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Manotazos, levantones de voz y regaños, las formas del líder Rodríguez Alcaine

 

 Un par de manotazos en la mesa a lo largo de la asamblea, dos o tres levantones de voz y algunos regaños –no muchos para como dicen que es el ex malhablado líder cuando se quiere imponer– bastaron a Leonardo La Güera Rodríguez Alcaine para “designar” a Antelmo Alvarado García como el nuevo dirigente de la Federación de Trabajadores del Estado de Guerrero (FTEG), en relevo de José Luis Torreblanca, quien falleciera hace poco más de tres semanas.

“Democrático” y “respetuoso de la libertad de expresión”, como se dijo ser a lo largo de la asamblea, La Güera dejó incluso pasar dos objeciones a la propuesta que presentó a la asamblea, las que ignoró, y pidió a los líderes cetemistas dar 30 días al taxqueño Antelmo Alvarado –que como son las cosas en el sindicalismo pueden ser la antesala de 10 años de líder- para que reestructurara el comité estatal –que dejó dividido Torreblanca- y luego de ello evaluar su permanencia al frente de la FTEG.

Antemo Alvarado venía ocupando el cargo en forma interina desde hace dos semanas, y su ratificación en asamblea este miércoles era de trámite.

En el presidiúm, La Güera sentó a los líderes de los dos bandos: a Rodolfo Escobar Avila, secretario de Organización, que era afín a Torreblanca, y a Salvador Vargas, secretario de Trabajo, quien encabezaba la disidencia. Abajo se encontraron otros bandos en conflicto, como los de la sección 20. Sentados, discretos, Javier Gutiérrez Santoyo y Lucino Loyo, quienes se disputan la dirigencia, aunque por lo pronto el primero cuenta con el aval de la Junta local y la posesión del edificio.

Delante de Don Leonardo, como le dicen los cetemistas, ningún pleito, ningún amago, como se han dado en meses recientes. Escasos incidentes: Antonio Valdez llevó porra, que La Güera acalló cuanto el líder de la colonia Rodríguez Alcaine intervino; regaño a los asambleístas por la silbiza a un líder de Iguala, ya casi al final; y pidió a todos sentarse cuando creían que ya había terminado el acto; “estoy dando órdenes, si así vamos a empezar, estamos mal”.

Al fondo del salón, trabajadores del Hotel Hyatt y ex trabajadores del Continental Emporio levantaban carteles en contra de “paros” y huelgas” “sin sustento ni apoyo de los trabajadores”, en alusión a los promovidos por Rodolfo Escobar, uno de los cuales derivó en el cierre del hotel Continental.

El grupo disidente, entre ellos Antonio Valdez, se sumó a la propuesta de Antelmo Alvarado. “Lo aceptamos con disciplina militar”, dijo.

El nuevo dirigente fue diputado federal en la 56 legislatura (1994-1997), en donde compartió curul con el actual gobernador René Juárez Cisneros. No obstante, es un cercano al senador Netzahualcóyotl de la Vega García, eterno líder nacional de los trabajadores de la radio, presente en la asamblea, quien incluso fue propuesto como relevo de Torreblanca por Salvador Vargas.

Otro líder cetemista, por la Costa Grande, Córporo Cruz, con sombrero de ganadero y una amplia cadena de oro con un gran dije de ese metal, con apariencia de judicial malo, impugnó el “perfil” de Antelmo Alvarado, por no ser “revolucionario”.

“Aquí no estamos para discutir la personalidad de Antelmo”, regañó después La Güera, quien añadió luego que Netzahualcóyotl de la Vega también respaldaba, como integrante del CEN de la CTM, la propuesta de Antelmo Alvarado.

El taxqueño, al no haber tomado partido en el conflicto entre los líderes cetemistas de Acapulco, ocupó la secretaría general sin impugnaciones, y por lo pronto apuesta a que otro par de manotazos de Don Leonardo dentro de un mes, en la próxima asamblea de la FTEG, le mantengan en el cargo.

-Queríamos que se fuera, pero no así –, recordaba José Valle de José Luis Torreblanca, al sumarse a la cargada a favor de Antelmo Alvarado.

Rodríguez Alcaine, que intercaló comentarios entre las intervenciones de los cetemistas guerrerenses (el cual como el resto del país tiene sempiternos dirigentes, pues desde hace décadas son Jorge Hernández Almazán, Eloy Polanco Salinas, Felipe y Lucino Loyo Malabar, José Valle Alvárez, Antonio Valdez Andrade, etcétera), aludió a la situación sindical en                   Acapulco.

Sin nombrar a Escobar ni los casos de los hoteles Hyatt, que los empresarios amenazaron con cerrar, ni el Continental, que cerró, el líder cetemista ofreció un mensaje ambiguo: “Yo creo que no podemos hablar de paros y de huelgas. La huelga es un derecho y hay que mantenerlo de acuerdo a la Ley                   Federal del Trabajo”.

Llamó a adaptarse a “una nueva filosofía del movimiento obrero, para dar confianza a la inversión en México y crear empleos que necesita la sociedad actual”. Luego, aludiendo a los jóvenes, en tono de abuelo, criticó a las generación actual que dijo es “grosera” y andaba “perdida”.

Al termino de la asamblea, que duró poco más de una hora, el octogenario dirigente cetemista fue abordado por reporteros, con relación a los conflictos laborales en el Hyatt y el Continental, y al desconocimiento que como parte negociadora hacen los empresarios de Rodolfo Escobar, cuyo sindicato tiene los contratos de ambas empresas.

Rodríguez Alcaine dijo que se buscaba el acercamiento entre los empresarios y los trabajadores, para reabrir el Continental, y de la permanencia de Escobar como líder, señaló que ese era un asunto de los trabajadores.

-Yo a palabras necias oídos sordos –respondió a un reportero que le insistía en una definición sobre el caso Escobar.

Ya por retirarse, en tanto esperaba la camioneta que le llevaría al aeropuerto, fue abordado por dos mujeres, una joven, guapa, que le pidió amablemente: “Ya no lo queremos a Rodolfo (Escobar), es un obstáculo, haga algo, queremos un cambio. No queremos que nos cierren el hotel”.

-A caray, me la pones difícil –dijo La Güera, en pose de galán, rascándose la cabeza.

-Déjeme ver, déjeme ver.

Del PRI, en la asamblea, ninguna mención.

-¿Cómo van a ayudar a Héctor Astudillo (el candidato a la gubernatura) –se le preguntó al final

-Cómo ayudar, si la tenemos ganada (el gobierno estatal). Punto.

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