Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Rogelio Ortega: los estudiantes de Ayotzinapa y los padres de los desaparecidos hacen un gran daño a Guerrero

*No podemos permitir que los violentos hundan a Guerrero, no vamos actuar con la represión”, dijo el gobernador por la quema de vehículos. Llama a “la sociedad guerrerense para que expresen su sentir, somos más los que queremos la paz que los violentos”, dijo. Advierte que va a llegar el momento en que la solidaridad con los estudiantes masacrados y desaparecidos “se retire por la violencia”

Karina Contreras

El gobernador Rogelio Ortega Martínez dijo que a pesar de los hechos violentos de este sábado en Chilpancingo por parte de las organizaciones que exigen la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, no va a usar la fuerza pública para reprimir, pues antes de ello “presentaría mi renuncia”, pero convocó a tender el diálogo para no dañar más a Guerrero.
“Es el momento en que Tlachinollan, la CETEG, los estudiantes de Ayotzinapa y los padres de familia así como los movimientos reflexionen del gran daño que le están haciendo a Guerrero”, dijo el gobernador.
En conferencia de prensa casi a las 9 de la noche en el hotel El Mirador, en Acapulco, Ortega Martínez pidió a los familiares de los jóvenes desaparecidos que le ayuden y que contribuyan con el gobierno para reconstruir la paz.
Agregó que “a los de la CETEG, a los normalistas de Ayotzinapa y a los defensores de los derechos humanos de todas las expresiones, especialmente a Abel Barrera que dirige Tlachinollan, pido que se deslinden de los actos violentos para que contribuyan a reconstruir el tejido social y la gobernabilidad”.
Dijo que convoca a un diálogo franco y abierto, “no podemos permitir que el estado se nos vaya como agua en las manos, yo ofrezco los dos brazos sinceros para establecer un diálogo positivo, constructivo y franco, sinceros con todas las expresiones y movimientos sociales, incluidos los movimientos radicales, los movimientos que hoy han optado por trabajar en la clandestinidad para construir un proyecto insurgente de lucha armada, conocemos porque lo han expresado a través de comunicados, al ERPI, EPR y otras expresiones, para ellos también los brazos abiertos de mi gobierno para que establezcamos una mesa de diálogo por la paz, por la gobernabilidad democrática, por la armonía y en la que todos aportemos para que podamos sacar al estado de Guerrero del rezago en que se encuentra”.
Luego Ortega Martínez dijo que invita al abogado del Centro Tlachinollan, Abel Barrera, para que se incorpore al gobierno y comentó que podría ser en Desarrollo Social, porque Beatriz Mojica va a renunciar por sus aspiraciones políticas y será un espacio y buen mensaje a la sociedad, “si el ingeniero se incorpora al gobierno, lo invito”.
El gobernador dijo que ha buscado por todos los medios el diálogo y pidió a los manifestantes reflexionar porque no saben en qué momento se pueda ir de las manos este tipo de movimientos.
“Es el momento en que Tlachinollan, la CETEG, los estudiantes de Ayotzinapa y los padres de familia así como los movimientos reflexionen del gran daño que le están haciendo a Guerrero”, indicó el gobernador.
Ortega Martínez dijo que expresa su solidaridad y comparte el dolor de las familias de los 43 normalistas, y que su gobierno tiene el propósito de reconstruir la paz democrática.

Que Guerrero no se hunda

Consideró que de esta crisis política y social se puede salir fortalecido construyendo la paz y la gobernabilidad, pues se tiene que contribuir para que Guerrero no se hunda.
Ortega Martínez dijo que aunque hay voces que le dicen que use la fuerza pública no lo va a hacer, porque la violencia genera más violencia y “no podemos permitir que los violentos hundan a Guerrero, no vamos actuar con la represión, esa no es mi vocación, no vengo a eso porque en lugar de armonizar contribuiríamos más a profundizar la crisis”.
Manifestó que no va a criminalizar la lucha social, pero que cuando hay contingentes que hacen un reclamo justo, los “violentos se introducen para generar destrozos” y dijo que los derechos terminan cuando se afectan a los de los terceros.
Subrayó que los violentos al amparo de una causa justa del dolor de los desaparecidos, han hecho de las suyas y ha habido tolerancia en extremo por parte de la autoridad, en especial con su gobierno, y “no vamos usar a los elementos de la fuerza pública para contener, no es correcto, por ello hago un llamado al conjunto de la sociedad guerrerense para que expresen su sentir, para que puedan decir que somos más los que queremos la paz que los violentos”.
Ortega Martínez comentó que pidió que no se aplicaran los protocolos que se hacen durante los actos violentos en el Palacio de Gobierno, porque no quiso exponer a los servidores públicos y fueran “agredidos con bombas molotov o piedras, yo sé los costos económicos y materiales que esto significa, lo he dicho y ojalá el pueblo me comprenda, que tope en lo material mientras no haya pérdida de vidas humanas”.
Ortega manifestó que en seis meses quiere demostrar al pueblo que los ciudadanos comprometidos con Guerrero son más y “vamos a dar una lección a los políticos corruptos, políticos que se asociaron con la delincuencia organizada y que son los causantes de lo que pasó en Iguala y de toda esta crisis que vivimos, que entre todos podemos construir la paz”.
Ortega Martínez fue reiterativo a llamar a la paz y a que “no permitamos que el mundo entero y la nación se crea que Guerrero es un polvorín, y se cree la idea de que no pueden venir a disfrutar de Acapulco, blindemos al puerto, pedimos a los turistas que no cancelen reservaciones; tenemos que mandar el mensaje que en Guerrero nosotros los protegemos”.
Luego pidió a los medios de comunicación generar una situación positiva para Guerrero y que se pueda “aislar y encapsular a los violentos para que se retiren, si éstos quieren un diálogo franco y presentar sus propuestas mi gobierno los recibe para hacer un diálogo donde nos entendamos de manera civilizada”.
Insistió a los grupos que se deslinden de los hechos violentos porque de no hacerlo querrá decir que “ellos son responsables de los actos de violencia y si no es que los encapuchados no tienen nada que ver con el movimiento y son los que tenemos que aislar”.

