Unos mil maestros de primaria del Ocotito se suman al paro por Ayotzinapa y bloquean la carretera México-Acapulco

Lourdes Chávez

Ocotito/Chilpancingo

Unos mil trabajadores de educación básica, de educación media superior, y padres de familia del Valle del Ocotito y Tierra Colorada, marcharon en la carretera federal México-Acapulco en solidaridad con la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, y anunciaron que la zona 25 de primarias se sumó al paro indefinido de labores, hasta la presentación con vida de 43 normalistas detenidos-desaparecidos en Iguala.
Cuando han transcurrido 47 días de la detención de los normalistas, por policías municipales de Iguala y Cocula, el movimiento magisterial del valle del Ocotito decidió hacer pública su adhesión al movimiento por la presentación con vida de los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre.
Aunque son varias las zonas escolares en el territorio, se informó que sólo una, con 12 escuelas primarias, se sumó desde el lunes al paro de labores que convocó la Asamblea Nacional Popular. Se espera que las demás, poco a poco se vayan integrando a la suspensión con el apoyo de los padres de familia.
La protesta partió a las 10 de la mañana de dos puntos, en la localidad de Mojoneras y de Buena Vista, para unirse en el centro de El Ocotito, donde hicieron un mitin sobre la carretera federal a las 12 del día.
Participaron zonas de preescolar, primarias, secundarias y el Colegio de Bachilleres, así como la preparatoria 12 de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) de Tierra Colorada y familiares de Jorge Álvarez, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, originario de La Palma, municipio de Juan R. Escudero.
Tras el mitin se acordó mantener un bloqueo intermitente hasta las 2 de la tarde, para rechazar la versión de la Procuraduría General de la República (PGR), en el sentido de que todos los cuerpos de los estudiantes fueron quemados hasta calcinarlos a cielo abierto en el basurero municipal de Cocula.
Uno de los oradores indicó que los expertos han señalado que sólo con un horno crematorio, que alcanza temperaturas altísimas, se podría llegar a tal grado de destrucción de un cuerpo, por lo tanto, la versión oficial no tiene sustento científico.
Asimismo, un egresado de la Normal de Ayotzinapa informó que la escuela ha podido mantener por la lucha el sistema de internado y la permanencia de la escuela que privilegia a los aspirantes de más bajos recursos.
Subrayó que mientras la pobreza exista, las normales rurales en el país tendrán razón de ser.