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“Me voy con la conciencia tranquila”, dice Silvia Suárez sobre el caso de los normalistas

Jacob Morales Antonio

Chilpancingo

La secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez, afirmó que es saludable que el gobernador Rogelio Ortega Martínez llegue con su propio gabinete.
Manifestó que ella cumplió un ciclo y por congruencia política se retira de la dependencia donde estuvo tres años y medio.
Del exhorto que hicieron los diputados locales para que explique la información sobre el presupuesto de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, afirmó que en su momento lo dará a conocer “para quienes así lo han solicitado… Hay manera de comprobar que se han dado apoyos y no me negué a socializar la información”.
En entrevista, la funcionaria informó que ayer por la tarde entregaría su renuncia al gobernador Rogelio Ortega Martínez.
Romero Suárez dijo sentirse agraviada por los hechos donde fueron asesinados seis civiles, entre ellos tres normalistas, y detenidos-desaparecidos 43 estudiantes en Iguala, ciudad de donde es originaria.
“Me voy porque es congruencia política, entender que se terminan los ciclos. Yo asumí este cargo con el gobernador Aguirre, él se ha ido, quien llega le deseo éxito por el bien de Guerrero”, dijo, y manifestó que es saludable que el nuevo gobierno llegue con su propio gabinete.
La maestra dijo que ella al igual que el resto de la población exige la aparición de los normalistas con vida.
Declaró no sentir culpa por los hechos acontecidos, “me voy con la conciencia tranquila, con muchas experiencias, me voy con un legajo de nuevos aprendizajes y, bueno, como maestra que soy entendí a los maestros”.
Romero Suárez explicó que la relación con los estudiantes fue cordial, tan es así que en 2011 y 2014 fue madrina de las generaciones que egresaron de la normal.
De sus demandas indicó que se atendieron todas y existió un trato equitativo porque en el estado hay nueve normales, pero no supo cuánto se destina de manera anual a la normal.
Aseguró que el último contacto con los estudiantes de la normal de Ayotzinapa fue el 28 de septiembre cuando los normalistas pidieron acompañamiento para la búsqueda de sus compañeros desaparecidos en la ciudad y aseguró que ha estado pendiente de ellos.
La secretaria negó que el gobierno del estado tenga responsabilidad de los hechos ocurridos en Iguala, y las circunstancias en que se dieron los hechos dijo que fueron ajenas a la falta de atención y no eran planteamientos educativos.
-¿Hubo responsabilidad de la secretaría?
-No. En este caso no, en primer lugar no era un tema educativo, los muchachos no se fueron a pedir becas, alimentación, y desconozco cuál es el motivo, nadie ha dicho si fue de carácter educativo —expresó.
“Será la historia la que registre nuestro paso por la secretaría”, afirmó la funcionaria y  resaltó que fue la primera profesora y mujer que ocupó el cargo en el estado.
De su relación con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de Guerrero (SNTE) y la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) abundó que fue buena y permitió el diálogo cordial, sin embargo no estuvo de acuerdo en algunos planteamientos, en especial de la oposición de los maestros a la reforma educativa aprobada en 2013.
Romero Suárez afirmó que desde el inicio de la lucha del magisterio para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas no perdió la interlocución con la dirigencia de la CETEG.
“A lo mejor la secretaría fue la oportunidad de servirles a mis colegas del magisterio. Antes de ser política, a los 18 años fui maestra y trabaje 30 años al servicio de la educación”, manifestó.
La funcionaria destacó que a pesar del conflicto social que se vive en el estado, el paro indefinido que los maestros de la CETEG realizan,  y la toma de los edificios de la dependencia por egresados normalistas, el sector educativo sigue laborando en las aulas y de manera administrativa en casas particulares.

Los pendientes

La secretaria de Educación afirmó que hay un avance del 90 por ciento en la aplicación de la reforma educativa en el estado, y para enero el gobierno federal pagará a los maestros, una vez que se concluya el proceso de la revisión de la nómina que se ha prolongado por la toma de los inmuebles de la dependencia.
Romero Suárez informó que sólo faltan los lineamientos para el reacomodo de los trabajadores con claves de maestros que realizan actividades administrativas en las oficinas de la dependencia, y la comprobación de los centros de trabajo de 983 maestros.
Del analfabetismo en el estado dijo que durante su gestión se atendieron unos 80 mil guerrerenses que aprendieron a leer y escribir a través del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero y el desaparecido programa Guerreros por la Alfabetización.
Sobre la infraestructura educativa dijo que falta mucho por hacer por las afectaciones naturales que golpearon al estado, los sismos del 2011 y las lluvias provocadas por Manuel el año pasado.
Afirmó que de las 360 escuelas afectadas por las lluvias de septiembre del 2013, más del 40 por ciento se ha reconstruido y en un cien por ciento se concluyó la entrega de mobiliario y equipo.

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