No dar espacio a la violencia

El gobernador subrayó que todos “somos solidarios con el dolor de las familias de los desaparecidos, pero también va a llegar el momento en que esa solidaridad se retire por la violencia, por lo que convoco a los líderes más visibles que se deslinden de esos actos, que no los respalden para que se inhiban y se replieguen”.
Pidió a los medios de comunicación ayuda y no dar espacios a la violencia en los medios, porque no ayuda, y no es verdad que Guerrero sea un polvorín y que todo el estado se está “insurreccionando en contra de las autoridades, la toma de los ayuntamientos son simbólicas; no permitamos que los violentos se aprovechen”.
Antes, en el 23 Encuentro de la Ultreya Nacional de Cursillos de Cirstiandad, al que acudieron más de 12 mil católicos, el gobernador Rogelio Ortega dijo que hay cosas que se dejan a la fe y al milagro que desde lo más alto pueda ser concedido, y que desea que se produzca que los jóvenes estén bien y que a cambio de las 43 jóvenes desaparecidos él daba su vida.
Pidió orar y clamar por la paz, porque la violencia venga de donde venga produce más violencia.
En su mensaje a los católicos, Ortega Martínez manifestó que comprende el dolor y la exigencia, pero no “comparto que al amparo del dolor se cometan actos de violencia que infunden miedo y terror, semilla para que muchos turistas no visiten Acapulco, Guerrero”.
Pidió a quienes reclaman que no afecten a terceros, que no dañen a las empresas y centros comerciales, porque los empresarios están presionando y dicen que ellos se van a retirar de Guerrero, sobre todo los que han sido afectadas, y que si lo hacen mucha gente se va quedar sin empleo.
Dijo que pide a los empresarios que no abandonen Acapulco, que no abandonen Guerrero y que tiene fe en que se armonice Guerrero para que se construya la paz y la gobernabilidad.
Pidió que si detienen los carros oficiales que se los queden si los necesitan, pero que no bloqueen las carreteras porque no ayuda, con “ello no vamos a lograr el milagro que queremos, al contrario, vamos hundir al estado de Guerrero y todo lo vamos a padecer”.
Agregó: “Lancen piedras contra mí, si así creen que podemos recuperar a los 43, pero dejen en paz a los ciudadanos y ciudadanas que dan empleo, dejen en paz a las personas que quieren venir a visitar este hermoso puerto de Acapulco”.
Finalmente dijo que entiende la razón de los reclamos de los familiares y estudiantes de Ayotzinapa, pero no por esa causa justa se quiera derrumbar la economía de Guerrero, que el estado necesita paz y armonía.
Luego dijo a los católicos que espera que su estancia sea grata y que “ustedes en oración y en alegría propia de nuestra cultura cristiana disfruten Acapulco, que nos ayuden a construir la paz”.
Mientras que en su mensaje el presidente municipal de Acapulco, Luis Walton, dijo que podía dejar de referirse a las “terribles noticias que conocimos desde ayer, relacionadas con los trágicos acontecimientos ocurridos hace más de un mes en Iguala, me resisto a aceptar la posibilidad de un desenlace fatal, me resisto a aceptar que exista tal capacidad de maldad, por eso y hasta no tener elementos científicos contundentes quisiera mantener encendida la llama de la fe”.
Dijo a los familiares, pero en particular a los padres de los 43 jóvenes desaparecidos, que les reitera su solidaridad en estos momentos tan difíciles, que comparte con ellos el dolor, pero también “comparto con ellos la esperanza de que pudieran estar vivos. Hoy más que nunca es tiempo de la esperanza”.
Luego agradeció a los católicos que hayan optado por Acapulco para hacer su evento y que ese acto era un motivo de alegría para todos. En el acto estuvieron el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, y jerarcas católicos.

468 ad