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Queman la puerta principal del Palacio Nacional y 9 vehículos en el Palacio de Gobierno en Chilpancingo

Nueva protesta por Ayotzinapa en el Zócalo termina con la quema de la puerta de Palacio

*En la plancha de la Plaza de la Constitución los asistentes insisten en la renuncia de Peña Nieto y encienden veladoras como símbolo de duelo por los 43 desaparecidos

Agencia Proceso

Ciudad de México

Miles de ciudadanos marcharon ayer por la noche de las oficinas de la PGR, ubicadas en el Paseo de la Reforma, al Zócalo capitalino donde demandaron justicia en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
Al paso de la movilización, decenas de personas en las calles salían a aplaudirles en apoyo a la demanda de presentar vivos a los estudiantes.
Convocada a través de las redes sociales, la marcha de la PGR al Zócalo avanzó por Paseo de la Reforma.
Al pasar por el Hemiciclo a Juárez los manifestantes gritaron: “Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, el pinche gobierno se tiene que morir”.
Mientras la movilización avanzaba, se sumaron contingentes de jóvenes.
Al arribar a la Plaza de la Constitución los inconformes gritaron consignas frente a Palacio Nacional, como “fue el Estado”, “Fuera Peña Nieto”, “Los queremos vivos”, “Ayotzinapa vive” y “Castigo a los culpables”, “¡Que se vayan todos!”.
También hicieron un conteo del 1 al 43 para exigir la presentación con vida de los estudiantes y calificaron de “asesinos” a Enrique Peña Nieto y al procurador general de la República, Jesús Murillo Karam.
En la plancha del Zócalo los asistentes demandaron la renuncia de Peña Nieto, además de encender veladoras como símbolo de duelo.
En la concentración participaron activistas, estudiantes de universidades públicas y privadas, familias, centrales de trabajadores y el movimiento de trabajadores socialistas.
Los inconformes portaron carteles, velas, antorchas, flores y pancartas con la frase “Ya me cansé”, que se viralizó en redes sociales cuando Murillo Karam la pronunció durante una conferencia de prensa.
Al llegar a las puertas de Palacio Nacional, algunos de los manifestantes golpearon la puerta principal; luego brincaron la malla de protección, sin que los guardias intervinieran.

La  puerta de Palacio Nacional

En tanto, un grupo de manifestantes ajenos a la marcha, logró tirar la primera línea de vallas y luego cayó la segunda.
Los guardias del estado mayor desaparecieron del lugar.
Jóvenes encapuchados empezaron a pintar con aerosol la puerta de palacio.
A las pintas siguieron los cohetones y las bombas molotov que buscaban incendiar la madera de la entrada. Sorpresivamente, del interior de Palacio brotaron borbotones de agua que apagaron las llamas. Alguien lanzó bombas de gas pimienta.
La multitud se alejaba con el gas, pero volvía casi de inmediato. La mayoría eran jóvenes que sólo miraban al grupo de encapuchados.
“¿Cuál pacifismo?, ¿cuál no violencia?, acción directa y resistencia”, gritaban unos jóvenes cerca de la puerta.
Los encapuchados empezaron a usar las vallas metálicas como arietes para tratar de tumbar la puerta. Las hojas de las entradas temblaban con los golpes pero no cedían.
“Asesinos, asesinos”, seguían gritando los jóvenes en la segunda fila del espectáculo.
“Duro, duro”, los animaban.
La puerta finalmente cedió y cuando empezaban a tratar de entrar, un grupo de jóvenes empezó a perseguir a un hombre al que le gritaban “infiltrado, infiltrado”.
El hombre fue derribado y pateado en el suelo por los encapuchados. Se paró y siguió caminando hacia el extremo sur de Palacio Nacional. En cuanto llegó a la esquina salió un grupo de 50 policías federales golpeando sus escudos antimotines. Tras ellos salió otro grupo de cerca de 200 elementos del Estado Mayor. Los manifestantes se replegaron hacia el centro de la plaza y respondieron lanzando piedras y botellas.
El hombre que había sido golpeado por los manifestantes daba instrucciones a los militares quienes segundos después respondieron lanzando las mismas piedras y botellas.
“Fui con los manifestantes porque estaban tratando de quemar Palacio Nacional”, argumentó el oficial herido, quien tenía aliento alcohólico, mientras otro oficial trataba de jalarlo del brazo para llevárselo.

