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Marchan estudiantes de la UAG, la CETEG y el Funpeg en Chilpancingo por los 43 normalistas

*También demandan la renuncia del gobernador interino Rogelio Ortega y del presidente Enrique Peña

Alina Navarrete Fernández y Carlos Navarrete Romero

Chilpancingo

Maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), estudiantes del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG) y maestros y alumnos de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) de la Coordinadora Universitaria en apoyo a la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa marcharon en esta ciudad, en demanda de la presentación con vida de los 43 normalistas detenidos-desaparecidos en Iguala el 26 y 27 de septiembre.
A las 11:30 de la mañana, cerca de 300 manifestantes partieron del punto conocido como El Caballito, en la salida norte de la ciudad por el bulevar Vicente Guerrero en dirección al Congreso del Estado.
Mientras avanzaban se integraron a la movilización más ciudadanos, vecinos del lugar, que sumaron mil 500 manifestantes, aproximadamente.
La marcha la encabezó la CETEG, seguida del FUNPEG y después la Coordinadora Universitaria, los últimos vestían de negro en señal de luto por las personas asesinadas en la masacre de Iguala. Algunos integrantes de la CETEG y el FUNPEG tenían el rostro cubierto por playeras, pañuelos y usaban lentes oscuros.
Durante la movilización, los manifestantes coreaban consignas como “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, contaban los números del 1 al 43 y al terminar gritaban “no quiero ser el 44”. De la Coordinadora Universitaria decían “Saldaña, entiende, la Uagro no se vende” y “Saldaña, corrupto, te vendes como puto”.
Todos portaban carteles y lonas en los que expresaban su solidaridad a la Normal Rural de Ayotzinapa. Algunos carteles decían “No hay próxima vez ni segunda oportunidad, es ahora o nunca, fuera el mal gobierno”, “Seguiré sembrando rebeldía hasta que coseche libertad porque mientras yo tapo mi cara tu tapas la realidad”.
La CETEG aportó a la marcha una camioneta que cargaba un equipo de sonido con un micrófono que ofreció a todos los manifestantes para que hablaran.
Varias personas se acercaron para expresar su inconformidad ante “la falta de seriedad” que las autoridades federales han mostrado a la búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos, “el mal gobierno” de Rogelio Ortega Martínez y exigían la renuncia del presidente, Enrique Peña Nieto.
La avanzada de la CETEG escribió sobre los carriles del bulevar, que conecta con la Autopista del Sol, consignas como “Renuncia EPN”, “Fuera el narcogobierno” y “Ayotzi vive”, las que también plasmaron en la barda perimetral del Congreso del estado, en donde concluyó la movilización, cerca de las 12:40 de la tarde.

En el Congreso

Minutos antes de la llegada de los manifestantes al Palacio Legislativo en esta ciudad, los trabajadores de base salieron ante el temor de que en la protesta se quemaran más automóviles, como ocurrió el miércoles 12 de noviembre, pero no hubo ninguna agresión hacia los trabajadores o las instalaciones.
Frente al Congreso del estado los manifestantes colocaron diversas lonas alrededor de la barda perimetral y anunciaron por medio de un equipo de sonido que habría un mitin, pidieron a todas las organizaciones participantes que nombraran a un vocero para realizar un manifiesto en conjunto.
En el mitin participaron integrantes de la CETEG y de la Coordinadora Universitaria, exigieron la renuncia del presidente de la república y manifestaron su preocupación por los 43 normalistas desaparecidos.
Un representante de la Coordinadora Universitaria dijo, “no pasa ni un día en que no piense acerca del juego de las autoridades que no han esclarecido los hechos violentos en Iguala, muchos dicen que no los conozco y no tiene por qué importarme, pero son mis hermanos y pienso si pasan frío, hambre, en las ganas que tienen de regresar a sus hogares. Seguiremos en pie de lucha por ellos hasta que logremos que vuelvan”.
Un vocero de la CETEG declaró que “no permitiremos que se siga reprimiendo el movimiento para demandar la presentación con vida de nuestros 43 compañeros, nuestros hijos, nuestros hermanos, ellos sólo pedían mejores condiciones para poder realizar sus estudios y miren cómo el gobierno les pagó”.
Al terminar el mitin, los manifestantes partieron en una marcha hacia el campamento que desde el 8 de octubre mantiene la CETEG en la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac. Los integrantes de la Coordinadora Universitaria se dividieron, algunos se quedaron en Ciudad Universitaria Sur, y el resto acompañó la movilización hasta que se disolvió en el Zócalo capitalino.

