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Consume el fuego una bodega clandestina de muebles en La Sabana

Tardan los bomberos tres horas en controlarlo

 Karina Contreras  

Pérdidas por más de medio millón de pesos dejó un incendio ocasionado por cuetes en una bodega clandestina donde se guardaban muebles. El incendió fue sofocado por los bomberos tres horas después, y sus maniobras se complicaron por la falta de pipas de agua de la corporación, y donde tuvieron que recurrir a pipas privada y de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Acapulco (Capama).

El denso humo cubrió varios kilómetros a la redonda de La Sabana; mientras que los bomberos Justino de la Cruz tuvo que ser atendido por paramédicos debido al agotamiento y Felipe de Jesús se cortó una mano.

El incendio se dio a las 11 y 40 de la mañana en una bodega clandestina que estaba rentada por Enrique Olivares –ubicada en el número 86 de La Sabana, en el bulevar Lázaro Cárdenas – luego de que los dueños de la casa –según, versiones de los vecinos– festejaban unos 15 años y comenzaron a tronar cuetes.

Fue cuestión de minutos para que el fuego se extendiera en el interior de la bodega de aproximadamente 15 metros de largo por 10 de ancho, en donde se guardaban cerca de 500 colchones, bicicletas, burros para planchar, catres, comedores, roperos, entre otros muebles.

Al lugar del siniestro, minutos después, llegaron los bomberos, encabezados por el director de esa corporación, Sabás Arturo de la Rosa Camacho, pero la escasez de equipo en esa dependencia se hizo evidente, pues la única pipa con la que cuenta bomberos con capacidad para 10 mil litros de agua se acabó inmediatamente, y ni siquiera había sido capaz de sofocar el fuego.

Por lo que Sabás de la Rosa tuvo que pedir ayuda a CAPAMA y empresas particulares, y las primeras en atender el llamado fueron las segundas, porque en las sucursales de las colonias Emiliano Zapata y Renacimiento de Capama no tenían choferes en ese momento para manejar las pipas. Las pipas de la dependencia municipal llegaron hora y media después, y eran de la sucursal de colonia Jardín.

El incendio se propagó inmediatamente, y las llamas alcanzaron varios metros de altura provocando temor en las casas vecinas de donde los bomberos tuvieron que sacar los tanques de gas para evitar que explotaran, debido a que se sentía el calor a varios metros a la redonda.

Curiosos se arremolinaron para observar el trabajo de los bomberos, quienes con la escasez de equipo, multiplicaban sus esfuerzos para intentar apagar el incendio. Mientras en los dueños de los muebles veían con ojos llorosos y rostros desencajados como las llamas consumían más de medio millón de pesos y, según reveló el dueño, nada de eso estaba asegurado.

Mientras que la esposa de Enrique Olivares, Karla Córdoba Camacho, todavía consternada por la situación, dijo que no tenía cálculos precisos de las pérdidas en muebles que tenían guardados en esa bodega que rentaban para guardar la mercancía con que surtían las mueblerías Alejandra, de su propiedad.

Dijo que el incendio fue provocado por sus vecinos, pues en las afueras todavía se encontraban los restos de cuetes. Descartó otro motivo, debido a que en la bodega no había conexiones eléctricas ni veladoras que pudieran ocasionar ese problema

Cuando las maniobras se hicieron más intensas, se tuvo que cerrar completamente el carril con sentido Las Cruces-Coloso, para lo cual llegaron policías de Tránsito y 15 policías preventivos municipales e, incluso, la Policía Federal Preventiva (PFP), que mantenían alejados del siniestro a los curiosos.

Cerca de las 2 de la tarde ya se contaba con más pipas de agua para atacar el incendio que en ese momento ya había consumido más del 80 por ciento de la mercancía. A las 2 y media de la tarde los bomberos empezaron a sacar la armazón de los colchones a la calle; mientras otros se colocaban las mascarillas para poder seguir con su labor, pues el humo era más denso. Algunos bomberos tuvieron que ser atendidos por paramédicos, quienes estaban agotados por el desgaste físico y cargar cerca de 35 kilos de equipo.

Exactamente a las 3 de la tarde fue controlado el incendio, luego de haber usado cerca de 200 mil litros de agua; mientras en la calle quedaron amontonados los armazones de los colchones

Por la falta de quipo no hemos podido hacer nada: Sabás de la Rosa

El director de Protección Civil y Bomberos, Sabás Arturo de la Rosa Camacho, tuvo que reconocer que esa dependencia no tiene el equipo suficiente para enfrentar siniestros como el que se dio en la bodega, y que la falta de agua fue un problema.

Ante la pregunta de reporteros por la evidente falta de equipo, el titular dijo: “Debido a la falta de pipas de agua no hemos podido hacer nada. Desgraciadamente todo se perdió en la bodega de colchones”. Se le preguntó con cuántas pipas cuenta la dependencia y dijo que “una sola pipa está en función, pues la otra está descompuesta desde hace un mes y no se ha podido reparar”, es decir, que para enfrentar algún incendio la estación de bomberos tiene una pipa de agua.

La falta de equipo no nada más la notaron los reporteros presentes, sino los vecinos quienes exigieron más inversión a las dependencias como Bomberos y la Cruz Roja. Mariano Vargas León comentó que “falta un buen equipo para combatir los incendios, pues el fuego fue muy duro, pero no lo pudieron apagar inmediatamente por la falta de agua. Estamos en peligro en esta ciudad, por lo que el gobierno municipal en vez de gastarse tanto dinero en imagen mejor que invierta en esas dependencias para que no sean ineficientes”.

Mientras que otro dijo irónico que “si no quieren gastar nuestro dinero, pues que cambien la droga que se produce en Guerrero por equipo para Bomberos y así los ciudadanos estaremos seguros. El presidente municipal se debe preocupar más por los ciudadanos ”.

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