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Reaparece sobreviviente de UP; advierte que aun recluido, Abarca conserva poder

*Rafael Ochoa se reúne en una Iglesia de Iguala con enviados de la CNDH a quienes pide garantías para su  seguridad

lejandro Guerrero

Iguala

Al reaparecer en Iguala el sobreviviente de la Unidad Popular, Rafael Ochoa Ochoa, declaró que sus compañeros temen por su vida ante la sospecha de que el ex alcalde José Luis Abarca Velázquez sigue “operando” a pesar de estar recluido.
El también líder de la organización social Genaro Vázquez Rojas se presentó ayer en la parroquia de San Gerardo María Mayela, luego de varios meses de estar desaparecido tras haber huido del municipio por las amenazas, hostigamiento y persecución que sufrió, ante la desaparición que tiene de dos familiares y cuatro seguidores de su organización.
Ayer, en su reaparición en Iguala, el sobreviviente de la UP se reunió con integrantes de la CNDH, a quienes les pidió garantías de seguridad para él y su familia que también fue amenazada.
Rafael Ochoa narró la persecución, amenazas, hostigamiento y cobros de extorsión que le hicieron luego de la desaparición y ejecución de los activistas de la UP la tarde del 30 de mayo de 2013, tras haber protestado en la caseta de peaje de la carretera Iguala-Cuernavaca, protesta en la que también participó pero que se “salvó” de ser levantado.
Dio a conocer que el 28 de mayo, dos días antes de la desaparición de los ocho activistas de la UP, de los que tres de ellos fueron asesinados, incluido su dirigente Arturo Hernández Cardona, fueron amenazados personalmente por el entonces alcalde José Luis Abarca en una reunión en la presidencia municipal, “donde nos dijo que tenía gente para matar”.
Recordó que al día siguiente, el 29 de mayo, presentaron la denuncia de hechos ante la Fiscalía Regional de la Procuraduría del estado, donde responsabilizaban de cualquier cosa a José Luis Abarca, su esposa María de los Ángeles Pineda y el secretario de seguridad pública, Felipe Flores, “amenaza que cumplió el día 30”.
“Hace más de un año las cosas se pusieron muy difíciles en Iguala y después de que pedimos en la última manifestación justicia por mis compañeros asesinados fuimos perseguidos, incluso llegaron hasta mi domicilio gente armada, algunos con botas y pantalones como los que usa la policía y pidiendo 50 mil pesos para que me dejaran en paz”, dijo.
Dijo que el dinero lo entregó, el cual dejó en una barranca cerca de su domicilio, pero ni así cesaron las amenazas, persecución y hostigamiento hacia él y su familia, “después se presentaron a mi domicilio pidiendo que me fuera porque si no iban a matar a toda mi familia”.
Mencionó que huyó de Iguala porque hombres armados con rifles Cuerno de Chivo se introdujeron a su domicilio y amenazaron a su esposa de que la iban a matar si él no aparecía en ese momento.
Recordó que como parte de la persecución y hostigamiento en su contra, el 30 de agosto fue detenido por policías municipales y trasladado a la cárcel municipal, con el resguardo de policías estatales que lo custodiaban como parte de las garantías de seguridad en su contra.
Dijo que dentro de la comandancia una persona a la que le decían “comandante” lo obligó a sostener un arma bajo amenazas de llevárselo a “pasear”, por lo que “me vi obligado a sostenerla, también escuché al comandante que decía que me cuadraran bien el asunto para que de esta no saliera y que en el reclusorio había quien me iba a recibir”.
Ochoa fue llevado a la subprocuraduría de la PGR en Iguala y salió más de 12 horas después con el pago de una fuerza de ocho mil pesos.
Denunció que al ex gobernador Angel Aguirre Rivero le dieron a conocer de las amenazas de Abarca a los líderes de la UP y Aguirre Rivero sólo “se burló, se empezó a reír de lo que le dijimos”.
Señaló que después de su liberación, el 3 de septiembre de 2013, policías municipales detuvieron a sus compañeros que lo defendieron el día de su detención y luego de ser trasladados a la comandancia municipal “fueron torturados con aparatos eléctricos, y después de que los soltaron muchos tuvimos que huir porque era mucha la presión que recibíamos por parte del gobierno municipal”.
Mencionó que él tiene a dos familiares desaparecidos y a cuatro miembros de su organización.
No descartó la posibilidad de reintegrar la Unidad Popular de Iguala con el posible regreso de los sobrevivientes de la UP.
A una pregunta dijo que en Iguala no hay garantías de seguridad para él, su familia y los sobrevivientes de la UP, y no descartó la posibilidad de que el ex alcalde José Luis Abarca siga operando desde la prisión, “nadie garantiza de que todo va a estar bien”.
Mencionó que después de su vivita de ayer a Iguala él nuevamente huirá de la ciudad y demandó garantías de seguridad para él, su familia y los sobrevivientes de la UP y sus familias.

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