La delincuencia controla ayuntamientos y policías municipales en Guerrero: Murillo

*Es “una debilidad brutal del estado de Guerrero”, afirma el procurador de la República. “Cuando dije ‘estoy cansado’, es que estoy cansado de eso, de una violencia brutal”

El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, afirmó que el control de los grupos delincuenciales en las policías municipales y la violencia que han causado es “una debilidad brutal del estado de Guerrero”.
Explicó que en la zona Norte (a la que se refirió como la “Tierra Caliente”) el Estado de derecho “estaba perdido completamente”, era su feudo, y que las alcaldías representan un serio problema porque “son muy débiles” para enfrentar la fuerza y el poder económico de los cárteles.
“Esto marca a cualquier país, no a un sexenio, la marca de ese tipo de eventos se quedan eternamente”, admitió al referirse a la matanza de seis personas y desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa el viernes 26 de septiembre en Iguala.
En entrevista televisiva con Carlos Loret de Mola para el programa de Televisa Primero Noticias, después de hablar del control de crimen organizado en las policías municipales de Iguala y “una parte” de Cocula, la detención-desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, las fosas clandestinas y la violencia, a pregunta expresa de qué es esto que ocurre en el estado, Murillo Karam respondió: “Una debilidad brutal del estado de Guerrero”.
Subrayó que la federación dio una respuesta “tan contundente”, tomó el control de todos los municipios que tenían esa debilidad, y está investigando si otros más la tienen.
Señaló que el Ejército, la Marina y la Policía Federal están “restaurando el Estado de derecho que estaba perdido completamente en esa zona”, porque “las presidencias municipales, que hoy veo, se convierten en un serio problema porque son muy débiles para enfrentar la fuerza de una delincuencia que tiene tanto dinero”.
“Hemos encontrado restos de laboratorios por toda la zona, es decir, era su feudo, era su feudo”, insistió para ejemplificar el problema.
Al preguntarle si la región es un tiradero de cuerpos recordó que en otras partes del país se han tenido casos “más grandes, en el sentido de incinerados, pozoleros”, y que han desmantelado a los grupos responsables de esas atrocidades.
Dijo que en Guerrero los enfrentaron en Acapulco y Chilpancingo, pero “la Tierra Caliente no se notaba” antes de la matanza y desaparición de los estudiantes.
Alegó que la PGR no entró tarde a Guerrero, porque lo hizo hasta que la Fiscalía del estado declinó, aunque destacó que “ya estábamos ahí, mis peritos estaban ahí, sólo en calidad de observadores pero fue muy útil porque la apertura de las primeras fosas, 30 (cuerpos encontrados) fue terrible”.
A pregunta expresa de si todo esto se pudo hacer sin protección política, si el Fiscal Iñaky Blanco Cabrera, si el gobernador con licencia Ángel Aguirre Rivero, y el aliado de Andrés Manuel López Obrador, Lázaro Mazón Alonso, son inocentes, Murillo Karam sólo reiteró que es una parte de la averiguación, pero ahorita la prioridad es la búsqueda de los normalistas y los culpables que puedan dar más información para tratar de encontrarlos.
“No está descuidada la otra parte, nada más que tiene que ser más cuidadosa y más lenta porque ahí hay que probar también si hubo algún tipo de responsabilidad o de relación”, afirmó, y no quiso adelantar si hay indicios porque podría haber inocentes y no puede condenarlos sin hechos reales.
Al procurador también se le preguntó si el caso Iguala es la peor tragedia, pero opinó que todos los homicidios “son tragedias”, los crímenes difíciles generan una “impotencia brutal” ante los familiares de las víctimas y “hay muchos”.

Está cansado de la violencia

De si fue un acto de represión política, recordó que en un principio el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, dio la instrucción, y que las declaraciones de los detenidos indican que los normalistas de primer año no sabían a qué iban.
“La mayor parte de los muchachos dicen ‘todos los que estaban pelones’, porque sólo había uno con pelo largo, todos los que estaban pelones no sabían a qué iban, ellos decían que iban realmente a –y que eso se los dijeron al final porque primero los llevaban a botear a Chilpancingo y se los llevaron a Iguala– y que ellos iban, sabían que iban a no permitir un evento de destape de la esposa del presidente municipal, hasta que alguno de ellos sí señala otra cosa, pero los demás no sabían”, afirmó.
“Los jóvenes, los chamacos, tenían seis meses en la escuela… estaban recién empezando a iniciar una vida, es verdaderamente terrible, cuando dije ‘estoy cansado’, es que estoy cansado de eso, estoy cansado de una violencia brutal, lo he vivido, lo tengo todos los días, entonces, sí me cimbra… sí me cimbra”, agregó.
Justificó que en la conferencia del viernes en la que expuso su versión de que los “44, 43” normalistas ueron asesinados u calcinados, dijo que estaba cansado porque es verdad y lo volvería a decir porque lleva 30 días durmiendo cuatro horas, ese día tenía 40 horas sin dormir, es “tan humano como cualquiera”, y ese día venía de la reunión con los padres en Chilpancingo, que resultó estremecedora por la “impotencia” que siente.
Agregó que hasta ayer había unas 12 o 13 averiguaciones previas en contra de los autores materiales, porque es urgente corroborar las versiones de dos de los tres últimos detenidos, porque el tercero “solamente vigilaba” y quiere “hacer un caso muy claro”.
Una rótula y un “pedazo” de hueso, a examen

El procurador reiteró que los peritos argentinos y mexicanos concluyeron que los análisis mitocondriales deben realizarse en la universidad de Innsbruck, Austria, y agregó que después tendrían que enviarse a otro laboratorio en España para precisar, y que señalan que “esa hoguera” llegó a los mil 600 grados centígrados y “sean quienes sean, los desintegraron”.
Reveló que “solamente una rótula y otro, un pedazo”, tienen posibilidades para ser analizados, pero no pudo precisar si ya se enviaron por el “trámite burocrático” que implica.
De la ayuda internacional, dijo que el presidente Enrique Peña Nieto firmó “desde el primer día” la autorización para que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) intervenga, la enviaron pero se la regresaron porque necesita correcciones, y “ya se están regresando” porque no hay nada que ocultar y los abogados de los padres han visto todo lo que han hecho; que el gobierno federal ha solicitado el apoyo de Estados Unidos pero sólo enviaron algunos analistas para ayudar “no mucho”.
Aseguró que mientras no tenga la certeza los seguirá buscando como desaparecidos y que se siguen realizando cateos y búsquedas donde les indiquen, pero “la averiguación tiene que centrarse, algo que a ellos no les gusta” como las fosas y las declaraciones de los autores materiales.
Confirmó que el ex alcalde José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa no han querido declarar ante las autoridades.
Aseguró que a ella prefirió arraigarla porque hay muchas cosas en su contra y “quiero encontrar todos los nexos que pueda haber”, “llegar a fondo”, y dijo que estuvo obligado a consignar a Abarca por la orden de aprehensión “por el asesinato anterior” contra el dirigente de Unidad Popular, Arturo Hernández Cardona. (Redacción / Acapulco).