“Basta de tanta corrupción, impunidad y violencia”, claman los obispos del país por Ayotzinapa y Tlatlaya

*Llevar la investigación hasta sus últimas consecuencias para que se conozca con certeza lo que ha sido de los normalistas desaparecidos, plantea el presidente del Episcopado en conferencia de prensa

Mariana Labasrida

Los obispos de México exigieron a las autoridades llevar la investigación “hasta las últimas consecuencias” para conocer con certeza lo que ha sido de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala a manos de policías municipales y sicarios del grupo delictivo Guerreros Unidos.
Asimismo, pidieron que se sancione con “todo el peso de la ley” a los autores intelectuales y materiales de los hechos, además de hacer valer el Estado de derecho para “poner fin a toda forma de violencia, actividad ilícita, corrupción, impunidad, nexos y complicidad de algunas autoridades con el crimen organizado”.
El cardenal José Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y arzobispo de Guadalajara, dijo que les preocupa que las autoridades y los partidos políticos hayan tenido conocimiento de los vínculos del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, con la delincuencia organizada y aun así se estuviera manteniendo y aspirando a escalar más en el poder.
Agregó que es el momento de la sociedad organizada de exigir a las autoridades prevenir que quienes gobernarán respeten la legalidad y los intereses y el bien de la comunidad.
El prelado católico dijo que también preocupa que detrás de los hechos de violencia ocurridos en las manifestaciones de apoyo a Ayotzinapa haya grupos interesados en dañar más al país, y convocó a no reaccionar con violencia porque se entraría a una espiral que lleva a la destrucción, de la cual no se retrocede.
En conferencia de prensa donde se presentó la 98 Asamblea Plenaria de los Obispos de México que se inició ayer y concluirá en viernes 14 en la Casa Lago de Cuautitlán Izcalli, estado de México, el secretario general del CEM, Eugenio Lira, leyó el comunicado firmado por los obispos de México, en el que expusieron que llegan a la asamblea con la preocupación por “la difícil situación” que padecen los ciudadanos.
“Una gran preocupación por la difícil situación que padecemos los mexicanos y mexicanas, a causa de diversas formas de injusticia, inequidad, indiferencia, inseguridad, miseria, corrupción, impunidad, violencia y muerte, como ha quedado evidenciado en los terribles sucesos de Ayotzinapa”.
Indicaron que sufren la zozobra de no saber qué ha sido de los 43 normalistas desaparecidos, y reiteraron su solidaridad con los familiares, compañeros y hermanos, además de orar porque “quede esclarecido el paradero” de los jóvenes.
Los obispos exigieron un “¡Basta ya de tanta corrupción, impunidad y violencia!”, no sólo por lo ocurrido con los jóvenes de Ayotzinapa sino también por lo sucedido en Tlatlaya y “el espeluznante descubrimiento de fosas clandestinas”.
“Enérgicamente pedimos a las autoridades llevar la investigación hasta sus últimas consecuencias para que se conozca con certeza lo que ha sido de los desaparecidos, se sancione con todo el peso de la ley a los autores intelectuales y materiales, y se haga valer el Estado de derecho para poner fin a toda forma de violencia, actividad ilícita, corrupción, impunidad, nexos y complicidad de algunas autoridades con el crimen organizado”, señalaron.
Expusieron que les preocupa que el “dolor y la indignación” se traduzca en actos violentos, que dañan la convivencia pacífica y retrasan el progreso.
Llamaron a las “fuerzas políticas y a la sociedad” a no lucrar con la desgracia y contribuir en la creación de la vida, dignidad y derechos de todas las personas sean plenamente reconocidos, respetados, promovidos y defendidos. Y participar en la búsqueda de soluciones de fondo con diálogo, creatividad, solidaridad y respeto a las leyes y a todos los ciudadanos.
Enfatizaron en el trabajo que hace la Iglesia en la provincia de Acapulco con los centros de atención a víctimas de la violencia.
