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Reparten estudiantes de Ayotzinapa y egresados alimentos que tomaron de camiones en la capital

Los jóvenes detienen camiones de Coca-Cola, Marinela, Bonafont y Lala para repartir sus productos entre los ciudadanos en el mercado central, la alameda y la tienda Aurrerá

 

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Más de 250 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, respaldados por egresados de las nueve normales públicas de Guerrero, detuvieron camiones de productos de empresas en el crucero de Tierras Prietas y los distribuyeron entre los transeúntes, en tres puntos diferentes de la ciudad.
A las 11 de la mañana, unos 11 camiones con estudiantes llegaron al crucero de Tierras Prietas, donde permitieron el paso de manera fluida y sólo detenían a los camiones de empresas como Coca-Cola, Marinela y Bonafont.
Por una hora, los estudiantes, hombres y mujeres, coordinaban en los cuatro carriles de la Autopista del Sol el paso de los vehículos, para evitar algún congestionamiento vial y se registrara algún accidente.
En el lugar detuvieron cuatro camiones, el más grande pertenecía a la empresa trasnacional Coca-Cola, y ya que tenía doble remolque, permaneció estacionado a un costado de la carretera en espera de la repartición.
La entrada de los estudiantes y egresados a la capital del estado fue realizada en caravana, encabezada por una camioneta del Instituto Guerrerense de Infraestructura Física Educativa (IGIFE).
El primer punto de repartición de productos se instaló en la avenida Insurgentes, al norte de la ciudad, a escasos metros del mercado central Baltazar R Leyva Mancilla.
En dicho punto, los estudiantes detuvieron un camión de la empresa Grupo Lala. Durante unos minutos se coordinaron, para poder hacer la entrega de víveres sin interrumpir o afectar el tránsito vehicular.
A las 1:20 de la tarde comenzó la primera entrega de víveres, sobre esta avenida, donde se repartieron leche, crema, yogurt, galletas, agua y jugos entre los vendedores y trabajadores de autoempleo.
En el lugar, las amas de casas de escasos recursos se acercaban incrédulas a las camionetas, donde los estudiantes con el rostro cubierto, les entregaban litros de leche, galletas y jugos.
Ante la acción, los choferes de urvans y taxis se acercaban para pedir los productos que estaban repartiendo los estudiantes, además de que algunas familias completas, de escasos recursos, aprovechaban para guardar galletas e incluso crema.
La acción duro más de 25 minutos y la 1:43 de la tarde, un helicóptero del gobierno federal sobrevoló la zona de manera insistente, vigilando la entrada de los 11 camiones y la entrega de los alimentos.
“Es como si se hubiera adelantado la navidad, pero mejor”, explicó una señora que traía en su rebozo a su bebé, mientras cargaba un garrafón de agua Bonafont y un paquete de jugos de la misma marca.
De manera simultánea, un grupo de estudiantes normalistas llegó a las radiodifusoras ABC radio y Capital Máxima, para invitar a la población, principalmente de escasos recursos, a llegar a cualquiera de los tres puntos que tenían planeados para la repartición, como era el mercado, la alameda y la tienda Aurrerá.
En el segundo punto, donde iniciaron el reparto de productos a las 2:10 de la tarde, llegó más gente, a quienes les repartieron sopas instantáneas, sal, cloro, leche y chicharrones.
A las 2:26, otra vez fueron vigilados desde el aire por el mismo helicóptero.
Una jefa de familia explicó que esta acción de entrega de comida le ayudó mucho, porque sus hijos tendrán algo que comer, “cien pesos no me alcanzan, más que para un día”, agregó.
Sus hijos, de 7 y 8 años, le ayudan vendiendo pan, mientras ella se dedica a lavar ropa ajena, pero por lo menos este día lograron ahorrar en la compra de comida.
“Yo se los agradezco, la mera verdad, no sé cómo agradecer lo que ellos están haciendo, quizás haya un cambio, ojalá que se acabe con todo esto”, agregó.
El último punto de repartición fue en la esquina de la tienda Aurrerá, donde ante la llegada de los normalistas, los trabajadores de este supermercado cerraron sus cortinas de metal reforzadas.
En el lugar ya los estaba esperando el camión de doble remolque de la trasnacional Coca-Cola, así como un camión pequeño de productos Holanda, los cuales fueron repartidos por los estudiantes, quienes descendían el producto.
Los estudiantes y egresados tardaron más de media hora en repartir productos como cloro, sopas instantáneas, galletas, pañales desechables y al lugar llegaron más de 300 personas, quienes a pesar de que los normalistas ya se habían retirado del lugar y habían dado por concluida su actividad, continuaban bajando productos del camión.
Alrededor de las 3:35 de la tarde, los normalistas abordaron los 11 autobuses y se retiraron de la ciudad rumbo a su escuela.

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