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Sorprende a José Agustín que La tumba siga vigente a medio siglo de su publicación

*Muchos consideraban la novela como literatura express que pronto pasaría de moda, recuerda el escritor acapulqueño

Óscar Ricardo Muñoz Cano

A medio siglo de la aparición de la novela La tumba (1964), el escritor acapulqueño José Agustín declaró estar sorprendido y orgulloso de que el texto continué aún en el gusto de la gente a pesar de que en su momento se le llamó “literatura express”.
Entrevistado telefónicamente en su casa de Cuautla hace unos días, el autor aseguró que es una maravilla que este año de la mano de la editorial Random House se editara una edición de aniversario (con prólogo del escritor Carlos Velázquez), misma que se presentó el pasado primero de noviembre como parte de las actividades de la 34 Feria Internacional del Libro de Oaxaca de la mano de sus amigos Gerardo de la Torre, Enrique Serna, Hernán Lara Zavala, y de sus hijos Jesús y Andrés Ramírez.
José Agustín recordó que de los pocos fragmentos de la novela –que empezó a escribir “hace como siete mil años”– que dio a leer mientras la escribía fueron rechazados y hubo expresiones como “qué horror, que cosa estás escribiendo”.
Agregó que hace mucho tiempo “estábamos en una lectura con Gerardo de la Torre y yo y me hicieron leerla para decirme lo mismo y entonces Gerardo me dijo: ya ves, tuviste mucho éxito, y yo pensé, este cuate está borracho porque aquí casi me están mentando la madre y Gerardo agregó: tú síguele, mano, tú síguele, ya verás que será todo lo contrario de lo que te dicen…”.
Y efectivamente, “así fue, caray, quien se iba a imaginar que esta novela que escribí cuando tenía 16 años seguiría por aquí…”, y aceptó que el texto se convirtió en una novela de culto e imprescindible para los jóvenes; “me parece sensacional”, dijo.
La tumba narra las aventuras y desventuras de un joven clasemediero de 16 años, inteligente, astuto y aspirante a escritor, que entre otras cosas, se le acusa de plagiar un cuento de Chejov al tiempo que inicia una relación con una chica a la que termina por embarazar.
Escrita de manera ágil, con lenguaje florido y exponiendo las ideas de la época (los años sesenta) representó todo un hito literario por reflejar la esencia de la rebeldía juvenil.
En una época en la que no se firmaban contratos editoriales, José Agustín además evocó la memoria de otro grande de la literatura: Juan José Arreola, quien lo ayudó a publicarla.
“Nadie me la quería editar y un día Juan José Arreola me habló por teléfono y me dijo: oiga, su novela es muy editable, y yo se la voy a editar”.
Así, de simple, aseguró, “y pues yo me fui de espaldas pues carajo, mira todas las dificultades que he tenido con todo el mundo y Arreola me contesta tan fácilmente…”.
Entonces Arreola, que editaba la colección Los Presentes, donde también dio oportunidad de publicar por primera vez a un joven Carlos Fuentes, le dijo que incluso, podría tallerear con él la novela.
“Me dijo, véngase aquí a mi casa y allá estuve yendo a su casa un ratito porque como buen maniático corrector me dijo bueno, vamos a hacerle unas correccioncitas y pues las hicimos durante un año… Fue un año muy feliz de los muchos de mi vida”, mismo al que le seguirán otros tantos como novelas.
A 50 años de La tumba, destacó el escritor, “realmente me sorprendieron mucho con el homenaje, nunca había pensado en eso, cuando salió la novela mucha gente decía que eso era literatura express, que se iba a estar comprando un tiempo y que al rato nadie la iba a interesa y bueno, de repente llegamos a los 25, 30 años y ahora a los 50… No puede ser”, resaltó con entusiasmo.

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