Anituy Rebolledo Ayerdi
HAIR
La ópera-Rock que fue transquilada en Acapulco
Hoy la luna brilla junto al sol (*)
y Júpiter eclipsa a Orión
la paz gobernará el planeta
y el amor será la ley
Cuando han transcurrido apenas tres meses de la matanza de jóvenes en Tlatelolco, Acapulco vuelve a ocupar titulares amarillos en la prensa nacional, incluso internacional. Se le acusa esta vez de Babilonia moderna, impúdica, libertina y depravada. Y es que en un foro teatral del puerto, durante la representación de la ópera-rock titulada Hair, una docena de mujeres y hombres habían bailado y cantado sin ropa. Esto es, desnudos, o en cueros, si se prefiere. En pelotas, pues, ya para acabar y mejor comprensión del respetable.
La grave transgresión a los valores sacrosantos de la civilización occidental, la ruina de la moral pública y el abatimiento de las buenas costumbres, todo junto, se había dado durante la premiere nacional del espectáculo dedicada a las autoridades, los cuates y la prensa. Gente bonita , ¡oh, sí!, narices respingadas, carteras gordas pero sin faltar los colados y gandallas. Presentes también y oliendo a Brut los poderosos barones de la Costera.
La opera rock Hair se presentaba en Acapulco por primera vez en América Latina, luego de su triunfo en Broadway apenas dos años atrás. Se trataba entonces de un suceso musical de gran impacto cuyos primeros réditos beneficiarían al puerto con la difusión universal de su nombre.
Alfredo Elías Calles, el empresario, no los esperaba económicamente generosos pero sí pretendía por lo menos sacar su cuantiosa inversión. Se habían pagado derechos caros por la obra, la papeleta de actores, todos extranjeros, se pagaba en dólares y muchos gastos más. Había corrido con suerte al toparse con Jaco Avayou, empresario cinematográfico acapulqueño, quien aportará el escenario apropiado para el proyecto. El cine Acapulco, de la calle Plan de Ayala, casi esquina con Cuauhtémoc (donde ahora se exhiben películas porno), recibirá el remozamiento necesario para convertirse en el teatro Acuario, limpio y cómodo.
Peluquín
Decir debut y despedida en el argot del espectáculo es referirse al fracaso de un obra artística la noche misma de su estreno, casi siempre por escasez de público. El de Hair será rotundo pero por otra causa. La autoridad municipal la sacará de cartelera argumentando, como ayer, hoy y siempre, faltas a la moral. O sea, preservar la virginidad intelectual de los acapulqueños frente a una propuesta escatológica, inmoral, provocadora, obscena, irreverente, arrecha, sucia, libertina, disoluta, adulterina, perversa, caliente, impura, licenciosa, desvergonzada, cachonda, lujuriosa y más.
Tan dura anatema no provendrá, como pudiera pensarse, de ningún concilio o senedrín. Bastará que uno o varios poderosos así lo determinen para que así sea, incluso sin siquiera haber visto la obra o conocer su libreto. Se dejarían llevar los autores de la decisión por opiniones prestadas o bien pepenando rumores condenatorios de quienes acostumbran hacer de sus vicios privados, virtudes públicas.
Quiero que me llegue
hasta la cintura
arriba, abajo
en todas partes tengo
hair hair hair
hair hair hair
crece, meces
nada me embellece más… hair
Pelón
La escena escandalosa que despierta particularmente la santa moralina municipal, traducida en sellos de clausura hasta en los mingitorios, será en efecto un cuadro de actores cantando y danzando completamente desnudos. El escenario y la sala, según el libreto original, deberán permanecer en la más absoluta penumbra y así se presenta durante el ensayo general. Nadie contará, sin embargo, con la astucia sicalíptica del productor Elías Calles, descendiente por cierto del creador del PRI. Dotará a cada actor de una linterna sorda para que, en el cuadro final de la obra, se alumbren unos con otros, incluso a sí mismos, exhibiendo naturalmente sus “cositas”, como las llamaba mi maestra de biología. El tema interpretado será uno de los que dejará Hair como magnífica herencia: Let the sunhine.
