Moisés Alcaraz Jiménez*

#yosoy132 y el nuevo escenario electoral

Como lo afirmé aquí hace ocho días, el movimiento juvenil estudiantil #yosoy132 impactaría fuertemente en las preferencias electorales y como también lo anticipé ocasionaría una fuerte variación en la correlación de las fuerzas políticas que se disputan la presidencia de la República y el Poder Legislativo en México.

El diario Reforma publicó este jueves el resultado de su encuesta mensual donde Enrique Peña Nieto descendió cuatro puntos respecto a la encuesta de abril realizada por este mismo rotativo; en tanto que Andrés Manuel López Obrador (AMLO), incrementó las preferencias a su favor en 7 puntos porcentuales, para quedar el candidato del PRI con 38% de la intención del voto y 34% para el tabasqueño.

Si bien el fuerte aumento favorable a AMLO no se puede atribuir de manera directa al movimiento de los jóvenes universitarios, su influencia es incuestionable pues durante ese mes en que Reforma midió la intención del voto no se presentó algún otro factor al que se pueda identificar como causante de tal impacto.

Al finalizar el mes de mayo, de acuerdo con Reforma, AMLO reafirma con mayor fuerza su supremacía en las regiones centro y sur del país, que fueron su bastión en el 2006.

Reitero lo que también escribí aquí hace ocho días antes de que el mencionado diario publicara su encuesta: el movimiento de jóvenes universitarios apenas inicia en un entorno social cargado de factores para hacer crecer la protesta, como son la marginación y el olvido gubernamental a ese fuerte sector de potenciales votantes que conforman una cifra que puede ser fundamental para el resultado de la contienda.

Se trata de jóvenes de estratos sociales disímbolos a los que los une el hartazgo y la desesperanza ante un sistema que les ha cancelado cualquier alternativa de desarrollo y de progreso; y que los une también el hecho de saber que consolidar la unidad que ahora construyen los hará poseedores, más allá de diferencias sociales, de una fuerza política con alta capacidad de respuesta al modelo económico que los margina.

Dirigentes e ideólogos del PRI, pasmados aún por el sorpresivo impacto, todavía no logran superar la etapa del recuento de daños, más aún cuando ven a su candidato que ya no puede levantar más, frente a un AMLO con clara tendencia a la alza.

Ante la novedosa forma de proselitismo electoral que representan las redes sociales totalmente adversas al tricolor, los ideólogos de este partido, a menos de 30 días que le restan a este proceso electoral, no logran definir la estrategia para revertir ese fuerte impacto en su contra, que significan las nuevas tecnologías utilizadas por los jóvenes universitarios.

Hasta ahora el PRI ha centrado su estrategia primero en denostar, e inclusive injuriar estúpidamente como lo hicieron desde el PVEM, al movimiento de jóvenes; y después en descalificar a la encuesta de Reforma. Lo primero han intentado rectificarlo con un tenue reconocimiento a los reclamos pues la estrategia primeramente seguida se revirtió enormemente al tricolor y en lugar de apaciguar a los jóvenes, más los alentó a continuar con la lucha. En cuanto a lo segundo, se ha optado por lo más fácil: descalificar la encuesta con una imagen de desdén y aparente indiferencia bajo el argumento de que otras mediciones les siguen dando amplia ventaja  en la intención del voto.

La verdad es que después del movimiento juvenil al PRI le ha cambiado drásticamente el panorama electoral, que amenaza con transformarse en un campo devastado de muy alto riesgo para un triunfo que apenas hace unos días lo pensaban más que asegurado.

A fin de cuentas el candidato del PRI ha acabado por convertirse en un producto difícil de vender a pesar de utilizar las más caras y sofisticadas técnicas del marketing político y contar con el respaldo de los monopolios televisivos. Crece entre los votantes la certeza de que esta elección no es un concurso de belleza, sino un delicado proceso comicial en el que está en juego el destino de México: continuar con el modelo neoliberal depredador que ha destrozado al país o cambiar hacia un régimen socialdemócrata donde sea posible el desarrollo humano y el bienestar de todos.

Sobre AMLO y las fuerzas que lo respaldan vienen tiempos de tormenta: “hay que pararlo a como dé lugar”, parece ser desde ahora la consigna de la derecha representada por el PRI, PAN, PVEM y PANAL. Vienen tiempos de guerra sucia y propaganda negra, lo veremos a su máxima intensidad a partir de esta semana, no se necesita tener una bola de cristal para anticiparlo.

A AMLO ya se le empieza a responsabilizar hasta de la devaluación del peso frente al dólar registrada hace tres días. CNN y The Financial Times así lo afirmaron en sus ediciones más recientes. De la misma forma injuriaron a Lula en Brasil en plena campaña electoral. Se trata de los mismos medios patrocinados por la oligarquía transnacional. Y Lula ha sido el mejor presidente de la historia contemporánea de su país.

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Twitter: @MoissAlcarazJim

* El autor es director estatal de Gobernación