PERISCOPIO

¿Quién releva a Walton?

En el ayuntamiento de Acapulco se da por hecho que el alcalde Luis Walton solicitará licencia para ser candidato a gobernador en las elecciones de junio del 2015. El asunto es que se le cayeron los relevos.
El abogado Luis Uruñuela Fey, su primer mentor en las lides del litigio, y quien apareció como suplente en la planilla en la que Walton contendió por cuarta ocasión a la Presidencia Municipal, ya de plano le dijo que no. Que está mejor en su bufete y en la tranquilidad de su casa. La decisión se supo recientemente, cuando ya muchos en la alcaldía buscaban dejarse ver ante el próximo mandamás, pues creían además que lo de la licencia era cosa para diciembre.
La segunda opción de ley, el primer síndico Armando Tapia Moreno, quien ya ocupó el despacho como encargado por algunos días de agosto del año pasado, tras una operación de urgencia a Walton, también dejó pasar la mano. Espera que su partido, el de Walton, Movimiento Ciudano, lo postule para una diputación local plurinonimal, pues sus méritos tiene, dice. De secretario privado del político y empresario a regidor en el pasado cabildo a síndico. Carrerón.
El caso es que quien levantó la mano para sacrificarse los 10 meses que queden de mandato es la actual secretaria del Ayuntamiento, Magdalena Camacho, ex colaboradora del despacho jurídico de Walton y metida en la política sin más experiencia que la de haber votado, seguramente, por los candidatos de Convergencia-Movimiento Ciudadano en las diversas elecciones.
Por lo pronto, cerrado el plazo ya para el registro de candidatos a gobernador en coalición, Walton tiene mayor margen de maniobra para evaluar el asunto del relevo, aunque es improbable que sus cartas se amplíen.
Aunque a algunos ya les apuraba que pidiera licencia, esperará todo diciembre y en tanto se dedicará al corte de listones de algunas de las mil 400 obras que por ahora tienen de cabeza a los acapulqueños y lo mantienen en la mirada crítica de la opinión pública –con una ayudadita del priista Manuel Añorve que no pierde oportunidad para mover el tapete, aprovechando cualquier oportunidad para agitar el avispero como se muestra en las muy politizadas consignas de mantas y pancartas de los policías paristas.
Nadie del círculo íntimo de Walton cree que dará marcha atrás en su decisión, pese a que diversas encuestas lo ubican en un lejano tercer lugar ante los posibles candidatos del PRI y del PRD. Si la primera vez que fue candidato a alcalde comenzó de cero, dicen. Además, ahora los candidatos del PRD se vuelven impresentables tras la trágica experiencia de Iguala, y por allí se puede colar, como ya se avizora en la decisión de la corriente perredista UIG de proponer a Morena que postule a Walton y que el resto de la izquierda haga una alianza de facto para acompañarlo y ganar en 2015.

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De modo que aunque el estado sigue convulsionado por la barbarie cometida por la narcopolítica en Iguala, los partidos y sus políticos siguen en su rutina. Como si nada. Es también el caso del ex gobernador Zeferino Torreblanca, de quien además no se extraña pues tiene una sensibilidad muy ajena a las penurias de los guerrerenses, y más cercana a la placidez de San Antonio, Texas. El caso es que mantiene una fuerte actividad de reuniones privadas, caseras muchas, preparando su posible cuarta campaña a la alcaldía por algún partido, cualquiera que se deje,m sea el PRI, el PAN o Morena.
Zeferino Torreblanca no ve ninguna contradicción, y en el caso del PRI, cuya decisión se tomará más en la cúpula que en las bases, busca ya puentes.
–Que le pida perdón a los priistas y lo apoyo – le mandó a decir un connotado dirigente local, recordando que Zeferino se hizo político haciendo campaña contra el PRI.
Algunos no dudan que lo haga. “Es un pragmático sin principios”, cuentan. Se volvió, pues, un “politiquillo, un politicastro”, como antes él mismo llamaba a los priistas. (Redacción).