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Encabezan padres de los desaparecidos de Ayotzinapa una marcha de 2 mil vecinos y maestros en Tixtla

*Ya se reunieron con todas las instancias en el país “y nada más se burlan de nosotros, ya no hay nadie a quién recurrir”, reprocha un padre de familia en un mitin tras la marcha

Lourdes Chávez

Tixtla

Familiares de los 43 estudiantes detenidos-desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa encabezaron a unos 2 mil maestros, comerciantes y policías comunitarios de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) en una marcha, de esta cabecera municipal a la sede de la escuela, para insistir en la presentación con vida de los jóvenes.
En el casco de la antigua hacienda de Ayotzinapa –donde terminó la protesta-, el comité del magistero movilizado informó que acudieron en apoyo a los estudiantes y padres de los 43 desaparecidos en Iguala hace 49 días, el 26 de septiembre.
Un padre agradeció la solidaridad, y dijo que sólo los ciudadanos pueden ayudarlos en la búsqueda de sus hijos y de la justicia que no les han dado las autoridades.
Mencionó que ya se reunieron con todas las instancias en el país, en alusión a la reunión con el presidente Enrique Peña Nieto, “y nada más se burlan de nosotros, ya no hay nadie a quién recurrir”.
Dos normalistas ratificaron que se mantendrán en lucha hasta la presentación de sus compañeros, y será entonces cuando se restablezca la normalidad en Ayotzinapa.
El movimiento magisterial que ha realizado marchas y colectas en apoyo a los normalistas, entregó a los padres de las víctimas el dinero de donaciones y en la toma de la caseta del libramiento de cuota Tierra Prietas-Tixtla, donde pidieron cooperaciones.
A medio acto, el padre de uno de los 43 desaparecidos consoló a un estudiante que no pudo contener las lágrimas al recordar a los alumnos de primer grado detenidos por los policías municipales de Iguala y de Cocula el 26 de septiembre, a quienes la última vez que los vio, les dijo “que todo estaría bien”.
El joven de segundo grado, no mayor de 20 años, indicó que no los acompañó a la colecta en Iguala para manifestarse el 2 de octubre en la ciudad de México porque no se lo permitieron, pero está dispuesto a dar la vida por sus “hermanos menores”, como llamó a la academia de primer año.
Destacó que muchas veces le dijeron con ilusión que pronto iban a ir a sus casas a la ofrenda de Día de Muertos o a pasar la Navidad, y para eso iban a cosechar las flores de cempasúchil que sembraron en la escuela.
“Hoy sólo me tocó ver a unos cuantos compañeros que vendieron las flores… creo que le quedamos en mal a los compañeros (desaparecidos) al decir que ellos irían a vender las flores, (a) los padres esperanzados de que iban a recibir a sus hijos, que iban a estar con ellos el 24 de diciembre, (a) sus hermanos esperanzados en que los mayores iban a volver de tanto tiempo (de ausencia), que iban a estar con ellos, desgraciadamente no pudieron”.
Otro estudiante que se identificó como sobreviviente del ataque de los policías y sicarios en Iguala denunció que siente rabia por la agresión, y que van a luchar hasta que todos los responsables de los crímenes sean castigados.
Recordó que la noche del 26 de septiembre, llamaron de inmediato a los medios de comunicación para denunciar que policías municipales los atacaron a balazos, masacraron a tres estudiantes y se llevaron a 43.
“Como ciudadanos, como estudiantes, no nos merecemos esto, no merecemos esa muerte, no meceremos que nuestros compañeros estén desaparecidos y estamos dispuestos a todo, si en esta lucha encontramos la muerte bienvenida sea, solo queremos encontrarlos con vida”.
En una cita del Che Guevara señaló que lucharán de pie “hasta la victoria siempre”, porque es triste ver a los padres desesperados, sufriendo porque no saben de sus hijos, mientras los criminales están libres.
Demandó a las autoridades federales, “que hagan lo que tengan que hacer y desaparezcan al cártel Guerreros Unidos que fue participe de estos hechos”, y aclaró que ya no se cubre el rostro para hablar en público porque no tiene miedo, ni a la cacería de brujas que se prevé si el movimiento baja de intensidad.
El padre de familia se dijo enojado e impotente porque no les entregan a sus hijos, “y ya no tenemos a quién más acudir… es muy doloroso que le quiten a un hijo de esta forma y no podemos hacer nada, pero nunca nos vamos a cansar de luchar”.
Para ratificar la última oración, una mujer de entre los familiares de los estudiantes desaparecidos, sentados por separado con fotografías los rostros de los estudiantes, gritó una de las consignas de la movilización: “gobierno maldito, asesinar es un delito”.
La marcha comenzó a las 10 de la mañana en el punto conocido como La Villa, sobre la carretera federal Chilpancingo-Chilapa, entró a la ciudad y a los pocos metros pasó frente a la Dirección de Seguridad Pública municipal, ahí gritaron las consignas: “esos son, esos son, los que chingan la nación”, “señor policía, que lástima me das, teniendo tú las armas, no puedes protestas”, “gobierno, farsante, asesino de estudiantes”.
En medio de la marcha se veían las demandas de los familiares en pancartas y playeras: “exigimos a las autoridades que regresen a José Ángel Cantor”, “Qué harías si el número 44 fuera tu hijo, familiares de Julio César López Patolzin”.
Por primera vez dos mujeres de entre los familiares tomaron en la marcha el micrófono para expresar su dolor: “por qué maldito gobierno, por qué te ensañas con ellos, porque tienes el poder, por eso los asesinas…”.
Cuando la manifestación pasó por el mercado de Tixtla los comerciantes expresaron su respaldo a través de cartulinas, y regalaron fruta a los manifestantes.

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