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Inicia Acapulco el mes de noviembre con solo 27.9 por ciento de habitaciones ocupadas

*Según gerentes de hoteles de las zonas Dorada y Náutica las marchas y bloqueos carreteros generan desconfianza y alejan a los visitantes del puerto

Karla Galarce Sosa

La ocupación hotelera en Acapulco no alcanzó los pronósticos del secretario de Turismo Municipal, Netzah Peralta Radilla, quien esperaba obtener 50 por ciento de habitaciones rentadas, pero según datos oficiales se registraron solo 27.9 puntos porcentuales.
Ante esto, gerentes de hoteles de la zona Dorada y Náutica del puerto alertaron de que sufrirán falta de liquidez por la cancelación de la mitad de las reservaciones efectuadas durante noviembre e insistieron en que las marchas y bloqueos carreteros generan desconfianza, ya que nadie garantiza a los visitantes si “no quedarán varados ocho horas en la carretera”.
Así, de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Fomento Turístico, en el Acapulco Dorado la ocupación reportada ayer, primer día del mes de noviembre fue de 30.7 puntos; mientras que en la zona Diamante la ocupación registrada fue de 27.6 por ciento y en la zona Náutica la ocupación alcanzó 13.5 puntos.
El Triángulo del Sol registró en promedio 34.8 puntos porcentuales; es decir, 24.3 para Taxco y 51.8 puntos para Ixtapa-Zihuatanejo.
Con la caída de la ocupación, el restaurantero de playa Bonfil Margarito Pinzón Ignacio informó que redujo a la mitad el número de trabajadores porque el número de comensales que llegaban disminuyó considerablemente en las últimas tres semanas.
En el mismo tenor el gerente del hotel Playa Suites, Sergio Salmerón Manzanares, reiteró que el efecto de las manifestaciones “no genera confianza en los visitantes”, por lo que no hubo reservaciones en estos últimos meses.
“No le llegamos a la expectativa de ocupación que se tenía, porque simplemente no alcanzamos esa tasa de ocupación, esperábamos un porcentaje más nutrido de un 50, un 60 por ciento”, dijo el hotelero.
Según él, la realización de marchas, además de reducir la cantidad de visitantes, provoca que en las hospederías se carezca de capacidad de pago por lo que han enviado a parte de la plantilla de trabajadores con “días solidarios”.
“Necesitamos generar confianza en la población para que regrese el turismo”, señaló Salmerón Manzanares.
Añadió que “no ha habido cancelaciones porque no hay reservaciones y antes había cancelaciones porque había reservaciones, ahora no se tuvieron reservaciones”.
Por separado, la presidenta de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA), Mary Bertha Medina Cortés, dijo que debido a que los turistas que llegan a Acapulco se trasladan por carretera “no es suficiente la cantidad de vuelos para llegar a Acapulco y el 80 por ciento de los turistas vienen en carretera, la mayoría llegan por autopista pero desgraciadamente ha habido bloqueos que han durado horas”, censuró la propietaria del hotel Playa Suites, ubicado en la zona Náutica del puerto.
“Ha habido cancelaciones de reservación para el mes de noviembre en un 40 por ciento (…) también están en riesgo las convenciones porque los asistentes no tienen la garantía de llegar a Acapulco”, señaló Medina Cortés.
La hotelera afirmó que las marchas en Acapulco y los bloqueos en las carreteras han afectado la llegada de visitantes: “comenzábamos a tener reservaciones para este puente y estábamos en un 50 por ciento pero nos cancelaron esta misma semana, pudimos llegar a un 90, 95 por ciento porque hubo un pequeño puente”, comentó.
En tanto, el restaurantero de playa Bonfil Margarito Pinzón pidió comprensión a los normalistas porque los daños que ellos mismos ocasionan también afectan el ingreso de los guerrerenses con el pago de los impuestos.
Según Pinzón, desde que comenzaron las protestas hace más de un mes, los comensales dejaron de ir a playa Bonfil: “ya no sabemos qué hacer porque no hay para más y solo esperar que llegue el turismo y los que llegan son gente de aquí mismo que llegan a comer, dos tres personas que llegan por fin de semana”.
Ante ello, reveló que en ese restaurante había 10 empleados y ahora solo tiene cuatro porque no “hay nada de gente” y ahora están “con el Jesús en la boca porque no sabemos si va a haber gente. Además del pago federal ante la Semarnat porque se paga el uso de playa y no podemos dejar de pagarlo”.
Finalmente, el restaurantero pidió a las autoridades prepararse para recibir el Tianguis Turístico porque es uno de los eventos trascendentales para definir el rumbo de ese destino de playa y cuyos ingresos servirán para poder reactivar sus negocios.

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