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En Iguala el Estado perdió “el sentido de su papel a favor de la sociedad”, cuestiona la arquidiócesis

*Da a conocer las actividades de una semana de la paz, que se realizará del 20 al 28

Aurora Harrison

Es preocupante que las instituciones públicas estén en un bajo nivel de confianza y sean incapaces de cumplir con sus obligaciones de bienestar para el pueblo que está sometido en la zozobra e inseguridad, dijo ayer el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza, integrante de la Red Acapulco por la Paz.
Durante la presentación de las actividades que se realizarán en la semana por la paz, del 20 al 28 de este mes, indicó que “Acapulco por la paz se solidariza con los esfuerzos de las familias de los normalistas desaparecidos y exige que éstos sean encontrados cuanto antes. Al tiempo que reprueba el hecho de que las instituciones públicas se han prestado a actuar en contra de ciudadanos traicionando sus responsabilidades de servicio público”.
En conferencia de prensa, estuvieron el arzobispo Carlos Garfias Merlos, la coordinadora de la Semana por la Paz, Xenia P. Trujillo Ortega, el rector de la Universidad Loyola, Enrique Pasta Muñuzuri, el director de Comunicación Social del ayuntamiento, Ricardo Castillo Díaz, y la integrante de la Red Acapulco por la Paz Blanca Villalba, quienes invitaron a participar en las actividades.
Mendoza Zaragoza, quién leyó la declaración de Acapulco por la Paz, subrayó que la “presente celebración de la semana por la paz, que es la segunda edición, está ubicada en un contexto de crisis política con fuertes repercusiones sociales”, subrayó.
“Los hechos ocurridos el 26 de septiembre en Iguala, donde resultaron muertas seis personas y con un saldo de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos a manos de la policía municipal y un grupo civil armado, han desencadenado una serie de movilizaciones locales, nacionales e internacionales, pidiendo la presentación de los normalistas vivos, mostrando solidaridad con las familias afectadas y repudiando esta brutal acción criminal protagonizada por agentes policiacos que representan a un Estado que ha perdido el sentido de su papel a favor de la sociedad”, argumentó.
Detalló que preocupa sobremanera el hecho de que las instituciones públicas se encuentren en muy bajo nivel de confianza y que sean “incapaces de cumplir con sus elementales obligaciones con respecto a la sociedad, a los ciudadanos”.
Por ello demandó los cambios que sean necesarios para sanear la vida política, para que “se generen las condiciones necesarias para que las autoridades se ocupen del bienestar del pueblo, que está sometido a la zozobra y a la inseguridad, corrupción, impunidad, abusos e ilegalidad que tienen que ser enfocados para limpiar las instituciones públicas y recuperarlas para el bien común”.
El sacerdote abundó que este tiempo hace urgente la participación de la sociedad civil para el rediseño de la sociedad y del Estado, de manera que se establezcan condiciones necesarias para la paz.
“Se necesita una democracia real, un desarrollo integral y sustentable, una gran reconciliación nacional para poner las bases de una nueva convivencia social, y para que esto suceda urge la justicia, urge la verdad, tanto para el caso Ayotzinapa como para los casos de las decenas de miles de asesinados, desaparecidos y todas las demás víctimas” dijo. En busca de diálogo con Ayotzinapa

Por su parte el arzobispo Carlos Garfias Merlos dijo que esta semana por la paz es un “aliento, una esperanza que se pueda tener este tipo de actividades que involucran a toda la sociedad, y de manera especial a las organizaciones e instituciones que están expresando el compromiso por la paz”.
Explicó que la violencia y las manifestaciones de inconformidad, de disgusto, expresan el descontento de la sociedad que busca tener una esperanza y una forma específica de ir encontrando respuesta a la situación difícil por la que está pasando.
Nuevamente insistió en que debe haber diálogo para dar solución a los conflictos, por ello en esta semana “queremos que toda la sociedad pueda asumir ese compromiso de construir la paz; para poder exigir a nuestras autoridades que den lo mejor de sí mismos, para que puedan generar las mejores condiciones para que se solucione el conflicto en el que estamos y para que podamos hacer posible esta construcción de la paz”.
En la conferencia el arzobispo ondeó una bandera blanca como símbolo de paz.
Garfias Merlos dijo que están buscando el mejor momento para estar presentes en Ayotzinapa, “con los obispos de Guerrero hemos hecho el compromiso de poder estar ahí, hacer una eucaristía, dialogar y estar cercanos con los padres de familia, y de la misma manera buscando el diálogo con las autoridades para que se dé una atención esmerada a los familiares de los jóvenes desaparecidos y los que fallecieron”.

Las actividades

La coordinadora de la semana por la paz, Ximena P. Trujillo, explicó que las actividades son “un espacio para sensibilizar esos esfuerzos y también es un espacio de diálogo social, es un espacio para la participación de los acapulqueños y de todas las personas. El objetivo es fomentar la cultura de la paz haciendo prácticas colaborativas con la finalidad del bien común, la reconciliación de la sociedad”.
Abundó que el Ayuntamiento apoyará para colocar un memorial de víctimas, y durante el acto simbólico se hará una ofrenda, además de que habrá una oración.
Dijo además que se iluminará la noche frente al Asta Bandera, y se elevarán globos blancos y veladoras en el marco del contexto actual en Guerrero por el caso Ayotzinapa.
También habrá una exposición fotográfica sobre el “no al uso del arma”, que se realizará del 20 al 28 de noviembre en la Casa de la Cultura.
Habrá también una rodada que se realizará del Asta Bandera a la Diana.
Además habrá actividades en el teatro Domingo Soler, en donde se está viendo la posibilidad de que haya una participación de jóvenes de la Normal de Ayotzinapa, lo cual aún no está confirmado.

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