Matan a balazos a un maestro en El Coloso y al dueño de un autolavado de Solidaridad

Redacción

Un profesor y el dueño de un autolavado fueron asesinados a balazos ayer en la ciudad.
El primer suceso ocurrió en la avenida Peña Blanca, de la unidad habitacional El Coloso, donde hombres armados a bordo de un automóvil dispararon contra un maestro que iba rumbo a su escuela, a las 9 de la mañana. El reporte policiaco no detalla en qué plantel impartía clases la víctima.
Tras quedar herido el maestro Rey Arellano Solís, de 50 años, paramédicos de la Cruz Roja lo atendieron y lo trasladaron a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social ubicada en Llano Largo donde tres horas después murió.
Peritos de la Fiscalía realizaron las diligencias correspondientes en el sitio, mientras policías recorrieron la zona para localizar a los agresores, sin tener éxito.
El segundo homicidio sucedió a las 11 de la mañana en la calle Solidaridad, en el fraccionamiento Hornos Insurgentes, donde hombres armados irrumpieron en el negocio Auto Splash y asesinaron a balazos al dueño, Ricardo Juárez Palacios, de 40 años.
Policías fueron alertados por medio de una llamada de emergencias al 066 de que un hombre fue asesinado a balazos dentro de un autolavado.
En el lugar no se encontraron casquillos percutidos, mientras que los agresores se dieron a fuga. El crimen originó que los demás negocios cerraran por temor a otro atentando.
El cuerpo fue trasladado a las instalaciones de Semefo para hacer su necropsia de ley.

Palma Sola, desolado y sin patrullajes tras crímenes

Luego del asesinato a balazos de dos personas el domingo, una de ellas una mujer, ayer en la colonia Palma Sola no hubo patrullajes de policías.
De acuerdo con el reporte policiaco, la mujer asesinada en Palma Sola, Margarita Espinoza Pineda, de 44 años, fue esposa de un comandante de la policía municipal, mientras que Irvig Vivian, de 25 años, era efectivo de esa corporación.
Durante un recorrido por la Calle 1, se observó que los negocios aledaños estuvieron cerrados.
Según los vecinos consultados, el crimen asustó a los colonos y por ello no mandaron a la escuela a sus hijos.
Pidieron al gobierno municipal patrullajes policiacos para que haya vigilancia y certidumbre en la colonia. Asimismo, mencionaron que las personas asesinadas eran reservadas y no convivían con los vecinos.