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Denuncia la viuda del policía asesinado en Coyuca de Benítez por soldados irregularidades en la investigación

Carlos Moreno A.

Familiares del comandante de la Policía Ministerial Abtzadai Hernández Cristóbal, asesinado hace una semana en Coyuca de Benítez, exigieron justicia y que se presenten a declarar los 15 soldados que participaron en el ataque.
El comandante Hernández Cristóbal, de 35 años, fue ejecutado poco antes de la medianoche del martes 4 de noviembre, en el punto conocido como El Manantial, supuestamente por una “confusión”, durante una persecución de soldados a delincuentes.
En conferencia de prensa en un restaurante Vips, la esposa del comandante asesinado, Elvira Contreras Ramírez denunció que cinco de las 15 armas que fueron puestas a disposición del Ministerio Público del fuero común y en la subdelegación de la Procuraduría General de la República (PGR) en Acapulco, fueron cambiadas y por esa razón no saben quien le disparó a su esposo.
“A cinco militares se les cambiaron las armas, y por eso no encuentran quién disparó, como van encontrar eso si están evadiendo, y el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, los está protegiendo, ellos dijeron que él los protegía y no se dejaron desarmar”, dijo la esposa.
Precisó que el día del ataque, los militares se trasladaron a la fiscalía regional y dejaron el cuerpo de su esposo sin resguardo; además, sólo entregaron una bitácora con el tipo de armas que portan.
Aunque Contreras Ramírez aseguró que eran 16 los militares, sólo se presentaron a declarar en la Fiscalía Regional y en la PGR 15 soldados, “mi enojo es que a los compañeros de mi esposo los desarmó el Ejército, y a ellos nunca los desarmaron, ni entregaron sus armas, sólo una bitácora que es con la que salen los militares cuando van a trabajar, con armas y matrículas, aunque salieron 16 militares y sólo aparecen 15 a declarar”.
Reiteró su exigencia de “que se haga justicia, porque mi esposo era comandante habilitado, no es posible que quede impune, que no haya ningún detenido; y lo que mas coraje me da es que el señor Salvador Cienfuegos salga diciendo el día 10 que se está trabajando conforme a la ley”.
Contreras Ramírez responsabilizó a la Secretaría de la Defensa Nacional si algo les pasara a ella, a sus hijos o a su suegra, tras denunciar a los soldados.
De acuerdo con el expediente con número de oficio 1864, los soldados que se presentaron a declarar son el subteniente Fernando Cruz Cruz, el sargento segundo Francisco Rentería Anguinao, y los cabos Jaime Gómez Ortiz, Samuel Ramírez, Diego Martínez Santos, Miguel Ángel Reséndiz Torres, Juan Agustín Medina de Jesús y Matías Adame Bravo.
Además, los soldados Jorge Luis Benítez Hernández, Julio César Betancourt Saguilán, José Antonio Martínez Ávila, Adrián Gutiérrez Reyna, Mario Morales Hernández, Ángel González Juárez y Arcadio Olea Acatitlán.
Los cinco policías a los que les cambiaron las armas en el expediente, según el documento entregado por la esposa, son José Antonio Martínez Ávila, Mario Morales Hernández, Ángel González Juárez, Arcadio Olea Acatitlán y Matías Adame Bravo.
La madre del comandante ministerial manifestó con lágrimas en los ojos, “si mi hijo hubiera matado a uno de ellos, mi hijo ya estuviera preso, porque para ellos sí hay justicia, porque ellos mismos se hacen justicia, a mi hijo lo mataron y hasta ahorita no me han apoyado”.
“Exijo, como madre, que haya justicia, están adiestrados para matar civiles, porque ellos son gobierno, porque no están presos, queremos justicia”, dijo sollozando la madre desconsolada.
Mientras, la viuda del comandante cuestionó porqué la PGR atrajo el expediente del homicidio, “cuando no le corresponde porque fue un delito del fuero común, hay mucha corrupción”.
Asimismo, acusó que ninguno de los soldados involucrados en el ataque, todos ellos adscritos al batallón ubicado en Pie de la Cuesta, está detenido, y que fueron liberados dos días después, tras presentar sus declaraciones.
Contreras Ramírez dijo que su esposo y los dos policías ministeriales que lo acompañaban el día del ataque se identificaron ante los soldados que iniciaron el tiroteo, y los policías ministeriales repelieron la agresión.
“Lo que hicieron fue esconderse entre montones de tierra, y repelieron la agresión, ya que el Ejercito seguía disparándoles, mi esposo quiso subirse al auto y fue alcanzado por un disparo, del lado del pulmón, por el corazón”, contó la esposa.
“Sus compañeros seguían gritando que eran policías ministeriales, que se detuvieran, y el que iba al mando de los soldados gritó, ‘alto el fuego Ejército mexicano’, ya que le habían disparado a mi esposo”, señaló.
La viuda del comandante también acusó que los soldados no permitieron que los policías ministeriales llevaran a su esposo a la Cruz Roja y que les dijeron “ pinches policías corruptos” y fue hasta que observaron que se estaba desangrando el comandante, cuando accedieron pero al llegar al hospital, ya “no tenía signos vitales”.

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