Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

El Palacio Municipal de Acapulco

Guillermo Torres Madrid

 El 12 de marzo de 1550, el Virrey de la Nueva España, don Antonio de Mendoza expidió el                     nombramiento de alcalde Mayor del puerto de Acapulco a don Pedro Pacheco y el de Justicia a don Juan Castro Verde, primeras autoridades civiles del puerto, dado que Acapulco no alcanzó el privilegio de contar con un ayuntamiento.

Ha sido difícil establecer dónde se ubicaba la Casa Municipal desde donde despacharon las autoridades civiles de Acapulco. Muy probablemente ocupó el espacio donde actualmente se encuentran las escalinatas de acceso al Palacio Municipal, al costado derecho de la catedral. La primera referencia se encuentra en las actas del cabildo de 1888, en las que se dispone la venta de la casa municipal para adquirir el viejo Convento de San Francisco, donde se edificaría el nuevo inmueble. Con los tres mil 400 pesos, producto de la venta y aprovechando la desamortización de bienes eclesiásticos, se adquirió el predio del Ex Convento de San Francisco, en 1889 bajo la presidencia municipal de don Antonio Pintos Sierra; con ello, se procedió a la edificación de la nueva Casa Municipal, a la que pomposamente se le denominó Palacio Municipal.

El Palacio Municipal de Acapulco 1889-1969

Era éste un edificio en forma de U, en torno a un gran patio, fabricado en adobe con techos de teja y gruesos pilares; como detalle distintivo, presentaba una torre de madera que contenía un reloj público que fue destruída por los sismos.

En 1927 se reconstruyó una nueva torre, ahora de material, para volver a instalar el reloj hasta 1969, fecha en que se demolería definitivamente.

Para finales de la década de los cincuenta, el viejo palacio resultaba ya insuficiente para atender su cometido, además del grave descuido y deterioro de más de cincuenta años; por lo que se decidió habilitar, temporalmente, un inmueble donde el Ayuntamiento pretendía instalar un mercado municipal. Dicho edificio es el que ocupan actualmente las oficinas centrales de CAPAMA en la esquina de Teniente Azueta y López Mateos, el que a todas luces resultaba inadecuado pero no existía otra opción en el corto plazo y ahí despachó el gobierno municipal alrededor de diez años.

En 1969, el Ayuntamiento que presidía Israel Nogueda Otero decidió construir un moderno palacio municipal en la misma colina donde estuviera el antiguo palacio; la obra se inició el 30 de agosto de 1970 con un proyecto del arquitecto Emilio Pineda Gomezcaña. Nogueda Otero no alcanzó a terminar la obra porque tuvo que asumir la gubernatura del estado el 19 de marzo de 1971 y correspondió a don Antonio Trani Zapata –en su calidad de Presidente Municipal substituto– concluir la obra y ser el primero en despachar en el nuevo edificio, que se inauguró el 20 de noviembre de 1971.

El Palacio Municipal de Acapulco 1971-1993

Posteriormente, en el trienio del Almirante Alfonso Argudín Alcaraz, se adquirieron el resto de las propiedades que integran la manzana que forman las calles de Roberto Posada, Ignacio Comonfort, Progreso e Independencia con el ambicioso propósito de construir el complemento necesario para dar cabida a todas las dependencias de la administración municipal en una moderna torre de oficinas; lamentablemente dicho proyecto no contó con todas las bendiciones necesarias para su financiamiento y a la fecha, no ha podido llevarse a cabo, de ahí el uso provisional que se hace actualmente de las instalaciones de lo que fuera la antigua zona militar en el perímetro del Fuerte de San Diego.

En cambio, en 1989 y como parte de una estrategia de apropiación inmobiliaria, el gobierno del estado construyó, en terrenos del Parque Papagayo, en tan solo tres meses, una estructura provisional para albergar las oficinas del gobierno municipal, que son las que ocupa actualmente la presidencia municipal, el cabildo y las dependencias de gobierno, habiéndose quedado en el centro las áreas operativas y administrativas y de servicio. Desafortunadamente, la estrategia inmobiliaria del gobierno del estado no prosperó y nos quedamos con la estructura provisional, con todas sus deficiencias e incomodidades que padecemos. Por supuesto, el inmueble es propiedad del gobierno del estado.

Palacio Municipal Papagayo, 1989-¿?

Finalmente y por si no fuera suficiente, en una decisión inexplicable del gobierno municipal en turno, en 1993 se le vendió a la CAPAMA el Palacio Municipal del centro, comprometiéndose a entregarlo antes de finalizar ese mismo año. Afortunadamente esto no sucedió y por noticias recientes sabemos que el actual gobierno municipal está recuperando el inmueble para el patrimonio municipal. Para tal ocasión se promovió un acto solemne para su dedicación con una placa de bronce alusiva; solo que el comité organizador del evento olvidó invitar a Antonio Trani Zapata, un presidente municipal ejemplar, quien concluyó la obra y además fue el primero en despachar en él.

Quizá esta breve relatoría nos permita explicarnos por qué, a diferencia del resto de las poblaciones importantes del país, Acapulco no cuenta con un Palacio Municipal con las características históricas y tradicionales que definen la identidad del pueblo.

Con información de:

Oteiza Iriarte, Tomás. Acapulco, ciudad de las naos de oriente y de las sirenas modernas. Editorial Diana, 1973.

Martínez Carbajal Alejandro, Acapulco, barrios históricos. Edición Municipal, 1993.

Adame, Carlos E., Memoria de Acapulco. Edición Municipal, 1994.

Breve Monografía del Palacio Municipal.

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