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Héctor Manuel Popoca Boone

El enfoque de cuenca en la planeación rural  

Los primeros ejercicios de planeación rural fueron atendiendo la naturaleza de la actividad principal a realizar, para alcanzar un determinado objetivo, disponiendo de recursos limitados. Así fue la llamada planeación sectorial de la actividad agrícola, de la ganadería, la silvicultura, etc.

En forma posterior surge la necesidad de la planeación atendiendo el territorio o el espacio en donde se realiza la actividad; en virtud de que no es lo mismo realizar la agricultura en una planicie o en una ladera, como tampoco lo es el tipo de ganadería que se da en la zona templada que en una tropical. Esto es la planeación de tipo regional.

De la combinación, confluencia o convergencia de los dos tipos de planeación (actividad y territorio) dio como resultado una matriz de planeación resultante denominada secto-regional.

Poco después, fue insuficiente este tipo de enfoque por las especificidades propias que condicionaban o revestían hacer determinadas acciones en espacios específicos, dentro de un tiempo determinado. Surge el acotamiento de la planeación a corto, mediano y largo plazo.

A partir de la interrelación y de la forma que se da entre los recursos naturales, humanos y materiales que se encuentran en una región determinada, emana el concepto de ecosistema o hábitat, el cual está sujeto a la mengua, modificación, contaminación o destrucción de sus elementos constitutivos. De ahí la necesidad de tener en cuenta en la planeación un elemento conceptual importante: La sustentabilidad y/o la sostenibilidad del proceso sujeto a la planeación.

En la planeación del desarrollo rural siempre debemos tener en cuenta, entre otros, dos factores estratégicos que son el suelo y el agua. Ya que de ellos se derivan o dependen la mayoría de las actividades que realiza el ser humano. Concomitantemente a ello, surge en el ejercicio de la planeación la necesidad de estudiar los problemas de la escasez, contaminación o degradación de los mismos.

De la mutua interrelación y sobredeterminación del suelo y del agua, es como nace la planeación con enfoque de cuenca; pues es en ésta, con sus subdivisiones en subcuencas y microcuencas, en donde territorialmente o espacialmente se conforman e integran. A partir de los ríos, sus afluentes, los valles y cañadas que forman y caracterizan                               su trazo desde el nacimiento hídrico hasta su desembocadura en el mar.

Los elementos que forman una cuenca guardan interdependencia los unos de los otros: mutuamente se influyen y condicionan. El ser humano incluso en su desmedida voracidad irracional logra destruirlos o romper el equilibrio que mantienen. Por lo que surgen dos elementos más de análisis en la planeación con enfoque de cuenca: la visión integral de los factores o elementos contenidos en una cuenca y el grado de integración de los mismos.

Por último, otros dos elementos más que deben tenerse presente, son aquellos que dan cuenta que las actividades rurales en una cuenca van más allá de las meramente agropecuarias, acuícolas o forestales. Es decir, el territorio de una cuenca es multifuncional y diversificado entratándose de actividades productivas y sociales.

Para que esta modalidad de planeación, no sea un mero juego retórico o duerma el sueño de las aspiraciones justas, en las gavetas de los investigadores o de las oficinas gubernamentales, es condición indispensable que tenga la característica de ser participativa. Es decir, concebir a los habitantes de la cuenca como sujetos activos de su propio desarrollo y no como objetos pasivos. Solamente el que ellos tomen conciencia de la importancia de la preservación y sostenibilidad de sus propias microcuencas es como se podrán garantizar que los esfuerzos sean duraderos, sistemáticos, expandibles y convergentes.

La orografía e hidrografía del estado de Guerrero; así como la historia del desenvolvimiento de sus asentamientos humanos no se pueden explicar sino se tienen presentes sus cuencas. Desde la impresionante que conforma el Río Balsas hasta las otras 79 que se tienen identificados y con estudios básicos.

La destrucción y/o contaminación de la cuenca del río San Juan en Iguala, del río Huacapa en Chilpancingo, del río La Sabana en Acapulco o del río Atoyac en el municipio del mismo nombre, son ejemplos patéticos en Guerrero, entre otras de los efectos que provoca la dejadez y la inconciencia del actuar del ser humano, que vive deforestando aguas arriba y contaminando en conglomerados urbanos crecientes con poco orden y previsión, aguas abajo.

PD1. Con todos los escándalos políticos con que nos tienen atiborrados, a veces pienso que el tratar de pregonar las bondades de la honestidad en el medio político es como tratar de difundir las virtudes de la virginidad en una casa de citas. La neta.

PD2. Lo perdurable siempre acaba por triunfar sobre lo efímero. Lo sustancial permanece siempre más allá de lo artificial. Y lo imperecedero termina por opacar a lo fugaz. Estefan Sweig.

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