Haya venido de Bucareli o del Arzobispado mexicano, la suspensión de Hair, incluida la clausura del teatro, fue boleto del alcalde Israel Nogueda Otero, quien, para librarse de cargos de mojigato y represor, enarbolará el Bando de Policía y Buen Gobierno, en su parte relativa a la preservación de la moral y las buenas costumbres. Mismo documento que castiga con cárcel una micción callejera pero solapa a infelices padrotes prostituyendo hoy mismo a menores de edad, casi niñas.
Quienes adjudican a la Secretaría de Gobernación, a cargo de Mario Moya Palencia, la autoría del ukase, aportan incluso los móviles posibles. La presencia en el evento de un hijo del presidente de la república, Gustavo Díaz Ordaz, y en la misma línea, que Irma Serrano, La Tigresa, se haya amarchantado con Berger, un personaje de Hair. Para otros, incluido el escribidor, todo tendrá su origen en los carteles que en alguna parte de la obra portan sus actores (todos extranjeros, insistimos) alusivos a la massacre de Ttaltelolco. ¡Chínguenlos!, ordenará Zeus Tonante.
Acuarios, acuarios
alegría y tolerancia
armonía y confianza
no queremos mas engaños
no más sueños destrozados
hoy nacemos para amarnos
nuestra era es la de Acuario
acuarios, acuarios
Pelambrera
Hair llama la atención mundial a partir de su nacimiento en 1967 por amalgamar un música formidable con la filosofía hippie. Se le tiene como causante de una revolución en la música, el teatro y el pensamiento de finales de los 60. Los desnudos y las referencias al espectador se suceden en la representación, durante la cual una tribu jipiosa habla de sus alegrías, temores y sentimientos. Su triunfo será clamoroso en Broadwayal año siguiente.
Hair fue para algunos críticos el gran fenómeno musical de la época. Una explosión de creatividad que cantó a la libertad de expresión e hizo del espectador un actor más.
Si bien todos los temas de la obraserán reconocidos en buena parte del mundo, dos de ellos llegarán para quedarse: Aquarius y Deja que entre el sol. La banda sonora se mantendrá en la lista de éxitos durante los tres años siguientes a su estreno. Hoy, sólo la nostalgia la convoca.
Pelillos a la mar
Diez años más tarde del acapulcazo, Hair será llevada a la pantalla por el director Milos Forman (Amadeus) y será combatida tan duramente como lo había sido la obra teatral. Excepción hecha de la banda sonora a la que se calificará como “vital y abierta”.
Hashís
mariguana
opio
LSD, peyote
costo, los hongos mágicos
la mescalina y la nicotina
cannabis sativa
alcohol y betún
jarabe de la tos
aspirina y válium
qualudes y poppers volcánicos
pieles de plátano
s.e.x.o
Uauuuuuu
Peluche
El estreno de Hair en Acapulco (4 de enero de 1969) quiso ser un remedo tropical de las noches encandiladas de Broadway. Fallida por absurda y algo más. Una manada de cuches rondando la calle del estreno, los golpes del taquero de la esquina con su jauría particular y los fogonazos acústicos de las rockolas vecinas. El Piratas, de Dalia Serna, tendrá que esperar varios años más para instalarse enfrenta de la entrada de ese teatro.
Aquello no impedirá que algunos invitados lleguen iluminados creyéndose en el mismo niuyork.
Otros, por el contrario, se quejarán de encandilados por tantas barras de luz encendidas. Muy pocas parejas de “pipa y guante” como para una ópera. Y la mayoría vestidos como si se acabaran de levantar.
Sólo uno o dos recuerdan la etiqueta aplicada por Miguel Alemán Velasco durante las Reseñas: pantalón negro con guayabera blanca y corbata de pajarita. El Vampiro Rocha le robará la entrada a Irma Serrano vistiendo pantalón verde y el torso completamente desnudo. Se dirá asaltado.
