Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Ramón Sosamontes Herreramoro

15 de agosto  

Tal parece que nos vamos guiando por fechas establecidas para el camino hacia la democracia. En toda nuestra historia aparecen promulgaciones, planes, llamamientos y todas llevan fechas ineludibles. El 15 de agosto no es para menos para el estado de Guerrero puesto que se elegirá al candidato a la gubernatura por parte del PRD y sus alianzas sociales y es especial porque se presume que a ese partido le llegó la hora de gobernar.

Hace seis años fue en septiembre cuando se eligió a Félix Salgado Macedonio que compitió con Jaime Castrejón, la campaña interna estuvo llena de sobresaltos y se supo enfrentarla. La campaña constitucional fue exitosa, la elección se perdió oficialmente por menos de 20 mil votos, pero la verdad fue otra, entre otras cosas la indolencia de la dirección nacional de ese entonces.

La posibilidad de volver a ganar está en  puerta y como vemos todos los precandidatos de ese partido tienen con qué, debe ser de las pocas veces que una organización política logra generar tanta movilización como la que se está produciendo en las cuatro precampañas, y este es un nuevo factor a favor. Esta acumulación debe cuidarse.

En Guerrero, en sus regiones he encontrado que la discusión central de la gente, mas allá del PRD, es quién será el candidato, como si discutiera quién será el gobernador, hay bandos de unos y otros que por fortuna se ven libres para decidir, lo que deja fuera a los grupos de interés, llámense corrientes o tribus.

En las últimas entrevistas a El Sur Armando Chavarría afirmó que ya se definió el método, el plebiscito electivo y la fecha el 15 de agosto. Zeferino Torreblanca aseveró que se hará una encuesta que será herramienta para que los cuatro busquen la candidatura de unidad, pero que iría a una elección. Los otros dos Ángel Pérez Palacios y Félix Salgado Macedonio seguramente respetarán la convocatoria.

La declaración de Armando Chavarría de buscar el acuerdo político en el trayecto al 15 de agosto por un lado y de                                           Zeferino de aceptar las normas acordadas por el Consejo Estatal del PRD en el estado deben valorarse positivamente e indican conductas de respeto a                                           la unidad de la fuerzas democráticas y de acatamiento al PRD. En consecuencia el perredismo debe convenir reglas claras y juego limpio más allá de la convocatoria.

Se inicia un proceso difícil para el PRD, primero buscar la unidad y aquí el factor Andrés Manuel López Obrador, léase método Zacatecas, jugará un papel importante, las corrientes nacionales léase CEN jugarán su rol, pero lo que hay que cuidar es que la sociedad guerrerense tenga cómo expresarse. La encuesta como herramienta indicativa puede ser una vía y tendrá una importancia tal que puede ser utilizada                                           como presión para que pase de indicativa a ser decisiva y en consecuencia, si no hay acuerdo, consenso, unanimidad podrán aparecer elementos de resquebrajamiento interno. Pero también la elección es una vía de participación.

Buscar la unidad, un solo candidato debe atravesar por acuerdos entre los cuatro precandidatos que puede ser un camino lleno de piedras y hasta de provocaciones, pero vale la pena transitarlo.

Integrar una comisión electoral, funcionarios de casillas con gente que no simpatice con ninguno de los cuatro precandidatos, sin corrientes, sin fobias; definir su instalación, sus lugares de voto, aceptar observadores de la sociedad civil; garantizar que no metan mano los grupos corporativos y clientelares, ni los funcionarios públicos de cualquier partido, son algunas de las cosas que deben cuidar y definir la dirección estatal, Martín Mora y el nacional Leonel Godoy con diligencia. No olviden que ninguna elección interna del PRD ha salido transparente y pulcra.

Las listas de los votantes con credencial de elector deben acordarse entre todos y poder utilizar legalmente el padrón electoral del IFE, que puede ser garantía para que participen los legalmente inscritos y no volver al vicio de utilizar un padrón rasurado interno y externo, no al manejo indiscriminado de quien puede votar y quien no, ya en el PRD se han tenido experiencias negativas que han llevado hasta la intervención del IFE y el Tribunal Electoral de la Federación. Para esto también se debe tener gente íntegra, sin que tengan que obedecer a ningún grupo de interés o líder nacional o estatal.

Existe el peligro de las impugnaciones por impugnar, práctica viciada que como método aplican algunos miembros del PRD para tratar de conseguir algo, pero ello les quita tiempo y acorta la campaña constitucional y lo peor es que al final no se integran a la campaña del vencedor, sólo de palabra. Para contrarrestar lo anterior se espera una conducta clara y decidida de los cuatro precandidatos, de las corrientes y aliados de todos los participantes.

El 15 de agosto puede ser una fecha que adelante virtualmente la decisión a la gubernatura por parte de las fuerzas democráticas.

Depende del perredismo guerrerense, de sus dirigentes reales y formales, del cuidado del proceso electoral, de la utilización de las encuestas durante las campañas, de la equidad en los medios de comunicación, de los recursos que se usen, del respeto al voto y que se den a conocer los resultados de inmediato.

Pero sobre todo, que nos presenten Armando Chavarría, Ángel Pérez Palacios, Félix Salgado Macedonio y Zeferino Torreblanca sus compromisos con Guerrero e iniciar debates sobre sus programas de gobierno.

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