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Rechazan PRI, PRD y Convergencia reducir a nueve los distritos electorales

 Martín Mora y Luis Walton critican la actual conformación, que fue utilizada por el PRI para obtener vetajas. La distribución fue igual para todos, replica Héctor Vicario

 Aurelio Peláez

Aunque en Guerrero se requiere un proceso de revisión de la organización de los distritos electorales federales, el proyecto de reducir de diez a nueve los distritos –como se ha manejado en una primera propuesta del Registro Federal de Electores, que evaluará el IFE– no es factible, aseguraron los dirigentes del PRI, PRD y Convergencia en el estado.

Martín Mora Aguirre, presidente del PRD, y  Luis Walton Aburto, de Convergencia, señalaron que la actual conformación de los distritos electorales es la heredada de cuando los gobiernos priístas controlaban las instancias electorales, y que la distribución de los mismos fue utilizada con el fin de que ese partido obtuviera ventajas en las elecciones.

Héctor Vicario, el dirigente priísta, negó que la actual distribución de municipios por distrito haya beneficiado electoralmente a su partido, y dijo que “cuando ésta se hizo fue igual para todos”. Sostuvo que una reducción de diputaciones traería complicaciones e inconformidades políticas.

Martín Mora afirmó que para beneficiar al PRI en anteriores procesos electorales hubo manipulaciones de organización geográfica, concretamente en los distritos con cabecera en Taxco, Iguala y Chilpancingo (2, 4 y 7, respectivamente), los cuales por cierto son tres de los seis que ganó el PRI en la elección de julio de 2003.

La actual distribución electoral, que es de 1991 –aunque su numeración cambio en 1994–, implicó integrar a municipios distantes entre sí en un solo distrito. En ese año el PRD ya comenzaba a tener una alta competencia electoral ante el PRI en Guerrero.

Al distrito 2, con cabecera en Taxco, con alta votación priísta –y eventual competencia panista– se le integró el municipio perredista de Teloloapan, que geográficamente debería estar unido al 1 de Tierra Caliente, o incluso a Iguala, del cual es vecino. En estos años, el PRI ha retenido ese distrito, ante una votación fraccionada de sus opositores en dos ciudades de riesgo, del PRD en Teloloapan y del PAN en Taxco, pero con el apoyo del voto de municipios donde la oposición apenas ha ido tomando plazas.

Así también, en Tierra Caliente los candidatos perredistas de la región no cuentan con el respaldo de los votos de Teloloapan, y los priístas han podido ganar la diputación federal por esa zona.

El distrito 4 de Iguala ha sido ganado siempre por el PRI. No obstante –señala Martín Mora– su formación integra a municipios desligados entre sí como Tlacotepec y Zumpango, que han sido priístas y que deberían estar dentro de la zona de Chilpancingo.

En el caso del distrito 7, con cabecera en Chilpancingo, que ha tenido una votación altamente priísta, se le incorporó Coyuca de Benítez, perredista desde la aparición del movimiento cardenista en 1988.

Esto –dijo Martín Mora– con el fin de evitar que los votos de Coyuca de Benítez afectaran al PRI en el distrito de Costa Grande, el 3, pero considerando que no sería un riesgo para la hegemonía del priísmo en la capital del estado.

El dirigente del PRD afirmó que el IFE debería tomar en cuenta las absurdas conformaciones en los distritos 2, 3 y 7, con el fin de que las elecciones en Guerrero sean más representativas y se desechen la actual conformación hecha para beneficiar al PRI.

Sostuvo que las diez diputaciones federales que se asignan a Guerrero son las correctas, y que reducirlas a nueve no sería conveniente pues podría provocar problemas políticos regionales, sobre todo en zonas que ya tienen una bien definida representación, como Tierra Caliente y la Costa Grande y Costa Chica.

La asignación de 10 diputados es correcta: Walton

El presidente del partido Convergencia en la entidad, Luis Walton Aburto, afirmó que la asignación de diez diputados a federales es la correcta, tomando en cuenta la densidad de la población que habla de asignar un espacio legislativo por cada 250 mil habitantes. “En todo caso si hablamos de que en Guerrero hay 3 millones de personas, podríamos pensar en pedir una más”.

Walton agregó que hay la sospecha de que la organización de los distritos electorales se ha hecho para beneficiar al PRI, por lo que dijo estar de acuerdo en que el IFE revise sus criterios de conformación distrital.

Recordó que ha habido absurdos como el que hace unos años los municipios de la Costa Chica como San Luis Acatlán, Igualapa y Xochistlahuaca pertenecieran al ahora distrito 5 con cabecera en Tlapa, y no al de Ometepec.

Luis Walton afirmó que el IFE tiene la oportunidad, con el programa de redistritación, de corregir las posibles “mapacherías electorales” heredadas de gobiernos priístas, y sostuvo que el Consejo Estatal Electoral debería comenzar un procedimiento parecido, sobre todo en el caso de los cinco distritos de Acapulco, pues en estos se incorporan a municipios como Coyuca de Benítez, San Marcos y Tierra Colorada.

El senador Héctor Vicario, presidente del PRI en la entidad, señaló “no estaríamos de acuerdo” ante la posibilidad de reducir de diez a nueve los distritos en Guerrero. Sostuvo que una redistribución electoral traería complicaciones, “sobre todo porque si se reducen los distritos, geográficamente quedarían desubicados unos de otros. Tendrían que distribuir los municipios del distrito que desaparezca y eso generaría problemas”. Explicó que la distribución electoral actual es la correcta.

El dirigente priísta negó que la conformación distrital actual beneficie al PRI. “No, de ninguna manera se puede decir que beneficie a algún partido. Lo que sí tiene es la circunstancia geográfica de que es factible una mayor comunicación entre los electores, pero de ninguna manera,  la actual es parejas para todos”.

Este mes de junio, el Registro Federal de Electores (RFE) concluyó los trabajos internos para determinar los criterios y las metodologías que se aplicarán en la redistritación. Ahora, el Consejo General del IFE, en sesión pública, debe analizarlos y aprobarlos para entrar de lleno a los trabajos de redistritación electoral.

La distritación vigente data de 1996 y fue elaborada con información del censo nacional de población de 1990, lo que ya fue rebasado en varios de los 300 distritos electorales que hay en el país debido al decrecimiento poblacional, en algunos casos, y el aumento de la población en otros.

De acuerdo con el RFE, hay estados que en los últimos ocho años han registrado un decremento de la población por migración, mientras que otros la han absorbido y hay una aumento en el número de sus habitantes, por lo que la distritación actual no refleja la realidad demográfica de México ni su movilidad poblacional. La nueva redistritación que estará lista antes de que acabe el año, servirá para los comicios

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