Así como la atención a las familias de los estudiantes desaparecidos que viven en la Costa Chica, en Ayutla (11 familias) y en la Costa Grande, en Atoyac (4 familias), celebrando con ellos la Eucaristía y brindándoles acompañamiento personal.
En la sesión de preguntas y respuestas, de la información dada a conocer por el procurador Jesús Murillo Karam el pasado viernes, el secretario del CEM dijo que el funcionario federal proporcionó la información que consideró conveniente.
De las manifestaciones y hechos de violencia que se dieron después de la conferencia de Murillo Karam, como la quema de la puerta del Palacio Nacional, el cardenal dijo que lo que menos desean es que se reaccione con violencia, la cual “es una espiral que no nos va a llevar más que a destruirnos y a retroceder”, por lo que pidió que se aplique “todo el rigor de la ley”.
“Haríamos un llamado a la sociedad a que no reaccione por encima de la ley cometiendo actos de vandalismo que lo único que dañan es la convivencia y dañan también precisamente el marco legal que nosotros desearíamos que nos rija”, dijo el cardenal, quien agregó que preocupa que haya grupos interesados en provocar violencia.
También convocó a la sociedad a organizarse, “apostaríamos que si la clase política ha manifestado fallar, que la sociedad tome su papel, nos hemos tardado en reaccionar como sociedad y creo que es el momento de la sociedad organizada, exigir a nuestras autoridades prevenir a quienes nos van a gobernar en el futuro que en verdad se respete la legalidad y los intereses y el bien de la comunidad”, enfatizó.
Agregó que les preocupa que las autoridades y los partidos políticos tenían conocimiento de los nexos del ex alcalde de Iguala y su esposa con la delincuencia organizada, “nos preocupa que conociendo su trayectoria y conociendo su manera de proceder por encima de la ley se mantuvieran ahí, y estuvieran aspirando aún más en permanecer en el poder, preocupante porque están distorsionando el sentido de la política y del gobernante”, actuando en deterioro de la clase política que no está cumpliendo con su finalidad.
De la exigencia de los padres de los jóvenes desaparecidos de realizar pruebas científicas para demostrar que son sus hijos los que fueron quemados en el basurero de Cocula, el presidente de la CEM dijo que la ley exige eso, que no se puede decir sin más que corresponden a un grupo de desaparecidos si no se demuestra con estudios, “se tiene que hacer el esfuerzo de cotejar la realidad con el resto de los estudiantes, si no son, se trata de otro grupo humano que por el momento nadie está reclamando pero tiene que comprobarse quiénes fueron, porque los asesinaron”.
Sobre qué llamado le haría a quienes pertenecen al crimen organizado dijo que la iglesia siempre ha enseñado el no matarás, que los delincuentes tendrán que dar cuenta a la ley, sin embargo “en México se mata, se desaparece, se secuestra, se extorsiona y el extorsionador, el delincuente, el que quita la vida anda tan campante. Si acaso tocan la cárcel (los delincuentes) y dentro de poco se les ve libres o sirve para perfeccionarse en el arte de hacer daño a los demás”, expuso el cardenal y presidente del CEM, José Francisco Robles Ortega.
Agregó que si se está perdiendo el concepto de dignidad, el valor de la vida, es porque se está fallando en la educación, que es un tema que también los obispos se han cuestionado como Iglesia para ver los errores que están cometiendo en la evangelización, dijo.
Por su parte, el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, dijo que la iglesia tiene como reto hacer propuestas concretas no solamente para solucionar los problemas del momento sino ayudar a la reconstrucción del tejido social, de la confianza, así como acompañar a las víctimas y victimarios, “tenemos que ayudar a convencerlos como sociedad que la violencia conduce a más violencia”.
Los obispos lamentaron que no llegó a la conferencia el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, para responder las preguntas de los reporteros en relación a si han sido amenazados los sacerdotes de Guerrero y cómo se vive la situación de violencia en el estado.
A la asamblea asistirá el miércoles el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.