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Aboga Rogelio Ortega por la paz y la armonía al inaugurar la Feria de la Plata

*Dice que el caso de los seis asesinados y la desaparición de 43 normalistas en Iguala “puso de luto a Guerrero” e insiste en condenar la violencia en las protestas contra esos hechos

Claudio Viveros Hernández

Taxco

El gobernador de origen taxqueño, Rogelio Ortega Martínez, inauguró la noche del sábado la 77 Feria Nacional de la Plata, a la que calificó como “uno de los eventos más emblemáticos que nos llenan de orgullo” de sus paisanas y paisanos de Taxco, a quienes se dirigió en tono coloquial: “Jumileras y jumileros, como yo”.
En su intervención, Ortega Martínez pidió a los asistentes ponerse de pie “para que desde aquí salga la foto que se vaya al mundo y se escuche el clamor a favor de la paz y la armonía”, en medio de cientos de globos de color rojo que se soltaron hacia el cielo desde diversos puntos del zócalo y las luces de bombas multicolores lanzadas junto con cohetes, que iluminaron la noche taxqueña, que engalanó minutos después la Orquesta Filarmónica de Acapulco y la presentación extra que se integró al programa con el artista Alexander Acha, quien cerró el festejo.
En su segunda visita, se mostró como amigo “para ayudar a Taxco, para dejar profunda huella en Taxco”, al lado de su gabinete y visitar también los 81 municipios guerrerenses, no sólo una vez sino todas las que sean necesarias, con obras y acciones “mirándole a la gente a los ojos” a ras de tierra.
Al recordar su niñez y juventud, entre los barios y calles de la ciudad, así como sus amigos, las escuelas, la gente, los personajes, la parroquia y las tradiciones con las que creció en este pueblo mágico, dijo sentirse muy orgulloso y asumió el compromiso de trabajar los 11 meses de su gobierno interino, mano a mano, codo a codo, con las y los guerrerenses.
Una vez que inauguró la exposición del Concurso Nacional de Platería, en el Centro Cultural Taxco-Casa Borda, en compañía de los secretarios de Turismo y Cultura, Sergio Salmerón Manzanárez y Arturo Martínez Núñez, y del alcalde de Taxco, Salomón Majul González, entre otros funcionarios, el gobernador caminó hacia al foro instalado en el zócalo de la ciudad, donde en el trayecto saludó a ciudadanos y personas que se le acercaron.
Reveló que en las semanas de lo que lleva como gobernador “en mi vida han transcurrido como tres años” al haberse transformado todo lo que era su vida cotidiana, creer que está soñando y vivir una pesadilla, “pero eso es todo lo que me toca lidiar y me saqué la rifa del tigre sin comprar boleto”, en relación con la nueva encomienda de la que señaló que “con el pueblo de Guerrero vamos a superar esta crisis”, luego de los hechos ocurridos en Iguala el 26 y 27 de setiembre pasado, con los asesinatos de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes normalistas.
“Las crisis son también oportunidades”

En el mismo contexto de violencia que se vive, afirmó que no hay mejor protección que la gente, que el pueblo y caminar entre ellos, ya que ellos son los que nos protegen, “porque tenemos las manos limpias, porque no estamos vinculados a la delincuencia, porque queremos trabajar con el corazón en la mano, para nuestro heroico y sufrido pueblo de Guerrero”.
En una plaza llena de visitantes y sus paisanos, con los que sintió en casa y entre los suyos, lamentó profundamente los hechos registrados en la vecina ciudad de Iguala, con los que dijo “se llenó de luto Guerrero”, se solidarizó con los familiares de los deudos y de los 43 normalistas desaparecidos.
Ante el clamor popular, reiteró que hoy Guerrero necesita armonía y paz, “porque no queremos que se vayan los inversionistas, preocupados por la violencia”, y “una causa justa no puede ser justificación de actos de violencia, porque la violencia, venga de donde venga, produce más violencia”.
De caso Iguala, otra vez, pidió a las autoridades federales “que nos hablen con la verdad, no importa cuan dura sea, para que si hay un desenlace no deseable, podamos acudir a orar, por la resignación, pero que queremos que no nos mientan”, para encarar lo que llamó “esta terrible realidad que vivimos”, poner todo por Guerrero y dejar las diferencias a un lado.
En su intervención, el secretario de Cultura, Arturo Martínez Núñez, expresó que en Guerrero no hay tiempo para el conformismo ni para actuar como si nada estuviera ocurriendo, “Guerrero es una potencia cultural y nuestra obligación es colocar la creación, la recreación, el rescate de las tradiciones y la difusión de los pueblos donde el individuo se hace (…) atenta y respetuosa de la diversidad, de la libertad de crear y de pensar. Por Guerrero, por México, por Taxco, vale la pena”.

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