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Tras la denuncia de ecocidio, atienden el gobierno federal y el de Petatlán el caso de las tortugas en la Playa San Valentín

Tras la denuncia de ecocidio, atienden el gobierno federal y el de Petatlán el caso de las tortugas en la Playa San Valentín  

Hace meses que no se aparece en el lugar la banda de Los Nejos, informa el alcalde Rodríguez Aceves

 Brenda Escobar Petatlán

Luego de que en diciembre de 2003 se difundió la noticia de la depredación de la tortuga marina en los 16 kilómetros de litoral que comprende la playa de San Valentín, en Petatlán, la Secretaría del Medio Ambiente, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Secretaría de Marina y la Procuraduría General de la República atienden el ecocidio de los quelonios.

Asimismo, se informó que los voluntarios ahora serán apoyados en los recorridos para proteger a esa especie por agentes de Seguridad Pública, de la Policía Montada y de la Preventiva.

En diciembre de 2003 se dio a conocer que 18 recolectores voluntarios, encabezados por Raúl López Osorio no recibían apoyos para el campamento por parte de las autoridades municipales, y que se enfrentaban a saqueadores, gente dedicada a la depredación de la tortuga para comercializar su carne y huevos.

Denunciaron a los integrantes de una banda denominada Los Nejos, que con pistolas y en cuatrimotos y caballos recorrían la playa por las noches para sacrificar a las tortugas golfina y laúd, que son las especies que llegan a este litoral de la Costa Grande.

La noticia de la depredación en San Valentín obligó a que en enero de 2004, el entonces delegado de la Semarnat en Guerrero, José de Jesús Infante de Alba, visitara la playa y constatara el hecho.

Allí anunció la constitución de la Mesa Guerrerense para el Cuidado, Preservación, Conservación e Investigación de la Tortuga Marina, asimismo solicitó el apoyo de la Profepa y de la Procuraduría General de la República para dar con los responsables de la matanza de tortugas, pues el año pasado los hombres del campamento registraron 500 animales.

Dos semanas después, llegó a Zihuatanejo un agente del Ministerio Público Federal adscrito a la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales, de la PGR, para comenzar la indagatoria 01/UEIDAPLE/DA “A”-Z/2004.

Se conoció que el fiscal citó a declarar al alcalde de Petatlán, Francisco Javier Rodríguez Aceves; a los integrantes de la mesa directiva del campamento tortuguero; a los inspectores de la Profepa en la región; entre otras personas más.

Después recogieron varios caparazones de las tortugas muertas para analizarlas y determinar la antigüedad de los mismos.

A fin de encontrar en flagrancia a los depredadores, en esos días agentes de la AFI hicieron recorridos por playa San Valentín, pero de día, y detenían a las personas que encontraban para revisarlas.

No se supo de excursiones nocturnas.

De lo anterior han pasado cinco meses, en los cuales el propio alcalde Rodríguez Aceves y los recolectores voluntarios, en voz del secretario del comité, Mario Espinosa Amaro, desconocen el avance de las investigaciones.

De ello, el presidente municipal de Petatlán indicó que “de la intervención del agente del Ministerio Público para delitos, que le llaman ellos ambientales, no hemos tenido ninguna noticia de qué ha pasado ni se ha dado a conocer en qué va la investigación, menos que haya habido algún detenido”.

Dijo que “esa vez que vinieron estuvieron aquí en Petatlán, me tomaron declaración y de ahí se fueron a Zihuatanejo, y desde entonces no he sabido nada de ellos, no se han reportado con el municipio”.

Se retiran Los Nejos

Rodríguez Aceves sostuvo que a raíz de la vigilancia policiaca que hay en los 16 kilómetros de playa en San Valentín, “tengo conocimiento de que la banda de Los Nejos dejó de aparecerse por ahí, tienen meses que no se han aparecido”.

Por su parte, el secretario del comité del campamento tortuguero –ahora ya constituido como sociedad civil–, Mario Espinosa Amaro, manifestó que hasta el momento “desconocemos si se ha detenido a alguna persona a consecuencia de la investigación, no hemos sabido y la autoridad (PGR) no nos molestado en ese sentido”.

Agregó que “lo que sí hemos tenido es más seguridad, hasta cuando se acabó la temporada de 2003 tuvimos vigilancia y ahorita que ya va a empezar la temporada vamos a tener más”.

El presidente municipal de Petatlán anunció que en cuanto los voluntarios comiencen la colecta de huevos de tortuga se les apoyará con agentes de Seguridad Pública y de la Policía Montada “con base en eso, en las noches, que es cuando salen las tortugas, vamos a envíar a policías preventivos que acompañen a los recolectores a hacer los recorridos toda la noche”.

Hace una semana, El Sur dio a conocer la aparición de la primera tortuga golfina muerta por un depredador en San Valentín, en esta temporada de desove.

El mismo día de la publicación, la noticia obligó al personal de la Profepa, auxiliados por infantes de la secretaría de Marina, a hacer un nuevo recorrido los días 28 y 29 de mayo.

Se conoció que encontraron los caparazones de dos quelonios más de la especie laúd, que fueron capadas y muertas para extraerles los huevos.

Los inspectores federales taparon entre la arena los esqueletos, presumiblemente para que no se magnifique la depredación que en esta nueva época de desove apenas empieza.

En la temporada de 2003, los recolectores –según cifras– lograron sembrar en los corrales de incubación más de 23 mil huevos de la especie golfina; 14 mil de ellos se echaron a perder por no contar con la tela especial que necesitan para protegerlos del calor; pero aún con las carencias que tenían pudieron liberar más de 8 mil 500 tortuguitas.

También aquí, por primera vez en la historia del campamento, en febrero de 2004 nacieron las primeras 35 tortuguitas laúd, que fueron liberadas con emoción por parte de los recolectores, alumnos de la Universidad Tecnológica de la Costa Grande y turistas. En esta semana nacerán 233 más.

Mario Espinosa cuenta que en el campamento tienen en incubación 40 huevos de tortuga prieta, especie que “no sabíamos que también salía a desovar aquí, y esos huevos los estamos cuidando como oro molido porque es una especie que ya casi no se ve, es del tamaño entre una golfina y una laúd, es una tortuga hermosa y estamos esperando que eclosionen los huevos”.

También tienen tres corrales con aproximadamente 500 huevos de tortuga golfina, ya de esta temporada, “vamos a necesitar más espacio para hacer más corrales, ya nos estamos preparando, porque si no, a la mera hora vamos a andar a las carreras”.

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