Por ahí, como inicia Arturo Escobar, el actor Yul Bryner, tocado con sombrero calentano para efectos del anonimato; simpatiquísimo el productor, Mike Butler, preguntando por Manolo Arango, “el hombre del billete grande” y mecenas de la función; Alfredo Díaz Borja, muy ligado luego al mundo del rock mexicano. La Tigresa insistirá en comprar la obra para interpretarla ella misma y lucir sus cuadriles y chamorros. “Yo sí tengo qué enseñar no como la flaquita esa”, presumirá refiriéndose a Pixie, la estrella principal.
Lo de Enrique Rocha fue rigurosamente cierto. “De veras, decía, yo salí de mi hotel vestido con un smokin verde”.(¡Entonces se lo fumó!, lanzará como dardo el reportero Félix Ramírez, de La Verdad). Presentes cual debe y oliendo a Brut los barones de la Costera.
De pelos
La inglesa Pixie Hopkins cantará Hair en una sola ocasión pero le gustarán los pelos como negocio. Los pelos de las pestañas postizas marca Pixie, que harán ver a sus usuarias como muñecas dormilonas. Grabará con Nacho Méndez un disco con Llorando por dentro y Lover and his lass.
El Caso Hair no les viene ni les va a los rockadictos nativos. Sus tímpanos responden únicamente a los estímulos acústicos de Los Yaqui, Los Rockin Devils, Los Hitters, Los Belmonts, Los Johnny Jets, Roberto Jordán y María Eugenia Rubio. Sin ser propiamente roquera, la hoy acapulqueña señora Rubio de Barney, tendrá, además de su sensacional Banco de escuela, éxitos como Cuando se está enamorada, Dímelo, Tú eres mi amor, Eso, eso, Mi pueblo, Navegar y Pepino.
Las hubo de hot pants en el estreno de Hair. Son el grito de la moda y están destinados a la exhibición plena de las jambas. Blusa y shorts de una sola pieza, como traje de baño antiguo. Jóvenes y atrevidas lo usarán ceñido al nacimiento de los muslos, maravillosos cuando semejan columnas dóricas. De ahí para abajo según la edad, la celulitis y las várices.
Cunnilingus y besar
¿verdad que no se ve mal?
marturbarse es genial
santa orgía
Kama Sutra hasta el final
Donna
Pelos de punta
Lo peor vendrá después, según la versión del empresario Alfredo Elías Calles.
“A partir de la clausura, nos convertimos en delincuentes. Mi alarma llegó a sus extremos la madrugada siguiente. Docenas de agentes civiles armados con pistolas y metralletas tomaron por asalto el lugar donde vivían concentrados los actores. A punta de cañón, con lujo de violencia, los despertaron y los obligaron a abandonar el lugar”.
“Al día siguiente asistí con mis abogados a la oficina de Migración donde nos pasaron a una antesala. De pronto se abrió la puerta y entraron seis gorilas que arremetieron a golpes contra mí. Me sacaron violentamente, en vilo, como vulgar criminal. Me bajaron a patadas y me arrastraron hacia un automóvil sin placas. Allí conocí el pánico, brother.”(Revista Piedra Rodante)
¡Pelos!
La andanada contra Hair será histórica por parte de la gazmoñería oficial, la Iglesia y la gente decente. De muy baja intensidad, incluso tibia, la ofensiva de la intelectualidad en defensa de la libertad de expresión. La Comuna de Acapulco, responsable finalmente de la represión contra el espectáculo, será llamada hipócrita, mocha persignada, intolerante, mojigata, ñoña y fascista.
Iniciando apenas su mandato como alcalde de Acapulco, Nogueda Otero sabrá sorteaer inteligentemente el problema de opinión pública. Ni sudará ni se acongojará pues sabe que tiene a la suerte consigo. El 17 de abril de 1971, un chiflón abate el helicóptero en el que viaja el gobernador Caritino Maldonado Pérez, y dos días más tarde, INO ocupará su lugar.
Finalmente y frente a la inicua lobreguez intelectual, política y cultural, Hair recomendará dejar entrar el Sol.
Y creo que si hay Dios
no cree en Claude
ni en mí, ni en mí
canta, nuestras canciones ya no tienen fin
entonces canta junto a mi con fuerza
deje que entre el sol
que entre
el sol
*Fragmentos de las canciones originales