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Luego de cinco meses, no saben los desplazados de Totolapan cuándo serán rubicados

Luis Blancas

Chilpancingo

El comisario Eduardo Macedo Jaimes de la comunidad Santa María Sur, municipio de San Miguel Totolapan, dijo que ya se cumplieron más de cinco meses de que huyeron debido a la violencia, y a la fecha el gobierno estatal no les ha informado cuándo serán reubicados.
Consultado en el albergue habilitado en el salón de fiestas Calypso, ubicado en el barrio Tequicorral, Macedo Jaimes comentó que luego de su manifestación en el Palacio de Gobierno, el 5 de noviembre, la directora de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría General de Gobierno, Fanny Ruth Lara Figueroa, no han convocado a una reunión para tratar la reubicación de 117 desplazados.
Recordó que hace cuatro meses, la secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Mojica Morga, se comprometió con la entrega de diez ventiladores, un refrigerador y una secadora para mejorar su instancia en el albergue, pero que eso no se cumplió.
Macedo Jaimes insistió en que el gobernador del estado, Rogelio Ortega Martínez, debe de atender el problema de los desplazados por la violencia en El Barroso y Santa María Sur, “no debe enfocarse el gobierno sólo en el problema de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, también debe de atendernos a nosotros, porque queremos vivir en una casa digna”.
“No hemos recibido ninguna llamada de funcionarios, para atender la situación de nosotros, es preocupante porque me preguntan mis compañeros qué avances hay, pero no tenemos nada, ya estamos desesperados”, declaró.
Advirtió que en caso de no tener solución a sus peticiones, intensificarán sus movilizaciones en la ciudad.
El miércoles 5 de noviembre, los desplazados por la violencia de las comunidades El Barroso y Santa María Sur, municipio de San Miguel Totolapan, protestaron en el Palacio de Gobierno para exigir al gobernador Rogelio Ortega la entrega de recursos económicos, para la compra de alimentos, agua potable y medicamentos.
El 5 de junio, unos 250 vecinos de las dos comunidades se desplazaron hacia Ajuchitlán del Progreso, después se dispersaron en otros estados, como Morelos, Jalisco, Michoacán, Colima y el Estado de México, y además en el municipio de Acapulco.
Después de 18 días, unas 117 personas desplazadas de estas comunidades llegaron a Chilpancingo y se manifestaron en el Palacio de Gobierno, ahí exigieron al gobierno estatal la entrega de alimentos, ropa, ser trasladados a un albergue y un terreno para ser reubicados. Esa noche fueron trasladados al Instituto del Deporte del Estado de Guerrero (Indeg) y después al salón de fiestas Calypso, donde hasta hoy están refugiados.

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