Pide restauradora dejar íntegros los murales de Gómez del Payán

  Las obras de arte son documentos históricos, dice representante del INAH Guerrero, Claudia Sánchez Gandara

Xavier Rosado

La restauradora de bienes muebles del Centro INAH Guerrero, Claudia Alejandra Sánchez Gandara, hizo una inspección de primer acercamiento a los murales del edificio del Ayuntamiento de Tixtla y sugirió –como parte de sus conclusiones preliminares– dejar como se encuentran las áreas que no fueron concluidas por su autor, Jaime Gómez del Payán, quien falleció el 28 de septiembre del año pasado, argumentando que son documentos históricos muy importantes que evidencian la técnica de manufactura que utilizó el autor.

El mural del Ayuntamiento de Tixtla, titulado Tixtla y los próceres guerrerenses, cubre una superficie de 730 metros cuadrados y fue elaborado de 1984 a 1988, sin embargo, por falta de apoyo de las instituciones públicas y privadas, dejó inconclusas Las puertas de la cultura como las denominó su autor y que dan paso a uno de los recintos interiores del edificio.

Dichas áreas quedaron a nivel de boceto y faltó colorizarlas, sin embargo, la restauradora consideró pertinente dejarlas como están, ya que son un testimonio de alta valía para emprender el trabajo de restauración de los murales.

“A mi me sirve muchísimo saber como trabajaba el autor para poder hacer una propuesta de trabajo que vaya encaminada a respetar lo más posible la integridad del trabajo original”, explicó la especialista.

Agregó que después de un examen preliminar, los murales “en este momento están estables, hay algunos problemas muy localizados de humedad, sin embargo, la técnica de manufactura de los murales es muy buena lo que ha permitido que se conserven en buen estado”. En su inspección pudo determinar que los murales cuentan con un soporte que consiste en un aglomerado de madera, con una base de preparación normalmente que “podría ser” blanco de España, el trazo preliminar que aparentemente el autor hizo con lápiz de grafito y la capa pictórica.

“Por desgracia la zona que está inconclusa es la más dañada, quizá porque son puertas y están más expuestas que las paredes, pero su estado de conservación es bastante bueno, tiene algunos puntos de deterioro locales que esos son los que se buscaría tratar”.

En cuanto al tiempo que se llevaría la restauración, indicó que será un proceso lento debido a que el Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Guerrero, cuenta solamente con una restauradora y no le es posible enfocarse exclusivamente a este proyecto, sin embargo calculó que se trabajará en temporadas de dos meses para ir avanzando paulatinamente en lo que sea más prioritario.

Al respecto, la directora del Centro INAH Guerrero, Blanca Jiménez Padilla, manifestó su interés para proceder a la restauración de los murales, una vez que se cuente con el apoyo de las autoridades municipales y estatales, tomando en cuenta un estimado de 100 mil pesos que calculó la restauradora.