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Genera mil 400 cajas de jitomate el proyecto del bioespacio en Tepecoacuilco

 

 Recuperarán los productores en la primera cosecha la inversión inicial de 210 mil pesos. El proyecto es respaldado con recursos de la fundación Produce, del Ayuntamiento de Tepecoacuilco y de los productores. Existe la posibilidad de que se siembre calabacita italiana, informa el asesor técnico del proyecto, Eduardo Salinas

 Eduardo Albarrán Tepecoacuilco  

Más de mil 400 cajas de jitomate, de las variedades Toro y Sunseet, fue el resultado del proyecto de producción en el denominado “bioespacio” que se llevó a cabo en el barrio de La Mohonera, del municipio de Tepecoacuilco.

El proyecto del bioespacio comenzó en diciembre del 2003 con la instalación de la infraestructura para el cultivo, un sistema de riego por goteo y la preparación de la tierra (dos mil metros cuadrados) por 8 productores.

“Nos arriesgamos a hacerlo de una manera diferente a como habíamos sembrado”, según dijo José Guadalupe Hernández Agüero, representante del grupo de trabajo en dicho proyecto.

El sistema de los bioespacios se está llevando a cabo en varios lugares de Guerrero. En Tepecoacuilco hay dos, y de los 10 que existen, estos son los que mejores cifras en productividad han resultado. El proyecto es respaldado con recursos de la fundación Produce, del Ayuntamiento de Tepecoacuilco y de los productores, quienes aportan, entre otras cosas, su fuerza de trabajo.

La inversión, explicó el asesor técnico Eduardo Salinas Balbuena, fue de alrededor de 210 mil pesos, “pero estos son recuperables en la primer cosecha. Por ejemplo, de este proceso van a salir más de mil 400 cajas de jitomate. Si cada una cuesta, digamos 120 pesos, ya se pagó todo y lo que se aproveche para otros productos ya será pura ganancia”.

Explicó que los productores “están satisfechos con los resultados. Nunca habían experimentado este sistema, pero tampoco habían sembrado jitomate y ahora ya están pensando en capacitarse y es probable que algunos de ellos vayan a Cuba”, dijo Salinas Balbuena.

Por su parte, Hernández Agüero manifestó que “lo que queríamos era tener trabajo. Ya lo tenemos, y ahora esperamos aprender más de este sistema y del jitomate, para ganar más”.

Aún cuando tienen problemas con la comercialización, explicó que los productores no tenían conocimiento del proyecto: “No sabíamos nada de esto y ahora lo estamos haciendo, yo creo que poco a poco vamos a tener el conocimiento del mercado para nuestros productos”.

Agregó que hay diversas opciones para explotar el bioespacio, como lo es la siembra de chile, calabacitas, papaya y otros productos, sin embargo consideró que será necesario sembrar nuevamente jitomate “para conocerlo mejor”.

Indicó que otro de los pasos a seguir será el de organizarse de tal manera “que tengamos posibilidades de obtener créditos y otros apoyos para producir y vender mejor. Queremos tener productos de alta calidad, que los podamos vender como los de importación”, para lo cual ya están pensando en constituir una cooperativa u otra figura que les permita lograr sus metas.

Por otra parte, Salinas Balbuena comentó que existe la posibilidad de que se siembre calabacita italiana, para tener una variedad del producto y “no cansar a la tierra y que los productores vayan conociendo otras opciones”. Y agregó que en el caso del otro bioespacio que hay en este municipio, se pretende sembrar papaya y chile serrano.

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