Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jaime Castrejón Diez

Nuestra realidad

Una de las grandes dificultades que tiene el país, no solo para su desarrollo sino para mantener la convivencia, es la falta del empleo formal. Es por eso que en la Universidad Nacional Autónoma de México se formó un grupo de análisis, para estudiar este aspecto de la coyuntura de la economía mexicana y utilizaron para este estudio los datos del mismo gobierno. Los datos que fueron utilizados muestran que en el año de 2011 se agregaron 590 mil 397 trabajadores en el registro de asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social que en estas cifras están incluidos trabajos permanentes y eventuales. El grupo encontró que un un millón 548 mil 930 personas debieron emplearse en la economía informal. La economía informal fue considerada bajo la definición del Inegi como todas las personas que trabajan para unidades económicas no agropecuarias operadas sin registro contable, que funcionan a partir de recursos limitados que están en el hogar o la actividad individual, sin constituirse como empresa.
Es la nuestra una sociedad que crece rápidamente por lo que se requieren cada año un gran número de empleos para recibir a los jóvenes que están ingresando al mercado de trabajo. Sin embargo, en los últimos tiempos, ha habido un déficit de empleos para estos nuevos trabajadores que buscan un empleo para incorporarse a la población económicamente activa.
Es claro que hay muchas causas del desarrollo lento del mercado del empleo, por un lado en algunos lugares turísticos la falta de seguridad ha hecho que disminuya su fuente de ingreso y al mismo tiempo que no se creen fuentes de trabajo. En otros lugares no hay inversión por la dificultad de crear nuevas empresas, ya que con tanto requisito de los diferentes niveles de gobierno, se hace muy difícil cumplirlo para generar nuevas fuentes de empleo. Por otra parte tenemos una Ley Federal del Trabajo muy anticuada y que los legisladores y los grupos sindicales no le han dado la importancia que tiene modernizar esta reglamentación de lo laboral en nuestro país. En este aspecto también la inseguridad inhibe la inversión, acabamos de ver el caso de los ataques a la empresa Sabritas que hace que los empresarios no abran nuevos empleos.
El caso más crítico fue el estado de Guerrero que perdió 3 mil 471 empleos formales en 2011 y 70 mil 507 personas hallaron un lugar en la actividad informal durante ese año. Este es un caso que debe verse con mucho cuidado, los recursos naturales en el estado de Guerrero son limitados y su producción industrial lo es también, pero por muchos años la actividad turística había hecho de esta entidad una fuerte economía. En un tiempo fue el destino turístico más frecuentado, pero el deterioro de los atractivos naturales, el descuido de las autoridades, la inseguridad y al mismo tiempo la falta de inversión han hecho que este estado deje su lugar privilegiado para hundirse en un problema de economía informal.
La economía informal puede ser un recurso temporal, pero no cubre las necesidades básicas de los nuevos trabajadores que llegan por primera vez al mercado laboral, ya que los jóvenes están mejor preparados y sus aspiraciones son la de encontrar empleo en la actividad formal. En la informalidad carecen de cobertura médica y de todos los servicios que tienen los trabajadores en el sector formal de la economía.
Esto nos demuestra que nuestro modelo, tanto económico como social está obsoleto, que hay que hacer un cambio radical orientado al empleo, que garantice que los jóvenes que quieren ingresar al mercado de trabajo, encuentren un sistema que no los obligue a ser ciudadanos de segunda. Para construir este nuevo modelo se requiere un cambio en los distintos órdenes de gobierno, que dejen atrás la partidocracia y construyan un sistema acorde con la nueva realidad.
El problema no es solamente de nuestro país, se ha vuelto general. La actitud de las diferentes sociedades ha sido de cambiar gobiernos; donde gobernaban los socialistas ganaron las elecciones los conservadores como en España e Inglaterra, en otros que eran gobernados por conservadores ganaron los socialistas, como en Francia. El cambio de ideología politica no va a resolver el problema; parafraseando al Presidente Clinton: es el sistema…¡estúpidos!

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