Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Acude la esposa del gobernador a Ayotzinapa a ofrecer dinero; se niegan a recibirlo

Lourdes Chávez

Ayotzinapa, Tixtla

La esposa del gobernador Rogelio Ortega Martínez, Rosa Icela Ojeda Rivera acudió el viernes a la escuela Normal de Ayotzinapa Raúl Isidro Vargas y ofreció dinero para los gastos de alimentación de los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos que permanecen en la escuela en espera de que sean presentados por las autoridades.
Un padre de familia informó que Rosa Icela estuvo ofreció dinero para solventar los gastos de alimentación, pero que  no lo aceptaron y le pidieron que se retirara porque “el dinero no es una llave” para entrar a la Normal.
Por separado, uno de los dirigentes estudiantiles detalló que la académica de la Universidad Autónoma de Guerrero llevó 300 mil pesos, lo que dijo, era una forma de restablecer el diálogo entre el gobierno estatal y la comunidad de Ayotzinapa, que no quiere saber nada del gobernador.
Indicó que la interlocución ya se estableció con el presidente Enrique Peña Nieto, y no quieren que el tema se regrese al gobierno estatal.
Según las primeras versiones, Ojeda Rivera  llegó a la Normal Rural  como cualquier otro ciudadano que solicitó entrar a la escuela para solidarizarse con los normalistas, pero la escuela estaba casi vacía porque la mayoría de los dirigentes, estudiantes y padres de familia se encontraban en la marcha estatal en Acapulco.
Al parecer, fueron maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) quienes la identificaron  y cuestionaron su presencia. El asunto trascendió ayer en los pasillos de la escuela.
Ayer en una reunión en Casa Acapulco, el gobernador les dijo a los diputados federales que buscaba establecer una interlocución con los normalistas, pero no dijo que su esposa había acudido personalmente a Ayotzinapa.
El padre consultado señaló que ayer, con la llegada de estudiantes de la Universidad Autónoma de México (UAM), ya no se sentían tan olvidados, “que no somos odiados (por los bloqueos carreteros y manifestaciones), como que lo arropan a uno”.
Subrayó que han recibido muchas muestras de solidaridad de distintos actores, en Tixtla y en Chilpancingo, y mensajes de todo el país y muchas partes del mundo, “pero de las autoridades sólo queremos la presentación inmediata de sus hijos”.
Reconoció que tantas versiones sobre sus hijos “los están volviendo locos, un día dicen que están muertos, otro que están vivos”, pero se aferra a la esperanza de que de alguna forma, su hijo vive.
Lamentó que ni el presidente Peña, en el encuentro que tuvieron en la ciudad de México, les diera información confiable del destino de los desaparecidos.

468 ad