No están en guerra para pactar una tregua, exigen justicia, responde Ayotzinapa al Congreso

De la tregua que pidió la comisión de Gobierno del Congreso local, en voz de su presidente Bernardo Ortega Jiménez, a los maestros que incendiaron el Palacio Legislativo, y a estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa movilizados por la presentación de 43 de sus compañeros detenidos-desaparecidos, el dirigente estudiantil Omar García contestó que no están en guerra, exigen justicia.
Sobre los llamados a la paz y al orden de diferentes actores, recordó que sus acciones son pacíficas, y la tregua de la que habla el diputado se debe pedir entre combatientes de guerra, en un conflicto de naciones, pero este es un movimiento social con una demanda legítima.
Aclaró que lo importante para los estudiantes y los padres de los 43 alumnos desaparecidos ahora, es que el país conozca este conflicto y lo asuma como suyo, porque a diferencia de los políticos que lloran un edificio, los normalistas no están en la calle llorando a sus compañeros.
Expuso que sienten rabia e indignación por crímenes como los del 26 de septiembre en Iguala, donde masacraron a tres normalistas de Ayotzinapa, a un adolescente del equipo de fútbol de los Avispones, a una ama casa, a un chofer, hubo 25 heridos, y 43 desaparecidos.
Añadió que la clase política también es responsable de estos delitos por la corrupción y la impunidad que se permite en este sistema de gobierno. “Ellos llaman a la paz y nosotros decimos justicia”, y añadió, “¿De qué paz hablan?, ¿Donde la economía siga fluyendo, que las inversiones lleguen al país, para que las arcas de dinero no disminuyan?, esa no es la paz a la que nosotros aspiramos”.
Dijo que la paz que urgen en el país es en donde todos puedan vivir en armonía, sin lastimar al otro, sin delincuencia, corrupción e impunidad, donde el gobierno no privilegie los intereses de unos cuantos a costa de la población, “es un concepto más profundo y amplio, una paz que no sea hipócrita, ni convenenciera”.
Los estudiantes están articulando un movimiento nacional para que se cuestionen a fondo las instituciones públicas. “Para que los funcionarios de los tres niveles de gobierno modifiquen sus agendas y le den cabida a la ciudadanía, si todavía hay sectores que confían en las instituciones y en el Estado, porque nosotros ya no”, expuso. (Lourdes Chávez / Ayotzinapa, Tixtla).