Tomaron maestros y estudiantes, el miércoles, la Ciudad Judicial y la caseta de Palo Blanco

El miércoles maestros de la CETEG tomaron por segundo día consecutivo y durante 5 horas las instalaciones de la Ciudad Judicial en Chilpancingo, para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde la noche del 26 de septiembre en Iguala.
Ese día otro contingente de maestros cetegistas junto a estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa tomaron la caseta de cobro de Palo Blanco para pedir cooperación y sustrajeron combustible de camiones pesados para continuar sus movilizaciones.
A diferencia del martes, el miércoles los manifestantes no retuvieron a los trabajadores ni a magistrados del poder Judicial, ya que minutos antes de que llegara, los empleados abandonaron sus oficinas y salieron del inmueble.
Se confirmó que un pequeño grupo de trabajadores permanecieron al interior por voluntad para desahogar su carga laboral.
Un contingente de poco más de 200 maestros acudió a la sede del Poder Judicial a las 10 de la mañana y cerraron los dos accesos al inmueble con cadenas. Sobre la reja perimetral colocaron una lona en la que externaban su solidaridad con las familias de los jóvenes desaparecidos.
“Exigimos presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Rechazo total a las reformas estructurales. Si no hay justicia para el pueblo que no haya paz para el gobierno”, se leía en la lona.
A espaldas de Ciudad Judicial se encuentra el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Chilpancingo. La calle que comunica con el reclusorio fue bloqueado por lo que ningún vehículo pasara y sólo se permitía el paso a automóviles particulares y taxis que trasladaban a personas de la tercera edad o mujeres embarazadas.
Durante el mitin un maestro de la región Centro advirtió que las movilizaciones continuarán en todo el estado y reprobó “los nulos” avances de la Procuraduría General de la República (PGR) en las investigaciones para conocer lo que sucedió con los estudiantes de Ayotzinapa detenidos por policías municipales de Iguala la noche del 26 de septiembre.
“Que no sigan engañando al pueblo, principalmente a los familiares de los desaparecidos que están esperando conocer en qué condiciones recibirán a sus hijos, los padres necesitan saber cómo están sus hijos, si duermen, si comen, si los están torturando o los tienen incomunicados, eso es lo que todos queremos saber”, expuso.
Aseguró que la desaparición forzada de los normalistas es un acontecimiento que afecta a todo el país y no solamente a Guerrero, y celebró que se replique la inconformidad en otras entidades de la República mediante marchas.
“Porque el agravio no es solamente para el estado de Guerrero, el agravio es a nivel nacional e internacional, porque si nosotros permitimos estos actos macabros de un gobierno tirano, quiere decir que nosotros estamos de acuerdo en que nos masacren y a otros y a otros, y nosotros quedarnos agachados”, lamentó.
Dijo que es el momento de que todos los sectores sociales hagan valer su voz y salgan a las calles “para denunciar todas las injusticias de las que somos víctimas”, y exigió a los tres niveles de gobierno evitar las represiones en contra del movimiento de maestros, normalistas y otras organizaciones sociales que piden la presentación de los desaparecidos.
Durante la protesta no se registraron agresiones en contra del inmueble, y los maestros ingresaron poco después de las dos de la tarde para hacer pintas en la fachada de los edificios.
Pese a la intensidad del sol, estudiantes y maestros se acomodaron afuera del edificio durante 5 horas, y se retiraron de ahí a las 3:00 de la tarde, que es la hora de salida de los trabajadores de la Ciudad Judicial.
Al concluir su actividad los maestros se trasladaron en sus vehículos hasta el plantón que mantienen en la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac.
A las 11 de la mañana, un grupo de poco más de cien personas, entre maestros y normalistas, llegaron a la caseta de peaje de Palo Blanco de la Autopista del Sol, a bordo de tres camiones.
De inmediato el personal de Caminos y Puentes Federales (Capufe) dejó sus lugares de trabajo para que los estudiantes se hicieran cargo.
Para esta actividad, maestros y estudiantes llevaban sus rostros cubiertos. Los docentes resguardaron a los estudiantes mientras éstos pedían una cooperación a los automovilistas para que pudieran pasar, mientras otros sustraían diésel de camiones pesados.
En esta ocasión no retuvieron camionetas de empresas trasnacionales ni de dependencias gubernamentales.
El combustible que conseguían de los camiones era almacenado en garrafas que posteriormente metían en las maleteras de los camiones en los que llegaron los normalistas y maestros. Para las 2:00 de la tarde se subieron a los autobuses que llevaban y regresaron a las instalaciones de la normal de Ayotzinapa, en Tixtla.
Después, unas 4 horas más tarde, se confirmó que al menos 20 personas con los rostros cubiertos acudieron a la caseta de cobro para tomar el establecimiento y pedir cooperación a los viajeros a cambio de que les permitieran el paso, sin embargo no se supo quiénes eran, y las 8 de la noche continuaban en ese lugar.

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