Las Caravanas del gobierno serán sólo un paliativo; la herida por Ayotzinapa está aún abierta: Serafín Aponte

*Hay problemas de fondo que se tienen que resolver antes, dice el coreógrafo fundador del ballet Barro Rojo sobre el programa artístico-cultural lanzado por la gestión de Rogelio Ortega

Óscar Ricardo Muñoz Cano

El bailarín y coreógrafo guerrerense Serafín Aponte Nájera comentó que la realización en este momento de las Caravanas por la paz del gobierno de Rogelio Ortega es propicia pues la herida está aún abierta (en referencia a los hechos en Iguala de hace apenas dos meses), al tiempo que criticó a la comunidad cultural de la entidad por no estar haciendo su parte.
En entrevista telefónica señaló, no obstante, que “son una buena iniciativa, pero yo creo que en este momento la herida está abierta y realmente serán un paliativo solamente puesto que hay problemas de fondo que hay que resolver antes…”.
Al especular que podría tratarse de un modelo similar al que se implantó en Michoacán durante la parte más álgida de la lucha contra el crimen hace algunos años, Aponte Nájera recalcó que “lo nuestro está tan a flor de piel que es un poco difícil entrar a decir que hablamos desde la postura del estado, del gobierno, sobre la paz, la armonía, la reconciliación”.
Por ello, y tras mencionar que primero hay que resolver la problemática sobre los hechos de Iguala que, dijo, ya tienen repercusión no sólo en el país sino en el mundo “estas caravanas por la paz deberán propiciar algo, no sé; sé que no resuelven el problema de fondo pero alguna buena intención deben llevar”.
Quien apenas el sábado pasado presentara con éxito Danzas por Revueltas en el teatro La Fortaleza aquí en el puerto, donde se recreó el sentimiento del escritor y activista social respecto a los caídos en Tlatelolco en 1968, señaló que en caso de que se le invitara a participar, lo haría quizás montando presentaciones como la biodanza, que también practica, precisamente con esa obra, “pero así como es, con ese mensaje de Revueltas, que es lo que me interesa y sin cambiar el planteamiento, lo que representa él, sus ideas, lo que le tocó vivir y los que nos toca vivir…”.
Al respecto de ese trabajo, indicó que al ser un trabajo colectivo le da la oportunidad de acrecentarlo, modificarlo y por qué no, presentarlo ya sea todo o en partes; “precisamente este fin de semana presento una parte en Cuernavaca, en el teatro Ocampo y veremos qué tal sale…”.
Por otro lado, también se dio oportunidad para cuestionar qué están haciendo los artistas guerrerenses, la comunidad cultural, “no percibo una organización clara de artistas que se estén manifestando también, veo a la ciudadanía, veo a los padres de familia de Ayotzinapa, pero dónde están los artistas”, cuestionó.
Aponte, quien recorrió al lado del grupo de danza Barro rojo regiones en conflicto como Guatemala o El Salvador en los noventa, recordó que “fueron los artistas los que organizaron esas visitas, la Organización Salvadoreña de Arte y Cultura, por ejemplo, pero en Guerrero no veo mucho de eso…”.