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Paran labores afiliados a la Sección 12 por dos despidos

 Trifulca entre trabajadores y policías privados del hotel Continental Emporio

 La empresa acusa a los despedidos de robo y sabotaje. Los paristas se apostaron en la recepción del hotel, que no interrumpió sus actividades. Los dirigentes sindicales esperaban que las autoridades laborales mediaran para un diálogo

 Mónica Martínez García

Trabajadores sindicalizados del hotel Continental Emporio se enfrentaron a golpes con policías de seguridad privada de la empresa, durante un paro laboral, cuando los vigilantes con violencia trataron de impedir el acceso a dos empleados despedidos, por órdenes del representante legal de la empresa Fernando Ramírez Velázquez.

En la trifulca que se suscitó cuando los trabajadores y sus representantes sindicales respondieron los golpes de los policías privados, resultó con rasguños en la cara el secretario de la Comisión de Honor y Justicia de la Sección 12 de la CTM, César Ulises Ochoa Robledo.

Ayer, unos 150 trabajadores del turno matutino afiliados a la Sección 12, que lidera Rodolfo Escobar Ávila, comenzaron un paro laboral por tiempo indefinido en el hotel Continental Emporio, contra el despido que consideran injustificado de los trabajadores Antelmo Zamora Méndez y Apolinar García Rodea, el primero acusado por la empresa de robo y el segundo por haber saboteado los sistemas de encendido del hotel. La empresa piensa mantener su postura de no reinstalarlos.

El paro de labores comenzó cuando el hotel estaba ocupado al 38.7 por ciento de su capacidad. Los paristas se concentraron en la recepción y en la entrada del hotel, que no interrumpió sus actividades porque en el movimiento sólo participaron los trabajadores de un turno.

Hubo un primer intento de los sindicalistas por dialogar, cuando los policías de seguridad privada del hotel agredieron físicamente a los cetemistas, porque el representante legal de la empresa Fernando Ramírez Velázquez les negó el acceso a los despedidos para que entraran a las negociaciones con el secretario general de la Sección 12, Rodolfo Escobar Ávila, lo que ocasionó la molestia de los cetemistas, quienes respondieron a golpes a los policías.

En los jaloneos resultó con rasguños en la cara el secretario de la Comisión de Honor y Justicia de la Sección 12, César Ulises Ochoa Robledo, quien declaró aseguró que “por el momento” no piensa levantar ninguna denuncia.

El representante legal del hotel, Fernando Ramírez Velázquez negó que el despido haya sido injustificado porque señaló que los trabajadores Antelmo Zamora Méndez y Apolinar García Rodea cometieron acciones que ameritan su baja, según el contrato colectivo. Según el representante legal se procedió de acuerdo al artículo 47 de la Ley Federal del Trabajo.

Aseguró que los trabajadores no serán reinstalados y que seguirán con el procedimiento legal “con todas sus consecuencias” y recalcó que si un trabajador cometió un ilícito con la empresa “no debe estar dentro” de ella, pues dijo que ello afecta tanto a los clientes como a los trabajadores honestos.

El representante legal es el mismo con el que los sindicalizados no pudieron llegar a un arreglo en el conflicto del hotel Hyatt, que originó el estallido de una huelga el 13 de marzo, por el despido de un trabajador.

Pese a que en su momento Escobar Ávila aseguró                 que no había sido notificado del despido de los dos empleados por parte de la empresa del hotel Continental Emporio, –como legalmente debe ser ya sea mediante un oficio o telefónicamente–, Ramírez Velázquez lo negó y aseguró que “siempre hemos tenido comunicación con el sindicato, siempre le hemos hecho saber este tipo de situaciones y sin embargo a la hora de los acontecimientos dicen no me dijiste, no me notificaste”.

Momentos después de los jaloneos, Escobar Ávila insistió en que “los terroristas” son los empresarios porque dijo que son ellos los que “están invitando al desorden a los trabajadores” y que luego “se escudan en que utilizamos un sindicalismo terrorista y los terroristas son ellos”.

Según explicó Ramírez Velázquez, Antelmo Zamora Méndez cuenta con seis años de antigüedad trabajando como garrotero, y la empresa descubrió que cobró una cuenta a uno de los clientes del hotel y no la reportó a caja.

En tanto, a Apolinar García Rodea, quien pertenecía al área de alimentos y bebidas con 33 años de antigüedad, además de que es delegado sindical ante la Sección 12, se le acusa de sabotaje contra los sistemas de encendido del hotel, acto que cometió en agosto del 2003 cuando en el hotel hubo un paro laboral además de que según el representante legal de la empresa amenazó a funcionarios del hotel cuando como delegado defendió a Antelmo Zamora.

Tres horas más tarde llegó el secretario general de la Federación de Trabajadores del Estado de Guerrero, José Luis Torreblanca, quien lamentó que a unos días de celebrarse el Día del Trabajo “tal pareciera que se quiere repetir la gesta histórica” de esa fecha.

Hasta las 3 de la tarde se encontraba esperando al gerente de la empresa, Luis Antonio Stavoli o al representante legal del hotel para “buscar alternativas de solución”, y confió en que el conflicto ayer mismo se resolvería.

Informó que habló vía telefónica con el subsecretario del Trabajo y Previsión Social, Raúl Leyva Castro, para pedirle su intervención en el asunto.

Para Torreblanca Gómez, la actitud del representante legal de la empresa pudiese ser una revancha por el conflicto que se suscitó en marzo con el hotel Hyatt del cual Ramírez Velázquez también fue representante legal.

Asimismo retó a la empresa a comprobar los actos por los que culpan a los trabajadores porque según él no existe denuncia alguna.

Agregó que                 “los trabajadores no somos violentos, somos trabajadores, pero también tenemos que defender nuestras fuentes de trabajo”.

Lamentó que los empresarios “tengan bajo lo manga” la amenaza de convertir a los hoteles en condominio, con lo que “se perderían muchos empleos en Guerrero”.

Los 150 trabajadores –de un total de 500 de la planta laboral– seguían postrados en el área de recepción y en las afueras del hotel, en espera de que las autoridades laborales llegaran para mediar el asunto.

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