen a los indígenas en este país, “los ciudadanos más pobres son de las zonas indígenas”, por eso dijo que el país tiene una deuda histórica con ellos.

Y en el marco de las reformas de estado que se promueven en el Gobierno federal indicó que se debe tomar en cuenta esta deuda de justicia social, “porque qué sentido tiene hablar de democracia donde hay personas que comen con 10 pesos al día, qué sentido tiene hablar de democracia, donde el caciquismo y la violencia están a la orden del día”, expuso.

Ya casi para finalizar, se refirió brevemente a las reformas anunciadas el pasado martes por el gobernador Rene Juárez para combatir la inseguridad pública y sin emitir una opinión en concreto, Isidro Cisneros dijo que “me supongo que en los próximos días habrá una amplia y fuerte discusión al respecto” y añadió que en este sentido debe haber acuerdos comunes (entre Gobierno y sociedad) sobre cómo enfrentar el problema de inseguridad.

La ponencia de Isidro Cisneros, quien es también consejero de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y miembro del Sistema Nacional de Investigadores y experto para el Acuerdo de Cooperación Técnica entre la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos, se llevó a cabo ayer en el auditorio del DIF-Guerrero.

En la conferencia magistral sirvió como moderador el magistrado del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y presidente de la Asociación de Egresados de la Facultad de Derecho de la UAG, Fermín Gerardo Alvarado Arroyo.