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Marchan mil 500 en Tixtla por los 43 normalistas y conmemoran un año de la detención de Gonzalo Molina

*La marcha llegó hasta el Ayuntamiento, que sigue tomado por maestros. Exigen también la liberación de policías comunitarios presos en cárceles de máxima seguridad

Lourdes Chávez

Tixtla

Además de la presentación con vida de los 43 estudiantes detenidos-desaparecidos en Iguala, la Policía Comunitaria de la Casa de Justicia La Patria Es Primero marchó por la liberación de los presos políticos de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), a un año de la detención del promotor más visible de la organización en Tixtla, Gonzalo Molina González.
En la marcha que aglutinó a unos mil 500 estudiantes, maestros y vecinos, se recordó que Molina Gonzalez, preso en la prisión federal del Altiplano en la Estado de México, fue detenido el 6 de noviembre de 2013 en la carretera federal Chilpancingo-Tixtla, por los delitos de terrorismo, privación ilegal de la libertad y robo, entre otros, presuntamente cometidos en la toma simbólica del Ayuntamiento de Tixtla, donde desarmaron a varios policías municipales.
A pesar de su aprehensión, los policías comunitarios continúan sus labores de seguridad en la cabecera municipal, pero ahora usan pasamontañas o pañuelos para cubrirse el rostro, con los colores del uniforme que caracteriza a la organización comunitaria que se conformó en la Costa Chica-Montaña hace 21 años, playera verde olivo y pantalón negro.
Además de dos rifles AK-47 que muestran durante las manifestaciones, presumiblemente los que tomaron de los policías municipales de Tixtla, una docena de escopetas viejas, alguna resortera y hasta una macana se contó entre su arsenal. Varios policías comunitarios sin armas se manifestaron con machetes colgados al hombro.
En la avanzada, con la bandera de México al frente, marcharon en filas de tres los policías comunitarios, con una manta por la presentación de los normalistas desaparecidos, y la libertad de los presos de la CRAC.
Salieron a las 5 de la tarde del barrio de El Fortín, enfilaron hacia la carretera federal Chilpancingo-Chilapa, y tomaron por la avenida Insurgentes, al norte de la ciudad, donde se unieron vecinos con pancartas y playeras alusivas a Molina Gonzalez. Ahí, en la playera del papá de Gonzalo se leía, “mi hijo no es un terrorista”.
Con ellos estuvo una representación de estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa que gritaron consignas revolucionarias, maestros, vecinos y damnificados por la inundación de septiembre de 2013, cuando se desbordó la laguna.
Los familiares de los normalistas detenidos-desaparecidos que viven en esta ciudad, marcharon llevando fotografías de sus hijos: Joshivani de la Cruz, Julio César y Miguel Ángel Navarrete.
En la marcha hubo vecinos de todas las edades, desde adultos mayores hasta niños de cuatro años de edad. El contingente llegó a las 7 de la noche a la plaza frente al Ayuntamiento, que sigue tomado por maestros.

Gonzalo Molina, promotor de la CRAC-PC en Tixtla

En el mitin, recordaron que Molina Gonzalez nació en 1965, en el seno de una familia de alfareros de Matlalapa, Tixtla, que se mudó a la cabecera municipal cuando él tenía 10 años, y muy joven se interesó por los proyectos comunitarios; el último, fue de seguridad y justicia frente a la ola de asaltos y secuestros en la región, que lograron reducir con la adhesión a la CRAC-PC bajo “el modelo de nuestros abuelos náhuas”, precisó una mujer encapuchada.
Para dar una vida digna a su familia, destacaron, trabajó en jardinería y en la recolección de basura para ser congruente con su vida personal y su trabajo social.
También denunciaron que los delitos por los que está en prisión no tienen sustento, pues su única función fue dar seguridad y justicia en los pueblos. Señalaron que quienes deberían estar en prisión son los gobiernos omisos que permiten y toleran la impunidad.
Sobre los crímenes contra los estudiantes de Ayotzinapa, tres asesinados, 25 heridos (uno con muerte cerebral) y 43 desaparecidos, la CRAC-PC denunció que no basta la separación del cargo del gobernador Ángel Aguirre Rivero ni los cambios en su gabinete, o encarcelar a chivos expiatorios que sólo sirven para justificar y proteger a los verdaderos culpables.
En su posicionamiento, llamaron a la población a no permitir más crímenes, ni acostumbrarse a la violencia, “porque las autoridades le apuestan al desgaste, al cansancio y al olvido de nosotros; responderemos con más lucha y organización, gritando que otros mundo es posible y digno”.

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