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El general López Gutiérrez y las violaciones a mujeres indígenas

Durante la estancia del general Mario López Gutiérrez en la comandancia de la Novena Región Militar, que abarca el estado de Guerrero, fueron destacadas las denuncias de comunidades indígenas por violaciones a sus derechos cometidas por tropas del Ejército. La respuesta del jefe militar a las denuncias fue negar los hechos y culpar a los indígenas de sembrar drogas o proteger a narcotraficantes.

Las denuncias más destacadas, y que siguen abiertas, son las que hicieron las comunidades indígenas me’phaa (tlapanecas) Barranca Tecoani y Barranca Bejuco, de los municipios de Ayutla y Acatepec, por la violación a dos mujeres, robo en agravio de varios campesinos y actos intimidatorios contra las comunidades.

El 16 de febrero de 2002, efectivos del 41 batallón de infantería del Ejército entraron a la comunidad de Barranca Bejuco. Después de establecer retenes y patrullajes intimidatorios, ocho soldados golpearon, ultrajaron y violaron a la indígena Valentina Rosendo Cantú, de 17 años, después de que trataron de obligarla a que respondiera a la pregunta “en dónde están los encapuchados”, en referencia a guerrilleros del EPR o el ERPI.

La víctima denunció que los soldados, que llevaban detenido a un campesino también tlapaneco, le leyeron una lista de once indígenas, la mayoría vecinos del mismo poblado en el municipio de Acatepec, y dijeron que todos ellos son “los encapuchados”, y que todos los de la comunidad de Barranca Bejuco también lo son, y la amenazaron de que irían a matar a todos los del pueblo si no les decía dónde están los encapuchados.

Al siguiente mes, el 22 de marzo, efectivos del mismo 41 Batallón, con sede en Chilpancingo, entraron a Barranca Tecoani, municipio de Ayutla, donde violaron y golpearon a la indígena Inés Fernández Ortega, de 21 años, y causaron otros daños como el robo de carne que tenía la familia para su alimentación, y el robo de una bomba aspersora a otro vecino, además de actos intimidatorios a indígenas de la comunidad.

En los dos casos, los hechos fueron denunciados ante la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero y Comisión Nacional de Derechos Humanos. A finales de 2003, este organismo nacional dio a conocer una recomendación por el caso de la violación a Inés Fernández Ortega, en la que establece, con base en un informe, que se violaron sus derechos.

Invariablemente, el general Mario López Gutiérrez, decía que las acusaciones en contra miembros del Ejército por la violación de indígenas en comunidades del municipio de Ayutla y Acatepec son “infundios”. El 20 de enero de 2004, entrevistado por reporteros sobre el caso, después de la que CNDH dio a conocer su recomendación, López Gutiérrez dijo que los militares acusados por las indígenas fueron exonerados.

El jefe militar dijo lo anterior entrevistado después de la incineración de mariguana y semilla de mariguana en las instalaciones de la 35 Zona Militar en Chilpancingo. Declaró: “No vamos a solapar nada, venimos a apoyar a la sociedad y ayudar al pueblo de Guerrero a que salga adelante, esa es nuestra misión. Todas las denuncias que se den les estamos haciendo caso y se van hasta sus últimas consecuencias no vamos a solapar ninguna cuestión de quien sea”.

Sin embargo, como lo hizo en ocasiones anteriores, sin que se haya investigado y sin tomar en cuenta la recomendación de la CNDH, López Gutiérrez negó los hechos denunciados, y dijo: “Lo que hemos tenido es esa parte de bombardeo de denuncias por parte de las presuntas violadas”. (De la Redacción).

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