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Exigen colonos de Zihuatanejo muros para proteger sus casas en estas lluvias

 

 Temen vecinos de la Esperanza que los arroyos y deslaves se lleven las construcciones

 Brenda Escobar Zihuatanejo

Vecinos de la colonia La Esperanza, en Zihuatanejo, temen que en esta temporada de lluvias las crecientes de los arroyos cercanos se lleven sus casas, por lo que solicitaron a las autoridades correspondientes que les ayuden a construir muros.

El director de la escuela primaria Aguila que Cae denunció que a pesar de que las autoridades saben que cada temporada de lluvias el plantel se inunda por el paso del arroyo y la cancha de baloncesto se anega de lodos, no han atendido este problema que afecta a más de 150 alumnos.

El representante de los colonos, Octavio Reyes Maciel, informó que debido a la fuerte lluvia del lunes crecieron los arroyos, lo que provocó el deslavamiento de las calles y andadores de terracería.

Asimismo, dijo que son aproximadamente 200 familias que temen que en esta temporada de lluvias sus casas se inunden o se vayan con la corriente, porque no tienen recursos para construir los ocho muros de contención que necesita este núcleo poblacional.

Reyes Maciel sostuvo que ha gestionado las obras ante el Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo y el Ayuntamiento municipal, “pero no ha habido mucha respuesta y la gente tiene miedo de que una pared de tierra y piedras se vengan sobre sus casas”.

Ayer, en un recorrido por esa colonia, en la escuela primaria Aguila que Cae se observó a alumnos que con una pala intentaban quitar la capa de unos 10 centímetros de lodo que dejó el arroyo en la cancha de baloncesto.

El director del plantel, Jesús Carlos Martínez Pineda, indicó que desde 1995 ha gestionado la construcción de un muro de contención y la canalización del arroyo que pasa por el centro de la escuela, y que en temporada de lluvias la tierra que arrastra por los deslaves queda amontonada en la cancha.

Se quejó de esta situación “porque no podemos ensayar la coreografía para la clausura de cursos; los niños no pueden tener su clase de Educación Física y tampoco pueden jugar a la hora del recreo porque la cancha está llena de tierra”.

Al tiempo que el profesor narraba el asunto, unos niños, con una pala hacían turnos para quitar la tierra porque querían limpiar “para echarnos una cascarita”.

Martínez Pineda dijo que si la dirección de Obras Públicas municipal no atiende su petición a esta demanda “serán los padres de familia quienes vayan a protestar al Ayuntamiento”.

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