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Reivindica Apreza como su mayor logro la candidatura de unidad de Astudillo

Renuncia como presidente del PRI con la secretaria general Silvia Romero

 Es parte del acuerdo político con el grupo del senador Héctor Vicario. Mencionan a Maricela Ruiz Massieu como posible sustituta de Silvia Romero

 Hugo Pacheco León Corresponsal

El presidente estatal del PRI, Héctor Apreza Patrón y la secretaria general del mismo partido, Silvia Romero Suárez, presentaron ayer las renuncias a sus cargos ante el candidato a gobernador, Héctor Astudillo Flores e integrantes del Comité Directivo Estatal (CDE), diputados locales, alcaldes y líderes de sectores y organizaciones.

Con la renuncia de ambos priístas se cumplen los acuerdos políticos internos con el grupo del senador Héctor Vicario Castrejón, que a cambio de la declinación a su aspiración a la candidatura a la gubernatura, se hará cargo del partido en la presidencia del CDE, y enfrentará la elección constitucional de febrero del 2005, confirmó el mismo Apreza Patrón.

El expresidente del PRI estatal, dijo que su principal logro fue haber concretado la candidatura de unidad a gobernador con Héctor Astudillo Flores, pero acotó “no habrá en Guerrero un proyecto (personal de Héctor) Astudillo, sino un proyecto por Guerrero”.

Su trabajo partidista, señaló, consistió en reconciliar a la militancia luego del “proceso difícil” de elección de alcaldes y diputados de octubre del 2002, donde su partido recibió un fuerte revés electoral que provocó la salida de Juan José Castro Justo para ocupar la diputación local plurinominal.

También dijo que “gracias a ello”, lograron retener seis de los diez distritos electorales federales en la elección de julio del 2003, y resaltó su labor para la reestructuración de los Consejos Políticos estatal y municipal, y “su integración plural con el 50 por ciento de mujeres y una tercera parte con jóvenes”.

Ambas renuncias cumplen los acuerdos políticos internos con el grupo del senador Héctor Vicario Castrejón, que a cambio de la declinación a su aspiración a la candidatura a la gubernatura, se hará cargo del partido en la presidencia del CDE, y enfrentará la elección constitucional de febrero del 2005, según mencionó Apreza.

Para ello se conoció que hoy miércoles, Héctor Vicario se reunirá con el presidente del CEN, Roberto Madrazo Pintado a las 11:00 horas, en la ciudad de México, donde definirán fecha, hora y lugar de su toma de posesión como delegado especial con funciones de presidente.

Mientras que por la tarde de este martes, posterior a la presentación de las renuncias, las mujeres se movilizaron para acceder al cargo de secretaria general, que dejó vacante Silvia Romero.

La ex secretaria de la Mujer y ex diputada local, Norma Yolanda Armenta se dio a la tarea de conseguir firmas de diputadas, dirigentes y funcionarias para hacer un escrito a Roberto Madrazo Pintado para ser la sustituta.

Aunque, por otra parte, trascendió que un grupo cercano a René Juárez y al propio candidato, Héctor Astudillo, propone a la ex diputada local, ex subsecretaria de Asuntos Políticos y actual secretaria del Instituto Guerrerense para la Educación de los Adultos, Maricela Ruiz Massieu, de quien se dice, tiene mayores probabilidades por su trayectoria política y origen familiar.

En tanto se define a los nuevos dirigentes sustitutos, la presentación de la renuncia se llevó a cabo en una ceremonia sencilla, donde no estuvieron las grandes personalidades políticas del PRI como los exgobernadores, Rubén Figueroa Alcocer y Angel Aguirre Rivero o el propio gobernador René Juárez.

Organizada en el lobby de la sede estatal del PRI y ante un discreto presidium a ras de suelo, Héctor Apreza Patrón afirmó que su partido “avanza con firmeza al triunfo electoral” de febrero del 2005, por haber concretado “el proceso de unidad, la organización y la cohesión de las fuerzas internas y un candidato de unidad”.

