Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Dos mujeres guerrerenses, las sobrevivientes de la trágica historia de la isla de Clipperton

Las guerrerenses Daría Pinzón, de Aguas Blancas y Tirsa Rendón, de Tecpan de Galeana, formaron parte de un grupo de mexicanos que “por razones de soberanía” y por órdenes del presidente Porfirio Díaz, se embarcaron a finales de 1905 en una nave al mando de Ramón Arnaud con la intención de poblar la isla de Clipperton, ubicada en aguas mexicanas del oceano Pacífico.

Así lo sostiene el cronista de la ciudad de Tecpan de Galeana, Ramón Sierra López, quien presentó el trabajo titulado Tirsa Rendón Hernández y Daría Pinzón, dos mujeres de la Costa Grande que vivieron los momentos dramáticos de la isla de Médanos, La Pasión o Clipperton en la segunda sesión académica de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística la noche del viernes en la Universidad Americana de Acapulco.

En el trabajo se narra primero la historia de Daría Pinzón, según la contó a su nieta, Olga Pinzón.

Sierra López dijo que entre los extranjeros que llegaron a la fábrica de hilados y tejidos del poblado de Aguas Blancas estaba el alemán Gustavo Schultz, quien le propuso a Daría Pinzón, quien tenía ya una niña de diez años, María de Jesús Pinzón, que se fuera con él a una isla, –la isla de Clipperton– y ésta aceptó.

En la isla, la casa de Daría y la de su esposo era la más grande, pues Shultz era el hombre importante de la isla, tan es así que hasta eran llamados el rey y la reina de Clipperton. “Dice mi abuelita que tenían un cuarto lleno de monedas con la que les pagaba a los soldados”, según el testimonio de Olga Pinzón narrado al cronista.

Sierra López narró que durante su estancia en el lugar los sobrevivientes se alimentaban con víveres que les mandaba el gobierno de México cada tres o cuatro meses y tomaban agua de lluvia que capeaban en recipientes. Las mujeres con una canastita se iban por toda la orilla de la isla a recoger huevos de pájaros. Así lo hacía Daría Pinzón.

Además de eso Daría y su hija aprendían a leer y escribir junto con los niños de las familias de los soldados quienes recibían clases de Alicia Rovira, la esposa del capitán Arnaud.

Después de cinco años, Daría y Shultz abandonaron la isla con el capitán Arnaud, en 1911, fecha en que había concluido la dictadura de Porfirio Díaz y estaba ya en el poder Francisco I. Madero.

Shultz y Daría decidieron permanecer en Acapulco y luego viajaron a los Estados Unidos, donde les tomaron una foto al arribar al puerto de San Francisco publicada en un periódico de California en 1912.

Por otra parte, Sierra López dijo que de la historia de Tirsa Rendón se sabe por su testamento escrito por Decidor Silva Valle y publicado en el periódico El Sol de Acapulco.

Casada con el teniente Secundino Ángel Cardona Mayorga, originario de Chiapas y segundo de Arnaud, Tirsa Rendón partió a la isla en 1914 sin saber que pasaría cuatro años de incertidumbre, pues a casi un mes de haber llegado a Clipperton, el barco que tenía la misión de llevar víveres a la isla fue hundido. Luego un fuerte ciclón tiró las casas de madera y sólo quedó de pie el faro. En los próximos tres años no volverían a ver otro barco.

Según relata en su trabajo Sierra López, poco a poco los habitantes fueron muriendo. Una mañana de 1915 murieron los últimos hombres que quedaban, uno de ellos, esposo de Tirsa, en el intento de querer llegar a un barco que pasó a lo lejos.

“Apenas se habían quedado solas las mujeres cuando apareció el Negro Victoriano quien había estado encarcelado en el faro, quien las violó, tanto a las mujeres como a las niñas. Aunque Tirsa no lo menciona en su testamento, se sabe que fue ella quien mató al Negro”, se relata.

Fue en 1918 cuando el barco Yorhtan pasó por las cercanías de la isla y las rescató. La otra sobreviviente fue la esposa del capitán Arnaud. Fueron llevadas a Veracruz donde trabajaron vendiendo aguas frescas y fritangas a fin de sobrevivir y costearse su pasaje para poder regresar a sus lugares de origen.

468 ad