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No es con el aumento de penalidad como se va a detener el crimen: Aguirre Franco

 

 Propone crear una cultura de vida en contra de las culturas de la muerte que prevalecen en la sociedad

 Karina Contreras  

El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, dijo que no es aumentando los años de cárcel como se podrá detener la ola de asaltos, secuestros, asesinatos y los robos. “No es ni la pena de muerte ni la pena capital, no es con más años que se le ponga a los delincuentes como se va lograr detener este situación, sino es necesario tener una cultura de vida en contra de las culturas de la muerte que están privando a la sociedad”, afirmó el prelado.

Aguirre Franco al finalizar la misa dominical, comentó a la prensa que ante la inseguridad que hay, la arquidiócesis ha exhortado a todas las parroquias para que se sumen a las manifestaciones que están urgiendo seguridad, pero comprometiéndose a la vez a promover la paz y la tranquilidad que todos necesitamos como una de las características del reino de Dios.

El prelado hizo un llamado a los secuestradores para que recapaciten sobre sus actos y reconsiderar su postura delante de Dios y de su conciencia, pues dijo que nadie tiene el derecho de atentar contra la vida de las personas.

Pero al mismo tiempo el prelado dijo que no está de acuerdo con la pena de muerte para los secuestradores como lo piden los ciudadanos, porque –dijo– eso no resuelve nada, pues por más años que se pongan o la pena de muerte no se va detener la violencia.

Hay que destacar que durante la misa fue repartido entre los feligreses un volante denominado Decálogo del arzobispado de México para evitar ser asaltado o secuestrado, donde se dan diez recomendaciones para este tipo de acciones: primero recomienda que se vista siempre de forma modesta para evitar que la indumentaria delate su estatus; cuidarse cuando un extraño se aproxime cambiando de acera; no portar credenciales de familiares para evitar que los secuestradores los extorsionen; no contestar llamadas de celular en público o lo harás pegado a la pared; variar las rutas y recorridos habituales de la casa al trabajo y de regreso.

También aconseja que se verifiquen las placas, el permiso y la foto del conductor cuando se aborde un taxi; ir acompañado al cajero automático y evitar los que funcionen en sitios solitarios; conducir el auto siempre a la expectativa, sobre todo cuando se detenga en un semáforo; denunciar ante las autoridades cuando se es víctima de algún delincuente y, por último, se sugiere que se encomienden a Dios y rezar el salomo 91 antes de abandonar tu casa.

Precisó Aguirre Franco que la Iglesia católica no da penas de excomulgación a esas personas, porque “no nada más es infligiendo penas como se va a corregir esto, pues no el castigo, sino hay que formar una cultura de vida en la cultura de muerte”.

–¿Qué tan grave es la inseguridad en Guerrero? –se le preguntó.

–Como en muchas partes, y un solo caso de asalto, de secuestro, de violencia nos debe preocupar. Nos sumamos al movimiento de las marchas para que se aleje este terrible látigo que está golpeando al mundo y prácticamente a los derechos humanos de las personas.

–Amnistía Internacional ha dicho que la justicia está negada a los más pobres de Guerrero ¿qué opina?

–No podemos hacer una afirmación así, no la universalidad, pero sí es cierto que los más pobres son los que más dificultad encuentran para que la justicia llegue hasta ellos, porque tienen menos apoyos, menos ayuda, no alcanzan ellos a tener los medios adecuados para saber defender su causa o para denunciar su situación de injusticia.

–Mañana –hoy– se cumple un año más de la masacre de Aguas Blancas, y no se ha castigado a todos los culpables ¿no refleja esto que no hay justicia para los más pobres?

–Yo creo que se ha aplicado en parte la justicia, aunque queden todavía algunos rubros y algunos aspectos pendientes, pues se sabe que es muy difícil la justicia perfecta en el mundo. Sé que ya se ha ejercitado justicia con algunas personas, que siguen presas y se les está juzgando por los hechos relacionados con esa dolorosa masacre de Aguas Blancas.

–Pero no se ha castigado a los señalados como autores intelectuales como el ex gobernador, Rubén Figueroa Alcocer o el dirigente del PRI, Héctor Vicario Castrejón…

–Vamos dejando que sean las autoridades las encargadas de establecer justicia y que decidan. Nosotros no podemos decir lo que se debe hacer. No puedo dar una aprobación a algo que no conozco, finalizó.

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