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Cuauhtémoc Sandoval Ramírez

Lucio en Sendero de tinieblas

Lucio Cabañas aparece en Sendero en tinieblas como un personaje de carne y hueso. No se trata de una telenovela, sino del libro de Alberto Ulloa Bornemann, editado en mayo de 2004 por Cal y Arena, que es un recorrido impresionante por los años de la utopía y de la guerra sucia, según afirmara en la presentación de este texto, hace un mes, el escritor Héctor Aguilar Camín.

Lucio Cabañas aunque era buscado por todo el aparato policiaco en México, recorría en un modesto VW gran parte del país, prácticamente sin protección alguna, y visitaba a simpatizantes tanto en Durango como en Veracruz, y al mismo tiempo se daba el lujo de perderse unos días a sus compañeros para visitar a una novia en Zitácuaro.

Sendero en Tinieblas se une a otros libros que relatan esos trágicos años de la vida reciente de nuestro país. Me refiero en concreto al extraordinario libro de Carlos Montemayor, Guerra en el paraíso, recientemente reeditado por Seix Barral, que fue un verdadero bestseller literario cuando apareció en 1991.

Hoy, cuando la guerra sucia aparece llena de culpables anónimos, e incluso el general secretario de la Defensa llama al “olvido y a la conciliación”, Ulloa Bornemann entrega este libro de 285 páginas como una prueba más de la participación de los cuerpos represivos del Estado en la desaparición de activistas políticos en los 70.

Sendero en tinieblas contiene las memorias de un guerrillero “pequeño burgués”, según lo calificaban sus propios compañeros, militante de la Liga Comunista Espartaco, egresado de la Universidad Iberoamericana, y empleado público en áreas ligadas al desarrollo rural, que alojaba en su casa del DF a Lucio y lo llevaba y traía por todo el país, hasta que fue detenido en septiembre de 1974, en Tlaltizapán, Morelos, y torturado en el Campo Militar número 1 y posteriormente trasladado a Lecumberri y a la cárcel de Santa Martha Acatitla.

Algunos documentos que Ulloa Bornemann cita en su libro los obtuvo gracias a la apertura de algunos archivos de aquellos años que hoy están disponibles en el Archivo General de la Nación cuya sede era el tétrico y cruel Palacio Negro de Lecumberri.

Sin embargo, no se trata de un libro analítico de ese periodo, sino de “un libro de memorias, sensaciones y pensamientos personales pero nunca en tono de lamento, jamás en tono de complacencia”, dijo en la presentación del libro el escritor José María Pérez Gay, quién recientemente se ha convertido en un peje-asesor.

En Sendero en tinieblas, libro que me devoré en sólo unos días, está el relato de un Lucio al que le gustaba tocar guitarra y que era capaz de llorar al evocar al Che Guevara, al mismo tiempo le gustaba la tele y ver extasiado a Verónica Castro, con terribles dolores de cabeza, acompañados de náuseas y pérdida de equilibrio, “que lo postraban en una hamaca del campamento guerrillero hasta por una semana o dos”, hecho que le obligaba a bajar de la sierra a ver constantemente a médicos, y aprovechar su visita a la capital para tratar de articular hasta donde fuera posible a los movimientos guerrilleros de esa época.

Un aspecto que quiero comentar, no en términos literarios sino en sus aspectos políticos, es el relato de la celebración en junio de 1973 de la II Asamblea Anual del Partido de los Pobres que se celebró en la sierra cafetalera de Guerrero y que reunió a un centenar de representantes de movimientos guerrilleros y armados de esa época así como a un representante del PCM, (pags. 122 y 123). En el libro encontramos una gran descripción de esa reunión, salpicada del tremendo problema logístico de recibir en un campamento de cien hombres armados a un centenar de grillos de la ciudad, poco acostumbrados a los rigores de la vida guerrillera.

“No bien comenzaron los trabajos de la asamblea, cuando surgieron las primeras confrontaciones del grupo de la ‘partidaria’ con Lucio al criticar aquellos públicamente la presencia del PCM, y de las demás corrientes ‘reformistas, populistas, pequeñoburguesas’ en el evento. El reclamo lo hizo Renato, quien denunció ante la asamblea la presencia del enemigo en el seno del movimiento armado revolucionario (es decir, nuestra presencia, la del PCM y la de la pareja de enviados de la UP).”.

Más adelante, Ulloa relata que ante ese reclamo, “la verdad me dio miedo; todos ellos andaban armados con los temibles FAL 7.62 mm y se les notaban unas enormes ganas de utilizarlos contra quienes no pensaran como ellos. Así se lo comenté a Isaías, quien después de oírme de inmediato me ofreció el M2.30 mm con el largo cargador curvo que tenía asignado, para que no me sintiera indefenso ante aquellos zancas”.

Ese representante del PCM era mi hermano Pablo Sandoval Ramírez, cuya participación en dicha asamblea incrementó el odio de Rubén Figueroa Figueroa, de Acosta Chaparro, de Acosta Viques, de todo el aparato represivo estatal y federal. Pablo me relató su presencia en dicho evento y en otra ocasión comentaremos ampliamente este tema y la posición que sostuvo el PCM en esa reunión.

En el libro aparece descrito un personaje que tal vez sea Serafín Núñez Ramos a quien visitó Lucio en Durango, “guerrerense, miembro o ex miembro del MRM y del PCM” (p. 76). También sale a relucir Carmelo Cortés y otros personajes que afortunadamente están vivos, –Félix Bautista, Octaviano Santiago, García Costilla, entre otros– y que seguramente comentarán este texto.

A diferencia de otros textos y relatos de la época de la guerra sucia, Sendero en tinieblas nos presenta personajes con virtudes, pasiones, querencias, envidias, resentimientos y defectos como cualquier ser humano, es un “documento y como obra literaria por su capacidad de transmitir la misma angustia de los personajes que siendo reales logran tintes tan épicos como humanos” nos decía Aguilar Camín en su intervención. En la siguiente entrega entraremos a más detalles históricos y puntuales de este libro.

Miscelánea: 1.- Hoy a las 6 de la tarde se celebrará una ceremonia de fin de cursos en la Escuela Preparatoria Popular “Gral. Emiliano Zapata” de Acapulco, cuyos 43 egresados nombraron a su generación Dr. Pablo Sandoval Cruz. Nos vemos en la Av. Lázaro Cárdenas s/n,                                             en el Crucero Cayaco de La Sabana, a un lado de la gasolinera hacia Pinotepa Nacional.

2.- Mañana sábado en Chilpancingo a las 11 horas, participaremos en la marcha-entrega de la documentación para el registro del precandidato del PRD, Zeferino Torreblanca Galindo. La cita es en la alameda Granados Maldonado. Cualquier método es bueno. La mayoría es la mayoría.

3.- No nos hagamos bolas. El fertilizante es uno más de los negocios de Rubén Figueroa Alcocer. Lo producen en sus fábricas de Querétaro, lo transportan en sus camiones de carga y lo paga el gobierno del estado: negocio redondo de Figueroa y de quien agarra la pata. Bien por Popoca, por actualizar esta cloaca, aunque ya lo desautorizó su jefe, pero que no le eche la bronca a Modesto Brito. Nosotros no tenemos vela en ese entierro.

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