Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

CORRILLOS

 

 1. En la decisión de los tres diputados locales del PRD, el coordinador parlamentario David Jiménez Rumbo, la ex coordinadora Adela Román Ocampo y Marco Antonio López García de aprobar los dos dictámenes de la Comisión Instructora que dan entrada a los juicios políticos del alcalde perredista de Chilapa, Maclovio Ariza Acevedo ocurrido ayer, fue resultado de un acuerdo para que no pasara un dictamen asimismo de apertura de juicio político contra el alcalde de Acapulco, el también perredista Alberto López Rosas.

De acuerdo con fuentes del Comité Ejecutivo Estatal del PRD y de diputados locales, el pasado lunes por la tarde en la oficina de la coordinación parlamentaria perredista ubicada en el segundo piso del Congreso del Estado se decidió la suerte del alcalde Maclovio Ariza.

Ese lunes los representantes del CEE, Juan Manuel Hernández Gardea y Leonor Ortiz Valle, comisionados para atender el caso Chilapa –faltó Guillermo Sánchez Nava–, aceptaron que en el orden del día de este jueves se aprobaran los dictámenes, con el compromiso de Castro Justo de que los dos procesos de juicio político quedarían archivados “durmiendo el sueño de los justos”.

Es decir que no seguirían el procedimiento de presentación, desahogo y comparecencias del alcalde para dejar pasar los tiempos y así dejar en estado de hibernación el juicio político, y posteriormente presentar un dictamen en el que se expusiera que no existen elementos para enjuiciar a los acusados y por tanto no habrían necesidad de que el pleno se convirtiera en jurado se sentencia.

Pero eso no ocurrió, debido a que los diputados priístas originarios de Chilapa –el ex alcalde Gustavo González Miranda y Alicia Zamora Villalva– presionaron a Castro Justo para que el procedimiento siguiera todo el curso legal.

Alicia Zamora pretende la alcaldía de Chilapa en 2005 y busca aprovechar el flanco abierto por el alcalde al ordenar el desalojo de comerciantes y de indígenas del Frente Democrático Popular (FDP), en los cuales la policía municipal actuó con violencia, motivos de la demanda del juicio político abierto por la Comisión Instructora que preside el priísta Constantino García Cisneros, tiene como secretaria a la perredista Adela Román Ocampo y como vocal al también perredista David Jiménez Rumbo.

Sólo estos dos diputados, más Marco Antonio López se mantuvieron en el acuerdo del lunes 18 con Castro Justo y en la reunión que tuvo la fracción la mañana de este jueves antes de la sesión del Congreso local, rechazaron sumarse a la postura mayoritaria de sus compañeros para rechazar los dictámenes.

Incluso en esta reunión, los diputados de la mayoría recordaron a Adela Román y a David Jiménez que no habían firmado los dos dictámenes como miembros de la Comisión Instructora y los instaron a no hacerlo.

Pero ambos, retadores, dijeron que no aceptaban sus exhortos y anunciaron que antes de la sesión firmarían. Y cumplieron.

Por supuesto que la postura de David Jiménez, Adela Román y Marco Antonio López fue entendida por el resto de sus compañeros como resultado de una motivación más allá de un acuerdo parlamentario. Se trata, otra vez, de una que ya parece fijación en el entorno de la precampaña de Armando Chavarría Barrera: actuar en contra de todo aquello que no coincida con el proyecto del senador en su aspiración a ser el candidato del PRD a la gubernatura, como en el caso de alcalde de Chilapa que es público su apoyo al ex alcalde de Acapulco y diputado local Zeferino Torreblanca Galindo.

El caso aquí se vuelve más turbio, pues Ariza llegó al cargo, primero como candidato a alcalde y luego como presidente municipal con el apoyo del grupo de la Universidad, pues es profesor de la institución. De modo que su postrer apoyo a Zeferino Torreblanca es visto por los chavarristas como una traición, que ahora se están cobrando.

En varios de los diputados que se opusieron a poner en la picota a su compañero de Chilapa, se acrecienta esta sensaación cuando saben el comportamiento del mismo Jiménez Rumbo en el caso de la demanda de juicio político contra el alcalde de San Luis Acatlán, Genaro Vázques Solís, cuyo dictame está siendo detenido en la Comisión Instructora. Y sí, Vázquez Solís apoya la precandidatura de Chavarría.

Esta sensación prevalece porque la razón pública de que se votara en favor del dictamen –impedir uno similar para el alcalde de Acapulco– no prosperó. Se sabe que por presiones del diputado del PVEM, Marco Antonio de la Mora ya no se pudo retardar más la presentación al pleno de este dictamen, y se dice que se le dará la primera lectura apenas pasen las comparecencias de los secretarios de despacho que se realizarán el próximo martes 27. Se trata del caso de la denuncia aquella de que el Ayuntamiento de Acapulco no cumplió con aplicar el descuento a los pagadores puntuales del impuesto predial, que se suponía algo ya superado pero que volvió a salir ahora como pretexto para sacrificar al alcalde perredista de Chilapa.

2. A propósito, en la agenda pública que desahogará el presidente nacional del PRD, Leonel Godoy, en su visita de hoy a Acapulco, no aparece nada relacionado con el proceso de selección de su candidato a gobernador. Por supuesto que el asunto se tratará tras bambalinas, mientras en ese partido se dan aquí y allá episodios que anuncian tormentas y crispaciones.

Entre más tiempo pase más crecerá el encono y la división en ese partido que, por cierto, no vive para nada sus mejores días.

El caso de los diputados que parece que actuaron más bien como chavarristas que como perredistas no es el único, aunque sí emblemático pues se da en la víspera de la visita del presidente nacional.

Ahí está el caso de la increíble encuesta que, con métodos del más viejo PRI, mandó publicar el equipo de Armando Chavarría en la primera plana de El Sol de Acapulco en la que aparece adelante de todos los precandidatos del PRD, incluidos Zeferino Torreblanca y Félix Salgado Macedonio.

El equipo del senador ya sabía que el periódico Novedades publicaría una encuesta de preferencias electorales, porque así lo anunció en sus páginas, y se apresuró a mover uno presunto sondeo de una organización que no figura entre las empresas encuestadoras serias.

Pasando de lado por un momento del olor a premodernidad política que se desprende de este episodio, si Chavarría va adelante en sus encuestas ¿por qué rechaza usar ese método como un indicador para definir al candidato del PRD?

Pero en el equipo de Chavarría están muy confiados en que todo se decidirá en una elección en urnas, e igualmente confiados en que aquí su candidato ganará, y con amplitud, como el mismo senador ha dicho.

Esa elección es el mejor camino para que terminen de destrozarse los perredistas.

Y en el entorno de Zeferino Torreblanca, por otro lado, se sabe que ya hay voces que le proponen darle la vuelta al conflicto perredista para poner énfasis en levantar un movimiento ciudadano que termine siendo inobjetable.

3. En el PRI ya salió el peine de porqué su candidato Héctor Astudillo llamó a una tregua entre los grupos políticos de ese partido para no arriesgar todavía más una eventual victoria electoral. Se trata de que el senador Héctor Vicario rechazó de plano la figura de delegado especial del CEN que se le proponía, seguramente porque no tiene todas las confianzas del candidato, ni del gobernador René Juárez Cisneros ni del grupo del ex gobernador Angel Aguirre Rivero.

Pero Vicario se salió con la suya, y será presidente del CDE del PRI desde hoy. A ver que sale de esa amalgama formada por el candidato Astudillo, el presidente Vicario y el coordinador de campaña Añorve.

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