Jorge Camacho Peñaloza

Sorpréndanos, gobernador

*Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo. Voltaire.

En su discurso de toma de protesta al cargo de gobernador interino del estado, el doctor Rogelio Ortega Martínez nos dejó clara su prioridad, encontrar a los 43 normalistas desaparecidos el 26 y 27 de septiembre, y delineó los dos objetivos de su gestión de casi un año al frente de esta responsabilidad pública, restablecer la armonía social y que salga bien el proceso electoral que ya inició y concluye el 7 de junio próximo.
Sin embargo, un año es mucho tiempo en una responsabilidad del tamaño de una gubernatura estatal, con todas las atribuciones, facultades, obligaciones, recursos materiales, humanos, financieros e institucionales con que cuenta, con los hombres y mujeres de esta sociedad que queremos tener un mejor estado, con un vasto y rico territorio en el que se han gestado históricas batallas por nuestro México y Guerrero.
En este momento de grave encono por la irresponsabilidad, impunidad y complicidad que permitió que se postularán y gobernarán personajes que nunca debieron gobernar, pedir auxilio al gobierno federal es clave e importante, pero no representa la solución a nuestros problemas, la solución está en nuestras propia fuerza social y gubernamental.
Como intelectual de izquierda y académico, seguramente tendrá una visión muy clara de las soluciones a los problemas del estado, por eso me voy a permitir hacerle al gobernador Rogelio Ortega algunas preguntas sobre cómo va enfrentar el reto de conducir el destino de la entidad por casi un año.
1. ¿Qué perfil va a privilegiar en el nombramiento de su gabinete, el ideológico, el partidista, el amistoso o el ciudadano? Descontando que todos los prospectos son capaces y tienen amor por Guerrero. Recuerdo que usted mencionó en su discurso que su designación se debió más que nada a su perfil ciudadano, usted puso distancia de los partidos políticos.
2. Sabemos que usted se comprometió con el presidente Enrique Peña Nieto a entregarle buenas cuentas, pero ¿cómo va a rendir cuentas a los guerrerenses, qué mecanismos utilizará para rendir cuentas de las finanzas estatales, de lo que se obtiene en ingresos y cómo se gasta el dinero de los guerrerenses?
3. ¿Con qué mecanismos va a incorporar a la sociedad en la toma de decisiones sobre los asuntos del estado y en la vigilancia de la función pública y del desempeño de sus colaboradores?
4. ¿Qué alcanzará a cambiar o mejorar en el actual modelo policial del estado?
5. ¿Qué hará respecto a las versiones de que hay alcaldes y políticos coludidos con la delincuencia organizada?
6. Desde su calidad de gobernador ciudadano, ¿qué acciones implementará para incrementar el peso de la ciudadanía en el régimen político de la entidad?
7. ¿Qué acciones en concreto va a priorizar para enfrentar la impunidad y la corrupción en el gobierno?
8. ¿Cuándo o cada cuánto presentará cuentas al pueblo de Guerrero acerca del estado financiero y de los avances en la solución de los problemas que padecemos?
9. ¿Cuál y cómo va a ser su relación con los partidos políticos y poderes públicos estatales?
10. ¿Cómo va a impulsar la cultura de la legalidad y la anticorrupción que tanta falta hace para dar la espalda a las ofertas de resolver los asuntos privados, y privados por vías ilícitas?
Sorpréndanos, gobernador, siendo el primero que haga una gran convocatoria a los guerrerenses para la construcción de un gran acuerdo por Guerrero, que surja de los guerrerenses, que sea político, de suma de disposiciones, que asigne tareas y responsabilidades, como politólogo que es entenderá que lo que necesita Guerrero, más allá de inversiones, es mucha política de la buena, no la de apariencias y escenarios a modo, sino la del genuino diálogo y deliberación, la de la planeación real, comprométase, haga honor a sus títulos, porque como dijo Leonid Brezhnev, no hay nada más práctico que una buena teoría.
Sorpréndanos, gobernador; diga cosas diferentes, la ciudadanía guerrerense ya no quiere lugares comunes, discursos teóricos o demagogia; hoy, más que nunca en la historia del estado, en un momento en que la credibilidad de la política y los políticos se encuentra muy disminuida, al grado de casi no creer, la ciudadanía quiere que le hablen claro.
Sorpréndanos, gobernador, enseñándonos que sí se puede gobernar honrando la palabra, como ciudadano, en comunión con la sociedad más allá de los partidos.
Sorpréndanos, gobernador, enseñándonos como excelso académico que es, que se puede gobernar sin amiguismos, eligiendo a sus colaboradores por su capacidad, honorabilidad y libertad de compromisos partidistas.
Sé que tiene hoy su agenda muy ocupada, y más vale que así sea para reencauzar la gobernabilidad tan golpeada, pero no dudo que va a usted a responder a las interrogantes de este representante de la soberanía guerrerense.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A los normalistas de Ayotzinapa, que yo estoy con ellos en su exigencia de justicia, pero no cuando la quieren hacer con su propia mano, la indignación debe tener caminos para la reconciliación.