Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

“Luis Ángel regresará para cumplir su sueño de ser maestro”, dice la prima de uno de los 43 desaparecidos

*En su comunidad, San Antonio, municipio de Cuautepec, lo recuerdan como serio y aplicado. Sus ex maestros del Cobach participan en las protestas por su presentación con vida, y la de otros 42 estudiantes. Es uno de los 20 alumnos de nuevo ingreso que se inscribieron en la Casa del Activista de la Normal Rural, de los cuales diez fueron detenidos el 26 de septiembre

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

En San Antonio, municipio de Cuautepec, todavía tienen la esperanza de que Luis Ángel Abarca Carrillo regresará para cumplir su sueño: graduarse como maestro para ayudar a su madre, Metodia Carrillo Lino.
La madre de Luis Ángel, como los padres de los otros 42 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa detenidos-desaparecidos, tampoco cree la versión del procurador Jesús Murillo Karam de que Luis fue asesinado e incinerado por el grupo criminal Guerreros Unidos.
San Antonio es una comunidad pequeña con menos de 200 habitantes y se encuentra a orilla de la carretera nacional Acapulco-Pinotepa Nacional, a menos de media hora de Copala, en el entronque hacia Cuautepec, la cabecera municipal. Allí nació el 12 de octubre de hace 18 años Luis Ángel Abarca Carrillo, uno de los 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos detenidos-desaparecidos desde la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre, en Iguala.
Margarita Carrillo, su prima, cuenta que Luis es el octavo de los nueve hijos que tuvo doña Metodia. Los siete mayores ya están casados y el noveno estudia en el Colegio de Bachilleres, plantel 15 ubicado en Copala, donde también estudió Luis Ángel antes de matricularse en la escuela Normal de Ayotzinapa.
“Su madre, mi tía, no quería que estudiara después de que terminó Bachilleres, era el que más le ayudaba y pensó que no iba a poder sostenerlo como estudiante”, recuerda la prima del normalista desaparecido.
Pero Luis Ángel tenía muchas ganas de estudiar y lo demostraba con sus calificaciones, “fue uno de los mejores en el Cobach”, asegura Margarita. Dice que por eso su madre no le pudo negar que se fuera a Ayotzinapa cuando él insistió: “mamá, dicen que allá no se paga, nomás vamos a gastar lo de los pasajes, dicen que hasta de comer les dan”.
“Yo siento que sí vamos a poder ma, si ya pudimos en Bachilleres, ahora acá con mucho más razón, no se paga. Sí vamos a poder”, le dijo a su madre.
La mujer, que vive sola y se mantiene con lo poco que le dan sus hijos, respondió entonces: “pues no sé, allá tú”. Luis Ángel remató: “es que yo no quiero quedarme nomás así, a medias, yo quiero estudiar para ayudarte”.
El penúltimo de los nueve hijos de doña Metodia, Luis Ángel, fue el único que quiso seguir estudiando, sus hermanos mayores se casaron pronto después de que terminaron la preparatoria, actualmente algunos se ganan la vida como campesinos y otros como albañiles, mientras que el menor estudia el bachillerato, por lo que es poco lo que le llegan a dar a su madre, y apenas le alcanza para sobrevivir.
En el plantel número 15 del Colegio de Bachilleres de Copala recuerdan muy bien “al joven de bigotito ralo”, cuenta Margarita.
Quienes fueron sus maestros, con el apoyo de egresados de la Escuela Normal de Ayotzinapa que trabajan en el municipio de Coapala, realizaron un paro laboral, un plantón y bloqueos intermitentes a la carretera Acapulco-Pinotepa Nacional del 5 al 7 de noviembre, en la colonia El Manguito, en Copala, para sumarse a la demanda de presentación con vida, no sólo de Luis sino también de los otros 42 estudiantes desaparecidos.

Maestros y vecinos de Copala bloquean la carretera Acapulco-Pinotepa Nacional por Ayotzinapa

En el bloqueo intermitente, los maestros de Luis y los egresados de Ayotzinapa pidieron cooperación para ayudar a los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, que junto con doña Metodia mantienen la esperanza de encontrar con vida a sus hijos.
El tercer día del movimiento, también mandaron un documento al gobierno del estado y al federal que dice: “Los hechos de represión y violencia contra la sociedad y en particular contra los estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa ocurridos en la ciudad de Iguala los días 26 y 27 de septiembre, en los que también fueron agredidos nuestros compañeros Alfredo Ramírez García y Antonio Almazán Alarcón, han consternado a todo el país y a gran parte de la comunidad internacional”.
Continua: “Como sindicato, desde el primer momento nos incorporamos a las acciones para demandar la presentación con vida de los estudiantes normalistas desaparecidos, y castigo ejemplar a todos los responsables. No podemos ser indiferentes ante el dolor que sufren las familias de los estudiantes; éste es un crimen de lesa humanidad”.
Margarita, la prima de Luis Ángel, también insiste: “Entre los vecinos de San Antonio nadie cree lo que dijo el procurador de que a todos los estudiantes que no aparecen los mataron y los quemaron, hay dudas y tienen la esperanza de que Luis Ángel va a regresar y va a cumplir su sueño de ser maestro para ayudarle a mi tía, como lo prometió cuando se fue a la Normal”.
Expresa que en esa comunidad, la mayoría lo recuerdan porque es muy respetuoso con todos, “también es muy cariñoso con su mamá, con sus hermanos, es muy amigable aunque es muy serio, pero eso demuestra su responsabilidad y firmeza para hacer y emprender las cosas que quiere”.
Hoy, que los padres y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos se han hermanado en la lucha por la presentación con vida de los jóvenes, la prima de Abarca Carrillo dice que sabe que en el poco tiempo que llevaba en la escuela Normal, Luis Ángel se supo ganar el respeto de sus compañeros.
“Lo conocen como el Amiltzingo, no sé por qué, pero yo he platicado con muchos de sus compañeros y todos lo recuerdan con cariño y respeto. Dicen que era uno de los del grupo que formaba parte de la Casa del Activista, en donde están los que sobresalen políticamente, pero yo más bien creo que entró porque le gustaba estudiar, yo no le veía dotes de político”.
Testimonios de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa revelan que de 20 jóvenes de nuevo ingreso que se inscribieron para participar en la Casa del Activista, diez están entre los 43 normalistas desaparecidos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre, después de que fueron atacados a balazos por policías municipales de Iguala y pistoleros del grupo criminal Guerreros Unidos.
En la Casa del Activista, los normalistas pueden inscribirse de forma voluntaria para recibir formación política, y así lo hizo Luis Ángel Abarca Carrillo.
“Mi tía dice que a pesar del tiempo que ya pasó, no cree y no siente que Luis esté muerto, que ni por más ya hubiera tenido alguna señal, que una madre presiente cuando uno de sus hijos está en peligro, pero que ella tiene la esperanza de que mi primo va a regresar, que hasta lo sueña riéndose asentándose su bigotito ralo”.

468 ad