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Cuauhtémoc Sandoval Ramírez

PRD, un partido quinceañero

 Por los 11 años de El Sur

 Este 5 de mayo, el Partido de la Revolución Democrática cumplió sus 15 años de existencia, en el contexto de una compleja situación política, agravada por la irresponsable decisión del gobierno foxista de congelar las relaciones con Cuba, hecho que empañó los planteamientos de fondo expresados por el presidente nacional del PRD Leonel Godoy. Hubo un conjunto de actos en todo el país donde se expusieron tanto un balance autocrítico, pero también los logros que han permitido que el PRD gobierne al 20 por ciento de los mexicanos y tenga una fuerte presencia en los distintos niveles  de gobierno del país.

El acto principal tuvo lugar en la capital del país, en el histórico Polyforum Cultural Siqueiros, con el telón de fondo de los murales pintados a principios de los 70 por el pintor comunista mexicano David Alfaro Siqueiros La marcha de la humanidad, ocasión en que la máxima dirección perredista expuso un conjunto de iniciativas audaces que pueden ser de gran utilidad en la actual coyuntura política caracterizada también por una creciente pérdida de credibilidad de la sociedad mexicana ante los partidos políticos y las instituciones.

Dos planteamientos centrales se expusieron. Por un lado, la necesidad de construir “una confluencia nacional amplia” que bien podría llamarse polo electoral de la izquierda para dar la lucha a favor de un triunfo de las fuerzas progresistas del país en las elecciones presidenciales de 2006, para lo cual se pondría a disposición el registro electoral del PRD, en la que podrían coincidir tanto el amplio movimiento social como diversos sectores de izquierda como el PT, Convergencia, México Posible y Democracia Social, así como sectores del PRI con los cuales hemos coincidido en los últimos tiempos, sobre todo a raíz de su ingreso a la Internacional Socialista.

Se trata de discutir conjuntamente con todas las fuerzas, sectores, organizaciones sociales y personalidades que estuviesen en disposición de acatar este llamado del PRD un programa y objetivos esenciales así como las condiciones de un nuevo gobierno y la nueva forma de gobernar, tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo.

Asimismo, es preciso pactar los procedimientos de selección de candidatos, acordados por consenso de todos los integrantes del polo electoral de la izquierda (o como se acuerde llamar), en los cuales se estipule que los aspirantes a candidatos deben encontrar un espacio que garantice la pluralidad y el perfil individual, teniendo como marco un proyecto común de gobierno y de nación que apueste a tener mayoría legislativa en las dos cámaras del Congreso de la Unión.

Un segundo tema planteado es que una condición sine qua non para garantizar que esta convocatoria nacional de esta magnitud tenga éxito y viabilidad es que el PRD reconquiste la credibilidad y la ética política con la cuál nació hace 15 años, como respuesta al gigantesco fraude electoral de 1988 cuando se nos arrebató nuestro triunfo a la Presidencia de la República, con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

El PRD necesita, en una palabra, institucionalizarse. Transformar las actuales corrientes en verdaderas corrientes de opinión, estricta observancia de la ley y los principios de la ética democrática por parte de todos sus militantes, dirigentes y gobernantes; prevalencia de los Estatutos básicos y de los órganos de dirección sobre las corrientes, entre otros, son requisitos indispensables para una revitalización de su vida interna.

Punto esencial es la necesidad de establecer nuevos vínculos entre el PRD y los gobernantes que han accedido al ejercicio del poder público bajo las siglas de nuestro partido. Esta definición no es menor, ya que gobernamos a un 20 por ciento de los mexicanos a nivel de gobernadores, jefe de Gobierno y presidentes municipales, y contamos con una importante presencia en el Senado de la República, la Cámara de Diputados federal y en todos los Congresos estatales.

Fechas culminantes de este proceso de renovación será la primera mitad del 2005, cuando se realice el Congreso Nacional sobre el Programa del partido así como la renovación total de sus dirigencias a todos los niveles, las cuáles deberían ser designadas por consenso mediante candidaturas de unidad, hecho que demostraría que las corrientes y las personalidades supeditan sus intereses particulares al interés superior del partido y de la nación.

Mucha tinta se ha escrito en estos 15 años del PRD. Existen un conjunto de trabajos académicos en distintas instituciones nacionales y extranjeras, principalmente de Estados Unidos sobre el más ambicioso proyecto de la izquierda mexicana, hecho que demuestra que en la sociedad mexicana existe interés sobre el futuro de este proyecto quinceañero.

En especial, quisiera referirme a dos libros nuevos que están en circulación. Los dos tomos del libro de Enrique Semo, La Búsqueda, editorial Océano, así como el libro (también en dos tomos) de Adriana Borjas Benavente, investigadora mexicana que realizó su investigación en la Universidad de Salamanca, España, Partido de la Revolución Democrática: Estructura, organización interna y desempeño público. 1989-2003, editorial Gernika. Ambos textos son básicos para entender las virtudes y defectos del PRD.

En Guerrero nos encontramos en un momento definitorio, ya que existen todas las posibilidades de instaurar el primer gobierno democrático en nuestro estado a partir de las elecciones del 6 de febrero de 2005 y conquistar la mayoría en el Congreso local y en los ayuntamientos guerrerenses. Todo dependerá de nuestra capacidad de elaborar un programa, construir alianzas y seleccionar sin rupturas a nuestro candidato a gobernador y posteriormente los candidatos a diputados locales y presidentes municipales.

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