Reciben colonos de La Venta la imagen peregrina de la virgen de Fátima

 Roxana Ibarra Con globos blancos y azules, cohetes y música de chile frito, unos 200 colonos de La Venta recibieron ayer la imagen peregrina de la virgen de Fátima, que el papa Juan Pablo II bendijo en Roma y mandó a México para recorrer los estados, y Acapulco es la primera ciudad que visita.

Durante una hora caminaron bajo el sol los 200 colonos, entre hombres y mujeres con niños en brazos, a los que se sumaron otros 100 del poblado Paso Limonero, en donde recibieron a la virgen que visita por segunda ocasión Guerrero, en la parroquia “El Señor de Chalma”, y en donde la coronó el arzobispo emérito de Acapulco, Rafael Bello Ruiz y el padre Aquileo Urrutia Bernal, quien le colocó el rosario, y que a continuación comenzaron la misa.

La imagen se trasladó en una camioneta y fue escoltada por el camino adornado con tendidos de color azul y blanco, por un grupo de pastores vestidos de blanco con rojo, y al llegar la imagen a la iglesia, las personas la recibieron con aplausos y vivas, aunque después la llevarían a la iglesia San José, de Barrio Nuevo, La Venta, donde la velarán.

Leonardo Barraza Aranda, uno de los “heraldos del evangelio” (nombre de la asociación de laicos consagrados “de derecho pontificio”, que depende del papa), informó que la imagen va a estar toda la semana en dicha parroquia y que continuará su estancia en el poblado de La Sabana, después en la colonia Renacimiento, en las comunidades de Tres Palos, Salsipuedes y el Gallinero, el 18 llegará a la catedral del Zócalo.

Leonardo Barraza contó que la virgen lleva el nombre de Fátima “porque fue en ese pueblo de Portugal donde se apareció el 13 de mayo de 1917”, a tres pastores de nombres Jacinta, Francisco y Lucía, “ésta última todavía vive”,

y comentó que ésta “es la última aparición reconocida por la Iglesia”.

Barraza Aranda dijo que la imagen “es una copia exacta que mandó hacer Lucía”, quien tiene actualmente 96 años de edad y que bendijo y coronó el Papa en julio del año pasado, y que está en Acapulco “a petición del monseñor Felipe Aguirre Franco”.

Relató que el papa Juan Pablo II tiene especial devoción por la virgen de Fátima, “porque el 13 de mayo de 1981 él sufrió un atentado que casi le quita la vida”, en la plaza de San Pedro, en Italia, Roma, a bordo del papamóvil.

“El Papa declaró que una mano le disparó y que otra mano detuvo la bala y que esa mano fue la de la virgen de Fátima”, continuó.

Dijo que al año siguiente el papa viajó al santuario de Fátima en Portugal y le llevó la bala de ofrenda, misma que se encuentra en la corona de la virgen.

Agregó que la virgen se hizo famosa después de que en 1972, la imagen de madera que estaba en Nueva Orleáns “lloró 14 veces seguidas” y que fue a partir de ahí que mandaron hacer una copia.