Cuauhtémoc Sandoval Ramírez

El triunfo de Amalia García

Zacatecas. La primera gobernadora de izquierda en esta convulsa etapa de la transición democrática en México fue electa este domingo 4 de julio, con una votación del 46 por ciento de las y los zacatecanos, lo cual le permitirá al mismo tiempo al PRD tener mayoría en el Congreso local (30 escaños) y en los 57 Ayuntamientos del estado de Zacatecas.

Amalia Dolores García Medina será la estrella solitaria en la Conferencia Nacional de Gobernadores, ya que en el presente año de las 14 gubernaturas en disputa no existen candidatas a ocupar este puesto de elección popular. Por otra parte, será la primera gobernadora del PRD que proviene de la izquierda socialista, desde el PCM pasando por el PSUM, PMS y que se constituyó en un afluente fundamental del PRD.

En las últimas semanas de la campaña, Amalia García y el PRD soportaron una feroz guerra sucia del PRI que destacaba el supuesto desvío de recursos del gobierno estatal hacia la campaña perredista, pasando por la falsificación de encuestas, hasta una feroz campaña anticomunista destacando que Amalia cerraría templos, prohibiría las imágenes religiosas y promovería los abortos, y por si fuera poco, le señalaban su condición de madre soltera. En un estado en cuya población son mayoritarias las mujeres por efecto de la migración, el mensaje machista no surtió efecto.

En esta campaña, el PRI y su candidato el senador José Bonilla, auténtico dinosaurio priísta, líder de los ganaderos de Fresnillo y prototipo de los políticos de viejo cuño, contó con la complicidad del Partido del Trabajo (no de los Trabajadores como nuestros compañeros del Brasil), cuyo líder José Narro encabezó la falsificación de las encuestas y se involucró directamente como cabecilla en la guerra sucia. Esta conducta perversa del PT seguramente tendrá sus consecuencias en la política de alianzas del PRD de cara al 2006.

En la campaña anticomunista y oscurantista también participaron personajes como el senador Genaro Borrego, ex gobernador de Zacatecas, quien se ha autocaracterizado como integrante del ala socialdemócrata del viejo PRI, sin embargo su pleito personal con el gobernador Monreal y su apoyo desmedido al candidato priísta, lo han ubicado como un auténtico personaje del conservadurismo priísta. Otros ex gobernadores, en solidaridad con el licenciado Francisco E. García Estrada, ex gobernador zacatecano y padre de Amalia, recientemente fallecido, así como por apoyar un verdadero cambio en Zacatecas, optaron por apoyar a la abanderada perredista.

Quiero relatar un hecho. El lunes 21 de junio, se celebró en la ciudad de Zacatecas la reunión constitutiva del Comité sobre Migraciones de la Internacional Socialista, cuyo Consejo Mundial celebrado en Madrid en febrero pasado, y a propuesta del presidente de la IS Antonio Guterres, ex Primer Ministro de Portugal, designó en ausencia, a Amalia García como su presidenta.

Como se recordará en octubre pasado, el PRI fue admitido como miembro de la IS, sumándose al PRD quien desde su fundación en 1989 estrechó lazos con esta organización mundial de partidos políticos. Para el acto inaugural, convenimos con nuestra contraparte priísta que diesen un saludo de bienvenida los dos presidentes estatales del PRD y del PRI, a los invitados internacionales y nacionales, entre los que se contaban destacados dirigentes de la IS, como el secretario general Luis Ayala y el presidente del Comité para América Latina y el Caribe, el costarricense Rolando Araya, así como varias figuras internacionales.

El derrotado candidato priísta José Bonilla se empecinó en hablar en el acto inaugural y tuvimos que modificar el formato a fin de que hablase en sustitución del presidente del PRI estatal. Sólo una vez mencionó la palabra Internacional Socialista y en los siguientes párrafos sólo decía la palabra Internacional. A ese grado llevó su tozudez anticomunista.

La campaña de Amalia García y del PRD tuvo un contexto adverso tanto interno como externo. El primero de marzo empezó la difusión masiva de los videos que mostraban a destacados dirigentes nacionales perredistas implicados en actos de corrupción, hecho que sembró dudas en el electorado (no muchas afortunadamente), en momentos en que había empezado la campaña en febrero de este año.

Posteriormente, la agresiva campaña del gobierno federal contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal y su partido que ha tensado la situación política nacional, obligó a que la máxima dirigencia nacional enfocara sus baterías contra la política de Fox y esto abrió un nuevo flanco contra la derecha mexicana y su gobierno.

En esta campaña, Amalia contó con los puntos a favor del gobierno de Ricardo Monreal Ávila y sus altos índices de popularidad, hecho que la llevó a plantear que el nuevo gobierno zacatecano daría nuevos pasos en el camino del cambio y de la transformación de Zacatecas en un auténtico estado binacional, dado el hecho de que el 50 por ciento de su población vive en Estados Unidos. Desde su triunfo en la gubernatura en 1998, el PRD ha subido su votación en las sucesivas elecciones, tanto en las federales como en las estatales.

El nuevo gobierno de Zacatecas que se instalará el 12 de septiembre de este año, se ha planteado el reto de constituirse como un laboratorio de izquierda, de cara a las elecciones de 2006, acerca de las complejas relaciones bilaterales México-Estados Unidos, para lo cual la nueva gobernadora pretende lanzar algunas iniciativas en el terreno migratorio, en el tema del uso de las remesas y el fortalecimiento de las amplias relaciones societales que existen en nuestros dos países a través de sindicatos, agrupaciones sociales, universidades, ONG y sobre todo la estructura de la Federación de Clubes Zacatecanos que existe en toda la Unión Americana. Estas relaciones trascienden con mucho a las relaciones gubernamentales.

Por lo pronto, la nueva gobernadora participará como observadora en la Conferencia anual de gobernadores fronterizos que se realiza una vez en México y otra en Estados Unidos. Si bien Zacatecas no tiene frontera, su problemática está íntimamente ligada al futuro de la relación bilateral, que hoy por hoy es el punto nodal de la política exterior de México y que por lo tanto, exige una definición puntual de la izquierda mexicana que aspira a gobernar este país.

No se descarta que el PRI y sus aliados pretendan manchar la elección. La limpieza y la transparencia de este proceso electoral no deja ningún margen de duda acerca de la legitimidad de la nueva gobernadora, quien ahora tendrá la difícil decisión de conformar un gabinete incluyente tanto de miembros del PRD como de la amplia sociedad civil que la apoyó en este proceso electoral