Realizan flashmob

Horas antes, con un reclamo de justicia, artistas, estudiantes y activistas se tiraron al piso un minuto en la plancha del Zócalo, en apoyo a los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Con esto realizaron el flashmob “Un minuto x Ayotzinapa”, convocado en redes sociales por un grupo de bailarines.
“¡Porque vivos se los llevaron, vimos los queremos!”, gritaron al levantarse del suelo.
Los inconformes leyeron el nombre de los 43 normalistas que desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.
Los asistentes portaron fotografías de los estudiantes y entre gritos aseguraron estar cansados de la impunidad e injusticia en el país.
“No fue uno, no fueron tres, queremos de regreso a los 43.
Los manifestantes caminaron en círculo rodeando el asta de la bandera que se ubica en la Plaza de la Constitución.
Sentados en el suelo, los manifestantes formaron la palabra “Fue el Estado” y con las manos levantadas señalaron el Palacio Nacional.
“Ayotzinapa vive, la lucha sigue”, corearon.
En la protesta se guardó un minuto de silencio por los desaparecidos de Ayotzinapa y todos los del país.
Después de esta manifestación, el contingente marchó a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) donde salío una marcha rumbo al Zócalo. (Agencia Reforma / Ciudad de México).

Incendian normalistas de Ayotzinapa vehículos de la Policía Federal y de empresas en el Palacio de Gobierno

*La acción de protesta sucede luego de que el procurador Jesús Murillo dio a conocer declaraciones de delincuentes que dicen que los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos fueron calcinados y sus restos arrojados al río de Cocula

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Unos mil estudiantes de normales rurales aguardaron la última hora de luz del día para responder a la Procuraduría General de la República (PGR), que presentó declaraciones de tres delincuentes implicados en la desaparición de los 43 alumnos de Ayotzinapa que afirman que fueron asesinados y calcinados. La respuesta fue incendiar nueve automóviles en la sede oficial del gobierno del estado.
Los manifestantes llegaron al Palacio de Gobierno alrededor de la 5:30 de la tarde cantando consignas, y prendieron fuego a una patrulla de la Policía Federal, a cuatro camiones de Gamesa y Lala y a cuatro vehículos oficiales en la entrada principal y en los estacionamientos del edificio.
En menos de media hora incendiaron los nueve automóviles, quebraron los cristales de los edificios laterales que dan a la calle y expresaron con pintas su inconformidad: “dame una razón para no sentir coraje, mis hermanos están siendo desollados, asesinados y tú me dices que esté tranquilo”, “queremos solución, o haremos quemazón”.
También se leyó, “te asusta un graffiti y no te asusta lo que el gobierno le hace a México”, “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, “no más impunidad”, “queremos justicia”, “nos faltan 43”, “con golpes o con armas, Ayotzi vive”.
A las 6 de la tarde los jóvenes regresaron a Tixtla, y diez minutos después acudieron los bomberos y rescatistas de Protección Civil que sofocaron los autos siniestrados en 25 minutos. Luego terminaron de quebrar los cristales para evitar accidentes.
A pesar de la densa nube de humo gris y negro que se formó, cientos de curiosos se acercaron a tomarse fotos y videos, incluso adolescentes hicieron un selfie para subir  autoretratos en las redes sociales. El humo se disipó en poco tiempo por las corrientes de aire de la noche, que cayó de pronto.
Los normalistas no entraron a las oficinas de gobierno, llegaron a los estacionamiento donde quemaron tres vehículos (otros no fueron tocados), y en una entrada lateral junto al encauzamiento Huacapa incendiaron otro, además voltearon una camioneta en el acceso del auditorio José Joaquín de Herrera.
Ni la fachada transparente ni los pasillos del auditorio Sentimientos de la Nación frente al Palacio de Gobierno fueron pintados.
Según las primeras versiones los estudiantes llegaron manejando los vehículos que quemaron en la entrada principal, luego llegó la patrulla de la Policía Federal y una pequeña multitud se dirigió hacia ellos en una clara ofensiva, pero alguien gritó, “es de los nuestros” y colocaron la camioneta junto a los demás vehículos a los que prendieron fuego.
Voltearon uno de los camiones quemados que en el techo decía “queremos justicia”, y antes de que se retiraran se escucharon las voces mujeres jóvenes cantar, “por qué, por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina”.
En las pintas se refirieron también al presidente Enrique Peña Nieto que salio de viaje a China en plena crisis política: “Sr. presidente, se va de viaje, ¿Y su país”, “si Aguirre cayó, Peña por qué no”.
para las 6:40 de la tarde-noche, incluso la excitación de los curiosos se agotó.

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