Después, sin detallar, dijo que ese proceso “no fue fácil, pero ha costado mucho por el esfuerzo de todos al moldear actitudes del partido a la evaluación social, que cuando el PRI se ha apartado, la sociedad nos ha hecho el llamado correspondiente”, y aseguró que el paso que dieron fue el de modernizarse para hacer “honor al concepto revolucionario que dio origen al partido”.

En su recorrido por la historia al frente del partido, el 8 de diciembre del 2002, en sustitución del actual coordinador parlamentario local y presidente de la Comisión de Gobierno, Juan José Castro Justo, dijo que recibió el partido luego de un “proceso que costó mucho”, en referencia al avance del PRD en octubre del 2002 al ganar 29 ayuntamientos y 17 diputaciones locales; el PAN, cinco ayuntamientos y cuatro diputaciones, el PT un ayuntamiento y una diputación.

Pero dijo que la tarea entonces fue buscar la reconciliación interna en el PRI para levantar el ánimo que lograron al obtener seis diputaciones de los diez distritos electorales federales, disputados en julio del 2003, “cuando la oposición decía que ganarían ocho, sino hasta obtener zapato como coloquialmente se dice al ganar todo”.

También señaló que la otra tarea fue la reestructuración del partido para dar facultades deliberativas a los Consejos Político estatal y municipal, donde se integraron con un 50 por ciento de mujeres           y un tercera parte de jóvenes, así como la integración de Comités Directivos Municipales.

Recalcó asimismo que lograron dar a la militancia participación en la toma de decisiones y lograron cambiar que “ya no fueran una o dos personas quienes decidieran sobre los miles que son el PRI”.

Con esto, dijo, lograron tener legalidad y legitimidad en las acciones emprendidas en el partido y todo ello sirvió para arribar a la anhelada candidatura de unidad a gobernador.

Aunque en ese objetivo, aceptó que la decisión no se alcanzó por unanimidad “porque luego es sospechoso”, sino por consenso y así demostró que al frente del PRI, no se ocupó de favorecer la candidatura de un aspirante, para garantizar “transparencia, responsabilidad e imparcialidad en su designación, tendiendo puentes de entendimiento donde prevaleció el diálogo, la tolerancia y el diálogo”.

Por eso reprochó sin nombrarlo que Carlos Sánchez Barrios se haya ido, y acusó que “cuando no se obtiene el beneficio personal, se es un partido antidemocrático que revive las viejas prácticas anquilosadas. Por eso mi reconocimiento a quienes privilegiaron los intereses del partido a los personales, dando muestra que lealtad y disciplina no es sinónimo de sumisión”.

Recordó que hubo gente que le apostó a alcanzar sus “objetivos personales” con actos de violencia, al referirse sin detallar a la irrupción a huevazos y golpes en el Consejo Político del 21 de marzo, de parte de los seguidores de Carlos Sánchez Barrios, “que quisieron romper la institucionalidad del partido”.

En este sentido, dijo que en adelante no habrá en Guerrero “un proyecto (personal de Héctor) Astudillo, sino un proyecto por Guerrero”.

Antes, Silvia Romero dijo que l“legó a servir a la militancia” y obtuvo experiencias políticas, pero dijo, sin precisar, que dejan “tareas pendientes” que buscarán concretar aún y cuando ya no estarán al frente del partido.

Se comprometió a luchar porque sea una mujer quien ocupe de nuevo la Secretaría General, lo que provocó el aplauso y porras de las mujeres presentes, y agradeció después el apoyo de Héctor Apreza, al candidato y a René Juárez Cisneros.

Entre los asistentes estuvieron los miembros del CDE, el secretario técnico del Consejo Político Estatal y ex colaborador de Carlos Sánchez Barrios, Marco Antonio Leyva; los alcaldes de Chilpancingo, Saúl Alarcón Abarca, y de Tlacotepec, Severo Oyorzabal Díaz, el senador Héctor Vicario Castrejón, Manuel Añorve Baños, los diputados locales encabezados por Juan José Castro Justo y presidentes de los CDM, aunque no dieron el nombre de ninguno, sí de la secretaria general del CDM de Acapulco, Alma Clarissa Rico.

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