Registra Acapulco ocupación hotelera del 70.3 por ciento, reporta Sefotur

Salvador Serna

El puerto de Acapulco registró ayer una ocupación hotelera del 70.3 por ciento, informo mediante un comunicado la Secretaria de Fomento Turístico del estado de Guerrero (Sefotur).
En lo que corresponde a la zona del Acapulco Diamante, el indicador marco un 54 por ciento, mientras que la zona Dorada tuvo un registro del 77 por ciento. En tanto que la zona del Acapulco Tradicional logró un indicador del 47.8 por ciento. Mientras el Triángulo del Sol presentó un indicador general del 64.7 por ciento.
Durante un recorrido por el centro de la ciudad, se realizó un sondeo con algunos comerciantes del primer cuadro sobre la captación de ingresos. En su mayoría, los pequeños y medianos empresarios coincidieron en que a comparación del fin de semana pasado, este no resultó tan bueno en materia de ventas por consumo de alimentos y bebidas, artesanías, ropa de playa, productos farmacéuticos entre otros.
“Se notó de forma palpable que hubo menos ingresos, la semana pasada fue mucho mejor me tocó atender más turistas y gane más comisiones por ventas al detalle por prendas preciosas en plata, oro y fantasía, el sábado estuvo prácticamente muerto no llevo nada” dijo Olivia Méndez, vendedora de bisutería fina en una tienda departamental ubicada sobre la avenida Costera Miguel Alemán.
En tanto, las playas del centro lucieron a plenitud de residentes y turistas. El Paseo del pescador se observó un buen ambiente gracias a la constante afluencia de personas que entraban y salían de la playa Tlacopanocha, que lució como en sus mejores épocas.
El comercio ambulante de dicho balneario obtuvo buenos ingresos debido a la gran variedad de productos que ofrecían a los bañistas, como mangos con chile, nieves, dulces de coco y tamarindo, refrescos, mariscos y frituras.
En recorrido por playa Tamarindos hasta playa Carabali, se observó una significativa presencia de familias que llegaron en autobuses de excursión y unidades particulares, destacándose visitantes originarios del estado de México y el Distrito Federal.
Instalados en la zona de playas de los restaurantes de la franja costera, como el Amigo Miguel sucursal Costera y la Mojarra Majadera, se notó un buen consumo en materia de alimentos y bebidas, lo que originó frecuente movimiento de personal y de inmediato vendedores ambulantes se postraron alrededor de los restaurantes con la finalidad de ofrecer sus productos a los turistas, que se mostraron accesibles ante las reiteradas ofertas de venta.